ASÍ HABLA
SAMAEL AUN WEOR
SAMAEL AUN WEOR

A cargo de Jesús M. Acosta R.
ASÍ HABLA
SAMAEL AUN WEOR
Publicaciones Gnósticas
© ASÍ HABLA
SAMAEL AUN WEOR
Décima Quinta Edición: Febrero 2010
(Bogotá, Colombia)
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Un analítico mensaje a los padres y educadores...
Conocí al V. M. Samael Aun Weor, a mediado del mes de enero de 1973. Había acordado con un amigo de la familia, ir a una conferencia que él iba a pronunciar. Ese día llegamos al salón donde públicamente se estaba desarrollando este evento, unos minutos atrasados; muy expectante me acomodé. Mi primera impresión era que estaba ante un hombre elocuente y brillante de palabra que le permitía cautivar la mente humana; sus ademanes eran enérgicos; sus manos gruesas y potentes, cada vez que quería enfatizar alguna frase, se descargaban contra la mesa que tenía delante de él, como queriendo que penetrara sutil y con grande fuerza en el corazón de sus oyentes. Observé que sus expresiones eran armoniosas y las ideas que exponía, a pesar que parecían completamente nuevas, se captaban con claridad, llevando un orden, un encadenamiento, una riqueza de lenguaje y una gran naturalidad, como si los allí presentes lo estuviésemos escuchando desde hace millones de años. Comencé a escuchar:
“En nuestro hogar y en la escuela los padres de familia y educadores siempre nos dicen lo que debemos pensar, pero jamás en la vida nos enseñan cómo pensar. Saber qué pensar es relativamente muy fácil. Nuestros padres, maestros, tutores, autores de libros, etc., etc., etc., cada uno es un dictador a su modo, cada cual quiere que pensemos en sus dictados, exigencias, teorías, prejuicios, etc. Los dictadores de la mente abundan como la mala hierba. Existe por doquiera una tendencia perversa a esclavizar la mente ajena, a embotellarla, a obligarla a vivir dentro de determinadas normas, prejuicios, escuelas, etc. Los millares y millones de dictadores de la mente jamás han querido respetar la libertad mental de nadie. Si alguien no piensa como ellos, es calificado de perverso, renegado, ignorante, etc. Todo el mundo quiere esclavizar a todo el mundo, todo el mundo quiere atropellar la libertad intelectual de los demás. Nadie quiere respetar la libertad del pensamiento ajeno. Cada cual se siente juicioso, sabio maravilloso y quiere, como es natural que los demás sean como él, que lo conviertan en su modelo, que piensen como él”.
“Se ha abusado demasiado de la mente. Observad a los comerciantes y su propaganda a través del periódico, la radio, la televisión. La propaganda comercial se hace en forma dictatorial: ¡Compre usted el jabón tal! ¡Los zapatos tal! ¡Compre ahora mismo! ¡Inmediatamente! ¡No lo deje para mañana! ¡Tiene que ser hoy! etc. Sólo falta que digan, si no obedece usted lo metemos a la cárcel o lo asesinamos. El padre quiere meterle al hijo sus ideas a la fuerza y el maestro de la escuela regaña, castiga y pone bajas calificaciones si el muchacho o la muchacha no aceptan dictatorialmente sus ideas. Media humanidad quiere esclavizar la mente ajena de la otra media humanidad. Esa tendencia a esclavizar la mente de los demás resalta a simple vista cuando estudiamos la página negra de la negra historia. Por doquiera han existido y existen sangrientas dictaduras empeñadas en esclavizar a los pueblos. Sangrientas dictaduras que dictan lo que la gente debe pensar. ¡Desgraciado aquel que intenta pensar libremente! ese va inevitablemente a los campos de concentración, a la cárcel, a los trabajos forzados, a la horca, al fusilamiento, al destierro”.
“Ni los maestros y maestras, ni los padres de familia, ni los libros, quieren enseñar el cómo pensar. A la gente le encanta obligar a otros a pensar de acuerdo como creen que debe ser y es claro que cada cual en esto es un dictador a su modo, cada cual se cree la última palabra, cada cual cree firmemente que todos los demás deben pensar como él, porque él, es lo mejor de lo mejor. Padres de familia, maestros, patrones, etc., etc., etc., regañan y vuelven a regañar a sus subordinados. Es espantosa esa horrible tendencia de la humanidad a faltarle el respeto a los demás, a atropellar la mente ajena, a enjaular, encerrar, esclavizar, encadenar el pensamiento ajeno. El marido quiere meterle a su mujer sus ideas, su doctrina en la cabeza y a la fuerza. Y a la vez, la mujer quiere hacer lo mismo con su marido. Muchas veces marido y mujer se divorcian por incompatibilidad en este sentido”.
“No quieren los cónyuges comprender la necesidad de respetar la libertad intelectual ajena. Ningún cónyuge tiene derecho a esclavizar la mente del otro cónyuge. Cada cual es de hecho digno de respeto. Cada cual tiene derecho a pensar como quiera, a profesar su religión, a pertenecer al partido político que quiera. A los niños y niñas de la escuela se les obliga a pensar a la fuerza en tales y cuales ideas pero no se les enseña a manejar la mente. La mente de los niños es tierna, elástica, dúctil y la de los viejos está ya dura, fija, como arcilla en un molde, ya no cambia, ya no puede cambiar. La mente de los niños y jóvenes es susceptible de muchos cambios, puede cambiar”.
“A los niños y a los jóvenes se les puede enseñar cómo pensar. A los viejos es muy difícil enseñarles cómo pensar porque ellos ya son como son y así se mueren. Es muy raro encontrar en la vida algún viejo interesado en cambiar radicalmente. La mente de las gentes es moldeada desde la niñez. Eso es lo que padres y maestros de escuelas prefieren hacer. Ellos gozan dándole forma a la mente de los niños y jóvenes. Mente metida en un molde es de hecho mente acondicionada, mente esclava. Es necesario que los maestros y maestras de escuelas rompan los grilletes de la mente. Es urgente que los maestros sepan dirigir la mente de los niños hacia la libertad verdadera para que no se dejen esclavizar más. Es indispensable que los maestros le enseñen a los alumnos y alumnas cómo se debe pensar”.
“Los maestros deben comprender la necesidad de enseñarle a los alumnos y alumnas el camino del análisis, la meditación, la comprensión. Ninguna persona comprensiva debe aceptar jamás en forma dogmática nada. Es urgente primero investigar, comprender, inquirir, antes de aceptar. En otras palabras diremos que no hay necesidad de aceptar, sino de investigar, analizar, meditar y comprender. Cuando la comprensión es plena, la aceptación no es necesaria. De nada sirve llenarnos la cabeza de información intelectual si al salir de la escuela no sabemos pensar y continuamos como autómatas vivientes, como máquinas, repitiendo la misma rutina de nuestros padres, abuelos y tatarabuelos. Repetir siempre lo mismo, vivir vida de máquinas, de la casa a la oficina y de la oficina a la casa, casarse para convertirse en maquinitas de hacer niños, eso no es vivir”.
“El Mahatma Gandhi fue un hombre muy singular. Muchas veces los pastores protestantes se sentaron en su puerta horas y horas enteras luchando por convertirlo al cristianismo en su forma protestante. Gandhi no aceptaba la enseñanza de los pastores, tampoco la rechazaba, la comprendía y la respetaba, y eso es todo. Muchas veces decía el Mahatma: “Yo soy brahmán, judío, cristiano, mahometano... El Mahatma comprendía que todas las religiones son necesarias porque todas conservan los mismos valores eternos. Eso de aceptar o rechazar alguna doctrina o concepto, revela falta de madurez mental. Cuando rechazamos o aceptamos algo, es porque no lo hemos comprendido. Donde hay comprensión la aceptación o rechazo salen sobrando. La mente que cree, la mente que no cree, la mente que duda, es mente ignorante. El camino de la sabiduría no consiste en creer o no creer o dudar. El camino de la sabiduría consiste en inquirir, analizar, meditar y experimentar”.
“La verdad es lo desconocido de momento en momento. La verdad nada tiene que ver con lo que uno crea o deje de creer, ni tampoco es el escepticismo. La verdad no es cuestión de aceptar algo o de rechazarlo. La verdad es cuestión de experimentar, vivenciar, comprender. Todo el esfuerzo de los maestros debe en última síntesis llevar a los alumnos y alumnas a la experiencia de lo real, de lo verdadero. Es urgente que los maestros y maestras abandonen esa tendencia anticuada y perniciosa dirigida siempre a moldear la mente plástica y dúctil de los niños. Es absurdo que personas llenas de prejuicios, pasiones, preconceptos anticuados, etc., atropellen así la mente de acuerdo a sus ideas rancias, torpes, anticuadas. Mejor es respetar la libertad intelectual de los alumnos y alumnas, respetar su prontitud mental, su espontaneidad creadora. Los maestros y maestras no tienen derecho a enjaular la mente de los alumnos y alumnas. Lo fundamental no es dictarle a la mente de los alumnos lo que debe pensar, sino enseñarle en forma completa, cómo pensar. La mente es el instrumento del conocimiento y es necesario que los maestros y maestras le enseñen a sus alumnos y alumnas a manejar sabiamente ese instrumento”.
“A través de la experiencia hemos podido comprobar que es imposible comprender eso que se llama amor, hasta que hayamos aprehendido en forma integra el complejo problema de la mente. Quienes suponen que la mente es el cerebro, están totalmente equivocados. La mente es energética, sutil, puede independizarse de la materia, puede en ciertos estados hipnóticos o durante el sueño normal, transportarse a sitios muy remotos para ver y oír lo que está sucediendo en esos lugares. En los laboratorios de parapsicología se hacen notables experimentos con sujetos en estado hipnótico”.
“Muchos sujetos en estado hipnótico han podido informar con minuciosidad de detalles sobre acontecimientos, personas y situaciones que durante su trance hipnótico se estuvieron sucediendo a remotas distancias. Los científicos han podido verificar después de esos experimentos, la realidad de esas informaciones. Han podido comprobar la realidad de los hechos, la exactitud de los acontecimientos. Con ciertos experimentos de los laboratorios de parapsicología está totalmente demostrado por la observación y la experiencia que el cerebro no es la mente”.
“Realmente y de toda verdad podemos decir que la mente puede viajar a través del tiempo y del espacio, independientemente del cerebro, para ver y oír cosas que se suceden en lugares distantes. La realidad de las extrapercepciones sensoriales está ya absolutamente demostrada y sólo a un loco de atar o a un idiota, podría ocurrírsele negar la realidad de éstas. El cerebro está hecho para elaborar el pensamiento pero no es el pensamiento. El cerebro tan sólo es el instrumento de la mente, no es la mente. Nosotros necesitamos estudiar más a fondo la mente si es que de verdad queremos conocer en forma íntegra eso que se llama amor”.
“Los niños y los jóvenes, varones y mujeres, tienen mentes más elásticas, dúctiles, prontas, alertas, etc. Muchos son los niños y jóvenes que gozan preguntando a sus padres y maestros, sobre tales o cuales cosas; ellos desean saber algo más, quieren saber, y por eso preguntan, observan, ven ciertos detalles que los adultos desprecian o no perciben. Conforme pasan los años, conforme avanzamos en edad, la mente se va cristalizando poco a poco. La mente de los ancianos está fija, petrificada; todo lo abordan desde un punto fijo”.
“Se hace urgente que los maestros y maestras encargadas de formar la personalidad de los alumnos y alumnas, estudien muy a fondo la mente, a fin de que puedan orientar a las nuevas generaciones inteligentemente. Es doloroso comprender a fondo, cómo a través del tiempo se va petrificando la mente poco a poco. La mente es el matador de lo real, de lo verdadero. La mente destruye el amor. La mente es el peor enemigo del amor. En los países supercivilizados el amor ya no existe porque la mente de las gentes sólo huele a fábricas, cuentas de bancos, gasolina y celuloide. Existen muchas botellas para la mente y la mente de cada persona está muy bien embotellada. Unos tienen la mente embotellada en el abominable comunismo, otros la tienen embotellada en el despiadado capitalismo”.
“Hay quienes tienen la mente embotellada en los celos, en el odio, el deseo de ser rico, en la buena posición social, en el pesimismo, en el apego a determinadas personas, en el apego a sus propios sufrimientos, en sus problemas de familia, etc. A la gente le encanta embotellar la mente. Raros son aquellos que se resuelven de verdad a volver pedazos la botella. Necesitamos libertar la mente, pero a la gente le agrada la esclavitud, es muy raro encontrar a alguien en la vida que no tenga la mente bien embotellada. Los maestros y maestras deben enseñar a sus alumnos y alumnas todas estas cosas. Deben enseñarle a las nuevas generaciones a investigar su propia mente, a observarla, a comprenderla, sólo así mediante la comprensión de fondo podemos evitar que la mente se cristalice, se congele, se embotelle”.
“Lo único que puede transformar el mundo es eso que se llama amor, pero la mente destruye el amor. Necesitamos estudiar nuestra propia mente, observarla, investigarla profundamente, comprenderla verdaderamente. Sólo así, sólo haciéndonos amos de sí mismos, de nuestra propia mente, mataremos al matador del amor y seremos felices de verdad. Aquellos que viven fantaseando a lo lindo sobre el amor, aquellos que viven haciendo proyectos sobre el amor, aquellos que quieren que el amor opere de acuerdo a sus gustos y disgustos, proyectos y fantasías, normas y prejuicios, recuerdos y experiencias, etc., jamás podrán saber realmente lo que es amor, de hecho ellos se han convertido en enemigos del amor”.
“Es necesario comprender en forma íntegra lo que son los procesos de la mente en estado de acumulación de experiencias. El maestro o la maestra regañan muchas veces estúpidamente y sin verdadero motivo, sin comprender que todo regaño injusto queda depositado en la mente de los estudiantes, el resultado de semejante proceder equivocado, suele ser la pérdida del amor para el maestro, para la maestra. La mente destruye el amor y esto es algo que los maestros y maestras de escuelas, colegios y universidades no deben olvidar jamás. Es necesario comprender a fondo todos esos procesos mentales que acaban con la belleza del amor”.
“No basta ser padre o madre de familia, hay que saber amar. Los padres y madres de familia creen que aman a sus hijos e hijas porque los tienen, porque son suyos, porque los poseen, como quien tiene una bicicleta, un automóvil, una casa. Ese sentido de posesión, de dependencia, suele confundirse con el amor, pero jamás podría ser amor. Los maestros y maestras de nuestro segundo hogar, que es la escuela, creen que aman a sus discípulos, a sus discípulas, porque les pertenecen como tales, porque los poseen, pero eso no es amor. El sentido de posesión o dependencia no es amor. La mente destruye el amor y sólo comprendiendo los funcionalismos equivocados de la mente, nuestra forma absurda de pensar, nuestras malas costumbres, hábitos automáticos, mecanicistas, maneras equivocadas de ver las cosas, etc., podemos llegar a vivenciar, a experimentar de verdad, eso que no pertenece al tiempo, eso que se llama amor”.
“Quienes quieren que el amor se convierta en una pieza de su propia máquina rutinaria, quienes quieren que el amor camine por los carriles equivocados de sus propios prejuicios, apetencias, temores, experiencias de la vida, modo egoísta de ver las cosas, forma equivocada de pensar, etc., acaban de hecho con el amor porque éste jamás se deja someter. Quienes quieren que al amor funcione como “yo quiero”, como “yo deseo”, como “yo pienso”, pierden el amor, porque Cupido, el dios del amor, no está dispuesto jamás a dejarse esclavizar por el “Yo”. Hay que acabar con el “Yo”, con el “Mi Mismo”, con el “Sí Mismo”, para no perder el niño del amor. El “Yo” es un manojo de recuerdos, apetencias, temores, odios, pasiones, experiencias, egoísmos, envidias, codicias, lujurias, etc., etc., etc.”.
“Sólo comprendiendo cada defecto por separado, sólo estudiándolo, observándolo directamente no sólo en la región intelectual, sino también en todos los niveles subconscientes de la mente, va desapareciendo, vamos extirpándolo de momento en momento. Así y sólo así logramos la desintegración del “Yo”. Quienes quieren embotellar el amor dentro de la horrible botella del “Yo” pierden el amor, se quedan sin él, porque el amor jamás puede ser embotellado. Desgraciadamente la gente quiere que el amor se comporte de acuerdo con sus propios hábitos, deseos, costumbres, etc., la gente quiere que el amor se someta al “Yo” y eso es completamente imposible porque el amor no le obedece al “Yo”, al Ego”.
“Las parejas de enamorados, o mejor dijéramos apasionados, suponen que el amor debe marchar fielmente por los carriles de sus propios deseos, concupiscencias, errores, etc., y en esto están totalmente equivocados. “¡Hablemos de los dos!”, dicen los enamorados o apasionados sexualmente, que es lo que más abunda en este mundo, y luego vienen las pláticas, los proyectos, los anhelos y suspiros. Cada cual dice algo, expone sus proyectos, sus deseos, su manera de ver las cosas de la vida y quiere que el amor se mueva como una máquina de ferrocarril por los carriles de acero trazados por la mente. ¡Cuán equivocados andan esos enamorados o apasionados! ¡Qué lejos están de la realidad! El amor no le obedece al “Yo” y cuando quieren los cónyuges ponerle cadenas al cuello y someterlo, huye dejando a la pareja en desgracia”.
“La mente tiene el mal gusto de comparar. El hombre compara una novia con otra. La mujer compara un hombre con otro. El maestro compara a un alumno con otro, a una alumna con otra, como si todos sus alumnos no mereciesen el mismo aprecio. Realmente toda comparación es abominable. Quien contempla una bella puesta de sol y la compara con otra, no sabe realmente comprender la belleza que tiene ante sus ojos. Donde existe comparación no existe el amor verdadero. El padre y la madre que aman a sus hijos de verdad, jamás lo comparan con nadie, les aman y eso es todo. El esposo que realmente ama a su esposa, jamás comete el error de compararla con nadie, le ama y eso es todo. El maestro o la maestra que ama a sus alumnos y alumnas jamás los discriminan, nunca les comparan entre sí, les aman de verdad y eso es todo”.
“La mente dividida por las comparaciones, la mente esclava del dualismo, destruye el amor. La mente dividida por el batallar de los opuestos no es capaz de comprender lo nuevo, se petrifica, se congela. La mente tiene muchas profundidades, regiones, terrenos subconscientes, recovecos, pero lo mejor es la Esencia, la Conciencia y está en el centro. Cuando el dualismo se acaba, cuando la mente se torna íntegra, serena, quieta, profunda, cuando ya no compara, entonces despierta la Esencia, la Conciencia y ese debe ser el objetivo verdadero de la Educación Fundamental. Distingamos entre objetivo y subjetivo. En lo objetivo hay Conciencia despierta. En lo subjetivo hay Conciencia dormida, subconciencia. Sólo la Conciencia objetiva puede gozar del conocimiento objetivo. La información intelectual que actualmente reciben los alumnos y alumnas de todas las escuelas, colegios, y universidades es subjetiva ciento por ciento. El conocimiento objetivo no puede ser adquirido sin Conciencia objetiva. Los alumnos y alumnas deben llegar primero a la Autoconciencia y después a la Conciencia objetiva. Sólo por el camino del amor podemos llegar a la Conciencia objetiva y al conocimiento objetivo. Es necesario comprender el complejo problema de la mente si es que de verdad queremos recorrer el camino del amor”.
El V. M. Samael Aun Weor concluyó su disertación diciéndonos muy sobriamente: “Hasta aquí mis palabras”, e inmediatamente agregó: “Quien quiera hacer alguna pregunta, puede hacerla con la mayor absoluta libertad”. Hubo unas cinco preguntas que respondió con un estilo puro, elegante, despojado de toda pompa de lenguaje, con amor desnudo.
Luego al no haber más preguntas, se despidió del auditorio levantando su diestra, mostrando una sonrisa sutil, felizmente libre. Allí me quedé clavado por unos instantes; esa conferencia me había llegado como una carga eléctrica incalculable, era un rayo que se mete en el corazón para avivar los fuegos que inflan la vida y la raíz de todo lo existente. Mis cavilaciones fueron interrumpidas por mi amigo: “Los oídos toscos y ruines de los falsos sapientes no quieren escuchar la sabiduría de este Hombre Real y si por accidente lo oyen, por desgracia no pueden escuchar, pues es tanta la miseria de ellos, que no pueden indagar, inquirir y comprobar en pellejo propio este tipo de mensaje que les permitirá la verdadera liberación” –comentó.
Caminamos muy despacio y luego nos sentamos en un elegante café, que se convertiría como el lugar de nuestros comentarios; allí cavilamos el contenido de lo que habíamos escuchado y coincidimos en concluir que las enseñanzas psicológicas de este Hombre Verdadero, era para los seres humanos actuales, algo así como una fantasía, puesto que son seres unidimensionales, o sea, seres, de una sola faceta y programados según el mensaje motivador de la publicidad y la propaganda. Los días fueron pasando. Por mi parte, examinaba exhaustivamente lo que había escuchado al conferencista. Trataba de observar mi mente. No quería perder el tiempo, y de instante en instante descubría que la mente es una tenebrosa cárcel, algo así como la sede de la maldad, de la perversidad y de todas las monstruosidades del mundo, de la humanidad, de la sociedad, del individuo. ¡Es la morada de todos nuestros vicios!...
Del por qué no somos dueños de sí mismos
H
abían transcurrido quince días del primer encuentro con el V. M. Samael Aun Weor; a estas alturas entendía que esta humanidad vivía en un laberinto mental y que para escapar de él, era necesario encontrar una senda completamente nueva, distinta de todo lo que habíamos conocido o seguido hasta ahora. Y comprendía hoy, que esta senda nueva o perdida, ahora empezaba a percibirla. Entonces comencé a reconocer como un hecho innegable que detrás de la fina película de falsa realidad, existía la auténtica realidad, de la cual, por alguna razón, la mente nos separaba de ella.
Me encontraba en el café; esperaba la llegada de mi amigo. Se aproximaba la hora de asistir a la próxima conferencia del V. M. Samael Aun Weor. Tomamos un taxi para ir al lugar; en el camino mi amigo me comentó que su venida se le había dificultado, pues, tenía su hijo menor bastante enfermo y que la noche anterior había pasado con fiebre muy alta. La conferencia era en otro lugar de la ciudad.
Llegamos al paraninfo de un colegio municipal. El lugar estaba lleno. Traté de descubrir quiénes eran esas personas. Sentí la necesidad de comunicarle mis impresiones a mi amigo mientras buscábamos nuestros puestos; afortunadamente los encontramos: “Estas personas que ves aquí, son discípulos del Maestro, han venido en representación de varios centros gnósticos que hay en la ciudad”, me respondió.
Escuché esta respuesta con extraño sentimiento de dicha. Me agradaba que ese grupo estuviera descubriendo una forma alejada de toda palabrería convencional de servir a la humanidad. A la hora en punto señalada para iniciar este acontecimiento, apareció el V. M. Samael Aun Weor. Había en su apariencia algo fuera de lo común. Su expresión al saludar a los asistentes era muy bondadosa. Pero también indicaba una gran fuerza. Sentí una viva alegría ante su leve y silente inclinación de cabeza. Y para mis adentro comenté: -Qué extraordinario es el Ser-. Tras su venia, comenzó su plática así:
“En Dinámica Mental necesitamos saber algo sobre el cómo y el por qué funciona la mente. La mente, incuestionablemente, es un instrumento que nosotros debemos aprender a manejar conscientemente. Pero sería absurdo que tal instrumento fuese eficiente si antes no conocemos el cómo y el por qué de la mente. Cuando uno conoce el cómo y el por qué de la mente, cuando conoce los diversos funcionamientos de la misma, puede controlarla y ésta se convierte en un instrumento útil y perfecto, en un maravilloso vehículo mediante el cual podemos nosotros laborar en beneficio de la humanidad. Se necesita, en verdad, de un sistema realista si es que verdaderamente queremos conocer el potencial de la mente humana”.
“Por estos tiempos abundan muchos temas para el control de la mente. Hay quienes piensan que ciertos ejercicios artificiosos pueden ser magníficos para el control del entendimiento. Hay escuelas, existen muchas teorías sobre la mente, muchos sistemas, mas, ¿cómo sería posible hacer de la mente algo útil? Reflexionemos, pues, si nosotros no conocemos el cómo y el por qué de la mente nunca podríamos conseguir que ésta sea perfecta”.
“Necesitamos conocer los diversos funcionalismos de la mente si es que queremos que la misma sea perfecta. ¿Cómo funciona? ¿Por qué funciona? Ese cómo y por qué son definitivos. Si por ejemplo, lanzamos una piedra a un lago, veremos que se forman ondas, éstas son la reacción del lago, del agua, contra la piedra. Similarmente, si alguien nos dice una palabra irónica, esta palabra llega a la mente y la mente reacciona contra tal palabra; entonces vienen los conflictos. Todo el mundo está en problemas, todo el mundo vive en conflictos. Observe cuidadosamente las mesas de debates de muchas organizaciones, escuelas, etc., no se respetan los unos a los otros. ¿Por qué? Porque no se respetan a sí mismos”.
“Obsérvese un Senado, una Cámara de Representantes, o simplemente una mesa de escuela: si alguien dice algo otro se siente aludido, se enoja y dice algo peor, riñen entre sí y terminan en un gran caos los miembros de la Mesa Directiva. Esto de que la mente de cada uno de ellos reacciona contra los impactos del mundo exterior resulta gravísimo. Uno tiene en verdad que apelar al Psicoanálisis Introspectivo para explorar la propia mente. Se hace necesario auto-conocernos un poco más dentro de lo intelectual. Por ejemplo, ¿Por qué reaccionamos ante la palabra de un semejante? En estas condiciones nosotros siempre somos víctimas. Si alguien quiere que estemos contentos, basta que nos dé unas palmaditas en el hombro y nos diga algunas palabras amables. Si alguien quiere vernos disgustados, bastaría que nos dijera algunas palabras desagradables”.
“Entonces, ¿dónde está nuestra verdadera libertad intelectual? ¿Cuál es? Dependemos concretamente de los demás, somos esclavos, nuestros procesos psicológicos dependen exclusivamente de otras personas, no mandamos en nuestros procesos psicológicos y esto es terrible. Otros son los que mandan en nosotros y en nuestros procesos íntimos. Un amigo, de pronto viene y nos invita a una fiesta, vamos a la casa del amigo, nos brinda una copa, nos da pena no aceptarla, nos la tomamos, viene otra copa y también nos la tomamos; luego otra y otra hasta que terminamos embriagados. El amigo fue dueño y señor de nuestros procesos psicológicos. Una mente así, ¿puede acaso servir para algo? Si alguien manda en nosotros, si todo el mundo tiene derecho a mandar en nosotros, entonces, ¿dónde está nuestra libertad intelectual? ¿Cuál es?”.
“De pronto nos hallamos ante una persona del sexo opuesto, nos identificamos mucho con esa persona y a la larga terminamos metidos en fornicaciones o adulterios. Quiere decir que aquella persona del sexo opuesto pudo más y venció nuestro proceso psicológico, nos controló, nos sometió a su propia voluntad. ¿Esto es libertad? En realidad hemos sido educados para negar nuestra auténtica identidad, valores e imagen. ¿Cuál será la auténtica identidad, valores e imagen íntima de cada uno de nosotros? ¿Será acaso el Ego o la personalidad? ¡No! Mediante el Psicoanálisis Introspectivo podemos pasar más allá del Ego y descubrir al Ser. Incuestionablemente, el Ser en sí mismo es nuestra auténtica identidad, valores e imagen. Desgraciadamente, hemos sido educados para negar nuestros valores íntimos, hemos caído en el materialismo de esta época degenerada, nos hemos entregado a todos los vicios de la tierra y marchamos por el camino del error”.
“Aceptar la cultura negativa inspirada subjetivamente en nuestro interior, siguiendo el camino de la menor resistencia, es un absurdo. Lamentablemente, las gentes por esta época gozan siguiendo el camino de la menor resistencia y aceptan la falsa cultura materialista de estos tiempos, la dejan o permiten que sea instalada en su psiquis y así es como llegan a la negación de los verdaderos valores del Ser”.
Para mí, esta fue una conferencia decisiva; fue una invitación directa para meternos por el camino de la auto-exploración psicológica y conocernos a sí mismos. A partir de ese día empecé a ver la mente como algo que no era yo; algo así como cuando uno hace una plena diferenciación entre el automóvil de la casa y uno. Nadie cometería el error de creer que el coche y uno es lo mismo.
El Psicoanálisis Introspectivo me permitió ir descubriendo que la mente es una guarida donde viven escondidas todas aquellas entidades conflictivas que personifican nuestros errores y defectos de tipo psicológico, que viven planificando y proyectando sueños, maldades, destrucción, planes armamentistas, invasiones, coacciones, guerras, explosiones nucleares, esclavizar a hombres y naciones, etc.
Allí descubrí que reside una legión de entidades inhumanas que tienen su propio vehículo para expresarse y realizar sus planes, ese vehículo es uno mismo, psicológicamente desequilibrado, y su puesto de mando está situado en la mente. En la mente están todas las enfermedades, los problemas, las torturas, los inconvenientes, apetencias, deseos, etc.; todo esto como es natural, se desarrolla en la vida diaria; y así, ella proyecta y cada uno de nosotros obedece a los impulsos y órdenes que ella emite.
Los mentalistas se hacen fuertes con la mente, éstos robustecen el intelecto y le dan gran fortaleza, violando el libre albedrío; por eso el hipnotismo, el espiritismo, la hipnosis y todo aquello que viola la voluntad ajena mediante los llamados trabajos mentales, son violaciones contra el libre albedrío ciento por ciento, proyecciones de una o varias entidades que residen en ella.
Ahora empezaba a considerar que la higiene mental sin un cambio en nuestra manera de pensar, no sirve para nada; la mejor higiene mental es la desintegración de nuestros propios defectos y errores mentales. Es claro que cuando hacemos una limpieza total y definitiva de nuestra mente, entonces el auténtico dueño y señor de nuestra propia existencia, nuestro Real Ser, que mora en secreto, queda establecido en nosotros; y así seremos guiados sin equivocaciones por auténticos caminos de sabiduría y de plenitud de conciencia perfectamente despierta.
Lamento disentir con todas esas miles de personas que robustecen la mente para imponer su voluntad a las demás, convirtiéndose, como es muy natural, en seres despreciables de la peor clase, ¿por qué? Porque violan la voluntad ajena; en este caso tenemos como ejemplo a los hipnotizadores, dictadores y espiritistas, pues, imponer la fuerza siempre ese delito; en vez de estar influyendo sobre la mente ajena, escondiendo propósitos insospechados, lo mejor es hacer uso de nuestra buena voluntad para sacar todas las entidades de la mente, y no dejarnos dominar de ellas; sin una real limpieza mental, seremos esclavos de la mente, porque en ella viven las bajas pasiones, el miedo, la calumnia y tantas otras debilidades que son rezagos de la mente y que nosotros los tomamos como recursos del razonamiento y los traducimos como ilustración intelectual; esto nos indica que el mundo está lleno de “ilustrados ignorantes” que se alimentan intelectualmente de sus propias conclusiones mentales y razonamientos.
Si pudiéramos por un momento sacar de la mente de un ser humano una inmensa preocupación, veríamos con místico asombro, que de inmediato esa persona quedaría tranquila y libre del tormento de la mente, porque desaparecería de su propia psiquis la preocupación; quedaría sin cadenas que lo atan o lo sujetan al problema, al tormento. Y así, poco a poco, fui descubriendo que la mente es una caverna de entidades infrahumanas. Claro está, que también deducía que sin esas entidades conflictivas que residen en ella, la mente se convertiría en un vehículo extraordinario. Y así y solamente así, terminarían nuestros suplicios y sufrimientos los cuales nos obligan involuntariamente a ser víctima de la mente instintiva, esclavizados al dolor y proyectando toda clase de errores y defectos psicológicos.
Imagínese usted, amable lector (a) una mente purificada, iluminada y sin defectos psicológicos. ¿En qué nos convertiríamos nosotros? Pues, en seres equilibrados; ya no seríamos víctimas de los errores psíquicos, porque éstos son producto de las maquinaciones de la mente y cuando ésta ha cesado, el hombre queda libre absolutamente, liberado de esa cárcel espantosa que es la mente cuando aún es instrumento de los defectos psicológicos.
El hombre con mente equilibrada, es absolutamente feliz y dichoso, porque vivirá dentro de su mente el verdadero Rey Divino que la utilizará para irradiar amor y sabiduría a toda la humanidad; ese hombre sería un ser humano en el sentido exacto de la palabra. En el hombre que tiene mente equilibrada, ya no existe la maldad, ni la crueldad, ni el delito, porque esas entidades que producían esos errores, han muerto; ahora mora en su reemplazo lo Divinal, lo perfecto, aquello que se llama Dios o el Padre que está en secreto, el Intimo.
Ahora bien, es mejor que en nuestra mente exista Dios y no las terribles entidades conflictivas que todo ser humano lleva en su interior y que nos convierte en perversos, crueles y despiadados... Pero en ese momento, como ahora usted, me preguntaba: ¿Cuál es la técnica y el sistema preciso de mutación que nos permite deshacernos de toda esa gama de horripilantes criaturas infrahumanas y agregados psíquicos que están en la mente? Mas también reflexionaba que si alguien llegara a conocer esta técnica lo primero que debería hacer era comprender muy seriamente su estado actual: No cabe duda, que nos hemos dejado conquistar de las lisonjas del mundo y sus placeres, y por eso nos sentimos más satisfechos entre el lodo inmundo de los vicios y placeres que deleitan a la mente instintiva y nos alejan por completo de la felicidad.
La mente y la sexualidad
D
espués de un mes exacto de la última conferencia, mi amigo y yo, hablábamos sobre la enseñanza gnóstica que estaba impartiendo el V. M. Samael Aun Weor; y comentábamos de cómo la gente sólo se interesa por saber, si uno cree o no en tal o cual cosa, pero jamás indagan, investigan; parece que a la gente les preocupa eso de la creencia por temor a perderlas, pues dentro de éstas se halla enjaulada la mente de tantos y tantos pseudo-místicos enfermizos, llenos de pietismo y mojigatería antiquísima. Una cosa nos quedaba bien clara: en estas enseñanzas no se trata de creer o no creer, lo que se debe es comprender y discernir con el escalpelo de la auto-observación para desnudar las cosas de sus valores y ver qué es lo que tienen de real; las creencias son formas muertas, costras duras, a las cuales se apegan los beatos y los débiles.
Le manifesté por esos días a mi amigo que quise comunicarles y hacerles partícipes de esta enseñanza a ciertas personas conocidas, pero algunas de ellas respondieron que militaban en la religión que pertenecieron sus padres o todos sus antepasados, y así para qué ponerse a pensar sobre otros sistemas para buscar a Dios. Mi amigo me respondió que no me preocupara porque eso indicaba a las claras que yo todavía estaba pendiente del “qué dirán”; que esas pobres gentes a las que le estaba hablando merecen mucha compasión, pues ellas no son culpables de su pereza mental, sino que éstas viven una vida puramente instintiva, y sólo les interesa comer, dormir y divertirse; me comentó que estas gentes todavía no tienen libertad de pensamiento real, sino que se aferran a esas tradiciones de sus familiares, precisamente, para evitarse el trabajo de reflexionar, ya que viven tranquilas, contentas con su vida puramente mecánica.
También comencé a comprender que lo único que verdaderamente importa es conocer la mente. Cuando conocemos la mente, lo demás lo tenemos por añadidura. Damos por sentado muchas cosas que no son verdad, y dejarían de ser ciertas si les aplicásemos una interrogante, un ¿por qué? No sabemos quiénes somos verdaderamente, ni qué es lo que ciertamente somos, qué inclinaciones son las que realmente nos animan. Pocos son los que se percatan de esta ignorancia. Una abrumadora mayoría cree que con el nombre, la profesión y algunas otras cosas circunstanciales, ya lo saben todo. Todo lo que nos ocurre en nuestra vida cotidiana debemos buscarlo en las profundidades de la psicología más pura, que es algo que se ha perdido. Pero también ocurre que hay muchos psicólogos que no comprenden ni quiera las cosas que ellos mismos dicen. De otro modo ya hace tiempo el mundo hubiera cambiado.
Pasaron otros días más, yo continuaba desglosando las frases que le había escuchado al V. M. Samael Aun Weor. De manera que hacía todo lo posible por comprender el sentido y el significado de esta enseñanza. Observaba directamente, que si uno acepta sin objeción alguna, sin poner en tela de juicio nuestras actitudes mentales, nuestras opiniones fijas y nuestros prejuicios, nuestra mente no podría pasar por un real cambio, y si ésta no cambia, uno tampoco podría cambiar jamás. Este descubrimiento se lo hice saber a mi amigo una tarde en el café donde siempre nos reuníamos. Él agregó que gran parte de nuestro pensar radica simplemente en la expresión repetida de actitudes fijas que infestan al Centro Intelectual, de un modo similar a lo que ocurre con el Centro Emocional cuando lo infestan repetidas emociones negativas. Por eso –y ésto lo recalcó con gran énfasis- lo primero que hemos de transformar es la mente. Esta apreciación científica de mi amigo me pareció pertinente al tema que le había presentado. Al despedirnos me entregó una tarjeta de invitación para asistir el día 10 de marzo, a las 4 P. M. en la sede de un Centro Gnóstico, donde dictaría el Maestro, el tema: “La mente y la sexualidad”.
Llegó ese día inolvidable. Mi corazón estaba henchido de vibraciones maravillosas; pletórico de felicidad, plenamente armonizado y exquisitamente feliz. Durante el recorrido hacia el lugar le preguntaba muchas cosas a mi amigo: ¿Has asistido a ese sitio? ¿Qué nos iría a enseñar el Maestro de la mente y de la sexualidad?... Cruzamos calles, avenidas, calzadas atestadas de vehículos automotores de toda marca y modelo, y después de media hora el auto se detuvo en un edificio vetusto. Mi amigo, después de cancelarle al señor conductor que muy generosamente nos trajo, me invitó con un gesto a entrar. Penetramos por una amplia puerta y subimos por unas escaleras enormes hasta el tercer piso. Allí había una gran cantidad de gente, estudiantes del Gnosticismo, me dijo mi acompañante. Todos estaban en silencio. Y el V. M. Samael Aun Weor, de pie, teniendo enfrente de él un atril, asumiendo una posición de gran respeto y con pausada voz comenzó diciendo:
“Reunidos aquí todos, vamos a platicar ampliamente sobre cuál es exactamente la relación intrínseca que existe entre la mente y la sexualidad. Todo lo escrito sobre la mente ha sido sólo preliminar para el estudio moderno de la psicología. Vivekananda es quien más claro ha hablado sobre la mente, pero sus enseñanzas son apenas nociones para los estudios serios del entendimiento. La mente está íntimamente relacionada con la sexualidad, y es imposible estudiar la mente sin estudiar el problema sexual.”
“Existen innumerables estudiantes dedicados a la Yoga y a las enseñanzas Krisnamurtianas, pero como esos pobres seres fornican incesantemente, nada consiguen, y pierden el tiempo lamentablemente. Es imposible separar la mente de la sexualidad; la mente y el sexo están íntimamente relacionados, y si nuestros discípulos quieren convertir la mente-materia en mente-Cristo, deben llenar su cáliz (cerebro) con el vino sagrado de la luz (energía creadora). Es imposible poder cristificar la mente, mientras estemos fornicando. Hay que practicar la Suprasexualidad intensamente para transformar la mente. Por medio de la Suprasexualidad llenamos nuestra mente de átomos transformativos de altísimo voltaje. Así es como preparamos nuestro Cuerpo Mental para el advenimiento del Fuego”.
“Cuando la Serpiente Ígnea, nuestra Madre Divina Particular, pues cada uno de nos tiene la suya, del Cuerpo Mental ha convertido la mente-materia en mente-Cristo, entonces nos libertamos de los Cuatro Cuerpos de pecado o protoplasmáticos. Las parejas Gnósticas conectadas sexualmente concentrarán su voluntad y su imaginación unidas en vibrante armonía sobre las glándulas sexuales, y harán subir su fuerza sexual desde las glándulas sexuales hasta el cerebro, siguiendo el curso de la columna espinal. Luego llevarán la energía sexual hasta el entrecejo, cuello y corazón, en sucesivo orden. Durante esa práctica, cantarán los practicantes los Mantrams: Kandil Bandil Rrrrrr. Se vocalizarán estos Mantrams, así: Kan, en voz alta, y Dil en voz baja. Ban en voz alta, y Dil en voz baja. La letra R, se pronuncia en forma alargada y aguda, imitando el sonido producido por los cascabeles de la serpiente cascabel”.
“Estos son los Mantrams más poderosos que se conocen en todo lo infinito para el despertar del Kundalini. Toda llama necesita de un combustible para arder. La llama sagrada de nuestro candelero también tiene su combustible; ese combustible es nuestro aceite de oro, es nuestro semen Cristónico. El hombre que gasta ese aceite sagrado, no puede encender su candelero”.
“Las Sagradas Escrituras dicen: “Y volvió el ángel que hablaba conmigo y despertóme como un hombre que es despertado de su sueño. Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: he mirado y he aquí un candelero todo de oro, con su vaso sobre su cabeza, y sus siete lámparas encima del candelero; y siete canales para las lámparas que están encima del él. Y sobre él dos olivas, la una a la derecha del vaso, y la otra a su izquierda” (Zacarías, 4: 1-3). “Hablé más, y díjele: ¿Qué significan estas dos olivas a la derecha del candelero, y a su izquierda? Hablé aún de nuevo, y díjele: ¿Qué significan las dos ramas de oliva que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? Y respondiéndome, diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. Y él dijo: Estos dos hijos de aceite son las que están delante del Señor de toda la tierra” (Zacarías, 4: 11-14)”.
“Estos dos hijos de aceite, que están delante del dios de la tierra, son nuestros dos cordones ganglionares que se enroscan en nuestra médula espinal, y por los cuales debemos hacer subir nuestra energía seminal hasta el cerebro. Que el Santo Grial sea con nosotros, que nuestro cáliz se llene de la sangre del Cordero. Así es como nuestra mente se cristifica. Es imposible cristificar la mente sin el Fuego del amor. Ahora comprenderán nuestros discípulos, por qué se puso sobre la cabeza del crucificado la palabra “INRI”. Esta palabra significa: “Ignis Natura Renovatur Integram”: El fuego renueva incesantemente la naturaleza”.
“El concepto de Descartes: “Pienso luego existo” es completamente falso, porque el Hombre verdadero es el Íntimo, y el Intimo no piensa, porque sabe. Quien piensa es la mente, no el Íntimo. La mente humana en su actual estado es el animal que llevamos dentro. El Íntimo no necesita pensar, porque Él es omnisciente. El Íntimo no tiene hambre ni sed, quien tiene hambre y sed es el cuerpo físico. Lo más correcto es decir: mi cuerpo tiene hambre, mi cuerpo tiene sed. Lo mismo sucede con la mente; cuando decimos: Tengo una fuerza mental poderosa, tengo un problema, tengo tal conflicto, tengo tal sufrimiento, se me ocurren tales pensamientos, etc., estamos afirmando entonces errores gravísimos, porque esas son cosas de la mente, no del Íntimo. El Íntimo no tiene problemas, los problemas son de la mente. El hombre verdadero es el Íntimo. El Íntimo debe azotar a la mente con el látigo terrible de la voluntad. El hombre que se identifica con la mente, cae al abismo. La mente es el burro en que debemos montar para entrar a la Jerusalén Celestial”.
“¡Ay! del hombre que se identifica con la mente, porque pierde el Íntimo, y va a parar al abismo. Aquellos que dicen que todo es mente, cometen un error gravísimo, porque la mente es tan solo un instrumento del Íntimo. Todas aquellas obras que tienden a identificar totalmente al hombre con la mente, están equivocadas porque el verdadero hombre no es la mente. No debemos olvidar que los demonios más sutiles y peligrosos que existen en el universo, residen en el plano mental. Hay necesidad de practicar intensamente Suprasexualidad para poder cristificar el Cuerpo Mental. La guarida del deseo, está en la mente. Aquellas personas que se sientan incapaces de acabar con la fornicación, deben estudiar el lobo horrible de la pasión carnal, para sacarlo de la guarida de la mente, y así adquirirán la perfecta castidad. Al burro mental, se debe azotar con el látigo terrible de la voluntad”.
“Es imposible separar la mente de la sexualidad; la mente y el sexo están íntimamente relacionados, y si nuestros discípulos quieren convertir la mente materia en mente-Cristo, deben llenar su cáliz con el vino sagrado de la luz. Cuando la mente se cristifica totalmente, entonces se convierte en un vehículo espléndido y maravilloso, con el cual podemos estudiar todos los secretos del universo. La mente-Cristo es el instrumento más precioso del Arhat”.
“La Meditación es la disciplina esotérica de los Gnósticos. La meditación reviste tres fases: Concentración, Meditación y Samadhí. Concentración, significa fijar la mente en una sola cosa. Meditación, significa reflexionar sobre el contenido substancial de la cosa misma. Samadhí, es éxtasis o arrobamiento. Un Maestro del Samadhí penetra en todos los planos de conciencia, y con el ojo de Dagma escudriña todos los secretos de la sabiduría del fuego. Es urgente que nuestros discípulos gnósticos aprendan a funcionar sin vehículos materiales de ninguna especie, para que perciban con el Ojo de Dagma todas las maravillas del universo. Así es como nuestros discípulos se harán Maestros del Samadhí.”
Acostado el discípulo en su lecho, con las manos cruzadas sobre el pecho, meditará profundamente en su cuerpo físico, diciéndose a sí mismo: No soy este Cuerpo Físico. Luego meditará el discípulo profundamente en su cuerpo Etérico, diciéndose a sí mismo: No soy este cuerpo Etérico. Luego sumido en profunda meditación interna, reflexionará el discípulo en su Cuerpo Astral, y dirá: No soy el Cuerpo Astral. Ahora meditará el discípulo en su Cuerpo Mental, y se dirá a sí mismo: tampoco soy esta mente, con la que estoy pensando. Luego reflexionará el discípulo en su fuerza de voluntad, y se dirá a sí mismo: tampoco soy el Cuerpo de la Voluntad. Luego analizará en el Cuerpo Búdhico, y se dirá tampoco soy este cuerpo. Ahora, sumido en profunda meditación, el discípulo exclamará con su corazón: ¡Yo soy el Íntimo! ¡Yo soy el Íntimo! ¡Yo soy el Íntimo! Entonces, el discípulo fuera de todos sus vehículos se habrá hecho, toda una majestad del Infinito”.
“Verá entonces el discípulo que ya no se necesita pensar porque la sabiduría es del Íntimo. Ahora entenderá el discípulo, que la naturaleza del Íntimo es felicidad absoluta, existencia absoluta y omnisciencia absoluta. En estos instantes de suprema felicidad, el pasado y el futuro se hermanan dentro de un eterno ahora, y los grandes días cósmicos, y las grandes noches cósmicas, se suceden unas a otras dentro de un instante eterno. En esta plenitud de la felicidad, nuestros discípulos pueden estudiar toda la sabiduría del fuego sagrado entre las llamas abrasadoras del universo. Así es como nuestros discípulos aprenden a funcionar sin vehículos materiales de ninguna especie, para estudiar todos los secretos de la naturaleza y del cosmos”.
“Hay necesidad de que el Íntimo aprenda a desvestirse para funcionar sin vehículos, en el Gran Alaya del mundo. Concentración, Meditación y Samadhí, son los tres caminos obligatorios de la Iniciación. Primero se fija la atención en el cuerpo sobre el cual queremos practicar, luego se medita en su constitución interna, y llenos de beatitud, decimos: Yo no soy este cuerpo. Concentración, Meditación y Samadhí, los tres son llamados en oriente, un Samyasin, sobre cada uno de nuestros vehículos.”
“Para poder despojarnos de cada uno de nuestros vehículos inferiores, practicaremos un Samyasin sobre cada uno de nuestros vehículos. Los grandes ascetas de la meditación son los grandes Samyasin del entendimiento cósmico, cuyas llamas flamean en El Universo. Para ser un Samyasin del pensamiento, es urgente haber adquirido castidad absoluta, tenacidad, serenidad y paciencia. Después de cierto tiempo de práctica, nuestros discípulos podrán libertarse de todos sus seis vehículos, para funcionar en el Gran Alaya del universo, sin vehículos de ninguna especie. El discípulo notará que sus sueños comienzan a hacerse cada día más claros, y entonces comprenderá que cuando su Cuerpo Físico duerme, el hombre interno viaja, actúa y trabaja dentro de los mundos suprasensibles. Ahora entenderá el discípulo que los llamados sueños, son experiencias vividas en los mundos internos”.
“Los Samyasin del pensamiento adquieren la conciencia continua. Es necesario adquirir la más profunda serenidad, es urgente desarrollar la paciencia y la tenacidad. Hay que permanecer indiferente ante la alabanza y el vituperio, ante el triunfo y la derrota. Es necesario cambiar el proceso del razonamiento por la belleza de la comprensión. Es indispensable hacer una suma de todos nuestros defectos, y dedicarnos a acabar con todos ellos. Aquel que intente acabar con todos los defectos al mismo tiempo, se parece al cazador que quiere cazar diez liebres al mismo tiempo, entonces no caza ninguna.”
“Para llegar a ser Maestro del Samadhí, es urgente cultivar una rica vida interior. El Gnóstico que no sabe sonreír, tiene tan poco control como aquel que sólo conoce la carcajada de Aristófanes. Hay que adquirir un completo control de sí mismo. Un Iniciado puede sentir la alegría, pero jamás caería en el frenesí de la locura. Un Iniciado puede sentir la tristeza, pero jamás llegaría hasta la desesperación. Aquel que se desespera por la muerte de un ser querido, todavía no sirve para Iniciado, porque la muerte es la corona de todos”.
“Durante las prácticas de meditación, los Chacras del Cuerpo Astral de nuestros discípulos, entran en actividad, y entonces el discípulo comienza a percibir las imágenes de los mundos suprasensibles. Al principio, el discípulo sólo percibe imágenes fugaces; más tarde, el discípulo percibe totalmente todas las imágenes de los mundos suprasensibles. Esta primera etapa del conocimiento pertenece al conocimiento “imaginativo”. El discípulo contempla entonces muchas imágenes que para él son enigmáticas, porque no las entiende. Pero conforme persevere en sus prácticas de meditación interna, va sintiendo que esas imágenes suprasensibles producen en él ciertos sentimientos de alegría o de dolor.”
“El discípulo se siente entonces inspirado en presencia de esas imágenes internas, y comprende la relación existente entre diferentes imágenes, entonces se ha levantado al “conocimiento inspirado”. Más tarde, ve cualquier imagen interna y entonces instantáneamente conoce su significado, y el por qué de cada cosa; ésta es la tercera escala del conocimiento, conocida con el nombre del “conocimiento intuitivo”.
“Imaginación, Inspiración e Intuición, son los tres caminos obligatorios de la Iniciación. A estas tres cimas inefables se llega mediante la Concentración, la Meditación y el Samadhí. Aquel que ha llegado a las cimas inefables de la Intuición, se ha convertido en un Maestro del Samadhí.”
“La sabiduría oriental se practica en el siguiente orden: Primero Asana (postura del cuerpo); segundo Pratyara (no pensar en nada). Tercero, Darana (concentración de una sola cosa). Cuarto Dyana (meditación profunda) Quinto, Samadhí (éxtasis). Es necesario colocar el cuerpo en la posición más cómoda (Asana); es indispensable poner la mente en blanco antes de la concentración (Pratyara) es urgente saber fijar la mente en una sola cosa (Darana), y así llegamos a reflexionar profundamente sobre el contenido de la cosa misma (Dyana); por este camino llegamos al éxtasis (Samadhí)”.
“Aquellos que oyen estas enseñanzas y sin embargo, continúan tercamente encerrados dentro del proceso del razonamiento, no sirven para los estudios superiores del espíritu. Todavía no están maduros. La imaginación es el traslúcido, para el sabio, imaginar es ver. La era de la razón se inició con Aristóteles; llegó a su culminación con Emmanuel Kant, y termina ahora con el nacimiento de la nueva Era de Acuario. La nueva Era de Acuario será la era de la humanidad “Intuitiva”.
“El intelectual que desprecia la imaginación, comete un gravísimo absurdo, porque todo lo que existe en la naturaleza es hijo de la imaginación. El artista que pinta un cuadro, es un gran clarividente. Uno se queda anonadado ante el “Cristo” de Leonardo da Vinci, o ante la “Madona” de Miguel Ángel. El artista percibe con su imaginación (clarividencia) sublimes imágenes, que luego pasa a sus acuarelas o a sus esculturas. La “Flauta Encantada” de Mozart nos recuerda una iniciación egipcia.”
“Cuando la diosa madre del mundo, quiere entregarle a los hombres algún juguete para que se diviertan, entonces lo deposita en la imaginación de los inventores. Así tenemos: el radio, el avión, los automóviles, etc. Las imágenes tenebrosas de los mundos sumergidos cuando son captadas por los científicos, se convierten en cañones, ametralladoras, bombas, etc. Así pues, toda la gente es más o menos clarividente, y no se puede despreciar la imaginación, porque todas las cosas son hijas de la imaginación”.
“Hay que hacer diferencia entre los hombres que no han recibido educación esotérica, y aquellos que ya se han sometido a las grandes disciplinas esotéricas. Los que ya han hecho rotar la rueda mágica de su entrecejo poseen una imaginación rica y poderosa, y todas las imágenes percibidas por ellos, van acompañadas de luz, de color, de calor y de sonidos. La gente ha olvidado el uso y el manejo de la divina clarividencia, y es necesario que nuestros estudiantes sepan que la imaginación es la misma clarividencia o sexto sentido, situado en el entrecejo. Muchas gentes creen que la imaginación es una facultad puramente mental, y que nada tiene que ver con el Chacra frontal de la clarividencia.”
“El Chacra frontal del Cuerpo Astral está íntimamente relacionado con el Chacra frontal del Cuerpo Mental, con el Chacra frontal del Cuerpo Etérico y con la glándula pituitaria, situada en el entrecejo del Cuerpo Físico. Así pues, la imaginación pertenece a todos los planos de conciencia universal, y la clarividencia es precisamente la misma imaginación, susceptible de desarrollo, evolución y progreso, dentro de nuestro universo interior”.
“Es necesario que los devotos del sendero tengan una mente bien equilibrada. Cuando nosotros hablamos de lógica, aludimos a una lógica trascendental, que nada tiene que ver con los textos de la lógica escolástica. Toda imagen interna tiene sus correspondencias científicas en este plano de la objetividad física. Cuando las imágenes del estudiante no puedan explicarse a través del concepto lógico, es señal de que la mente del estudiante está perfectamente desequilibrada. Los discípulos gnósticos deben cultivar la serenidad. La serenidad es la clave más poderosa para el desarrollo de la clarividencia”.
“La cólera destruye la armonía íntima y daña totalmente los pétales del chacra del entrecejo. La cólera descompone la luz astral en un veneno llamado “Imperil”, que daña los pétalos del Chacra del entrecejo, y obstruye los canales del sistema nervioso gran simpático. Entre la augusta serenidad del pensamiento que flamea abrasadoramente, debemos contemplar las imágenes internas, sin el proceso deprimente de la razón. En presencia de una imagen interna, nuestra mente debe fluir integralmente con el dulce fluir del pensamiento. Entre los cuadros imaginativos, nuestra mente vibrará con las ondas del discernimiento. El discernimiento es percepción directa de la verdad, sin el proceso de la elección conceptual. El proceso de la elección, divide a la mente entre el batallar de la antítesis, y entonces las imágenes internas se esconden como las estrellas, tras los densos nubarrones de los razonamientos. Nuestra mente debe volverse exquisitamente sensible y delicada. La mente debe libertarse de toda clase de trabas, para comprender la vida libre en su movimiento”.
“Los deseos de toda especie son trabas para la mente. Los prejuicios y los preconceptos son trabas para el entendimiento. Las escuelas son “jaulas” donde la mente queda prisionera. Debemos aprender a vivir siempre en el presente, porque la vida es un instante siempre eterno. Nuestra mente debe convertirse en un instrumento flexible y delicado para el Íntimo. Nuestra mente debe tornarse inocente. Durante las prácticas de meditación interna debemos estar en el más rotundo reposo interior, porque toda agitación de la mente, toda actitud de impaciencia turba la mente e impide la percepción de las imágenes internas. En el mundo físico, toda actividad va acompañada del movimiento de nuestras manos, piernas, etc., pero en los mundos internos necesitamos el más profundo reposo, la calma más absoluta para recibir las imágenes internas que vienen a la mente como una gracia, como una bendición”.
“Es indispensable que nuestros discípulos cultiven la bella cualidad de la Veneración. Debemos venerar profundamente todas las cosas sagradas y divinas. Debemos venerar profundamente todas las obras del Creador. Debemos venerar profundamente a los Venerables Maestros de la Fraternidad Universal Blanca. El respeto y la veneración, nos abren completamente las puertas de los mundos superiores.”
“No debemos tener preferencias por nadie, debemos atender con el mismo respeto y con la misma veneración, tanto al mendigo como al gran señor. Debemos cultivar la misma cortesía para atender igualmente al rico y al pobre, al aristócrata y al labriego, sin preferencias para ninguno. Debemos cultivar la paciencia y la serenidad. Las hormigas y las abejas son pacientes y previsivas. Debemos acabar con las ansias de acumulación y la codicia. Debemos aprender a ser indiferentes ante el oro y las riquezas. Debemos aprender a apreciar más la doctrina del corazón.”
“Aquel que desprecie la doctrina del corazón, por seguir la doctrina del ojo (teorías, escuelas, culturas librescas, etc.), no podrá llegar jamás a las grandes realizaciones. Tenemos que aprender a conocer lo bueno de lo malo, y lo malo de lo bueno. En todo lo bueno hay algo de malo, en todo lo malo hay algo de bueno. Aunque parezca increíble, las Marías Magdalenas, están más cerca de la Iniciación, que muchas doncellas. Aunque se le hago raro al estudiante, a veces está más cerca de la iniciación aquel que todos señalan con el dedo y acusan, que aquel santurrón que sonríe dulcemente ante el auditorio de una logia o templo.”
“Pablo de Tarso fue un verdugo y un asesino antes del acontecimiento que le sobrevino en su camino a Damasco. La instantánea transformación de este hombre sorprendió a los santos de Jerusalén. El malvado se convirtió en profeta. Cristo supo apreciar la belleza de los dientes en el cadáver de un perro en descomposición. En el Demonio Belcebú, flameaban llamas azules, que sirvieron para transformarlo en discípulo de la Jerarquía Blanca.”
“Entre el incienso de la oración, muchas veces se esconde el delito. El discípulo no debe juzgar a nadie, ni criticar a nadie, para formar una rica vida interior. A veces hablar es un delito, y otras callar también lo es. Es tan malo hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe hablar. Hay que aprender a manejar el Verbo, y saber calcular con exactitud el resultado de nuestras palabras. Una misma palabra puede servir de bendición para una persona y de insulto para otra. Por ello es que antes de hablar una palabra debemos calcular muy bien su resultado.”
“Los señores del Karma (la Justicia de Dios), juzgan las cosas por sus hechos, sin tener en cuenta las buenas intenciones. Nuestra mente debe ser sencilla, humilde y llena del más profundo respeto. Nuestros discípulos deben evitar cuidadosamente toda disputa para no derrochar sus energías inútilmente. Quien quiera aceptar la doctrina de los gnósticos, que la acepte, pero quien no quiera aceptarla es porque no está maduro todavía, y es inútil entonces entablar disputas con él para convencerlo”.
“Que las disputas sean prohibidas, que la discordia en palabra sea derrumbada, que todas las malezas dejen claro camino. Debemos cultivar la gratitud, porque la ingratitud y la traición se hermanan. Hay que acabar con la envidia, porque de la envidia salen los Judas que venden al Maestro por treinta monedas de plata. La envidia es la flor venenosa que más abunda entre los tenebrosos pantanos de todas las escuelas espirituales del mundo. La envidia suele disfrazarse con la toga del juez. Debemos cultivar la sinceridad, porque en la sustancia de la sinceridad germinan las flores más bellas del espíritu. Todas las cualidades nos darán una rica vida interior; así es como nos preparamos internamente para las grandes disciplinas esotéricas de la mente que flamea entre las llamas abrasadoras del universo”.
Esta conferencia para mí fue trascendente, pues me aclaraba que sólo se puede alcanzar la cultura mental y la transformación étnica, practicando la Suprasexualidad, que es la senda que conduce, incontrovertiblemente a la iluminación en el mundo de la mente cósmica. Ahora bien, ¿cómo se puede hablar de sublimación humana, de transformación radical de la raza, sin poseer una sólida cultura mental? Como pude comprender en esta plática, es más que imposible el cambio de la mente, si se desconocen las íntimas relaciones existentes entre la sexualidad y la mente. Debería la programación de los centros educativos, estudiar las primeras nociones de la sexualidad en relación con la mente.
En verdad, la ignorancia es atrevida, pues la gente cree ciegamente que jugando fútbol, montando a caballo, o lo que llaman, “practicando un deporte”, se puede lograr eso que ampulosamente se denomina “novísimas concepciones”, “cultura mental”, “aristocracia de la inteligencia” y el “conocimiento espiritual”. Es imposible vida metódica y plena de atención, en un individuo que tiene su mente degenerada por el morbo de la pasión carnal...
Una tarde mi amigo me comentó, cuado le planteé el tema de la mente y la sexualidad: Mire –me dijo- ¿cómo puede tener verdaderamente anhelos espirituales un individuo si es adúltero, fornicario, masturbador y cosas por el estilo? Fíjese –me recalcó- si nuestros pensamientos no están penetrados por la energía determinativa de la naturaleza, que es la energía sexual, son muy débiles, ilusos, vuelan sin alma sus pensamientos, se desintegran rápidamente.
Y en realidad, me quedé reflexionando, ¡cómo ignoran las gentes que la energía determinativa es la fuerza sexual! Por lo tanto, si un individuo tiene su glándula pineal atrofiada por la eyaculación habitual del “Ens Seminis”, no puede triunfar en la vida; no podemos continuar ignorando las íntimas relaciones existentes entre la glándula pineal y las glándulas sexuales; y que la glándula pineal es el centro emisor del pensamiento.
Una mañana vino a verme mi amigo, me traía una tarjeta de invitación para asistir a una conferencia del V. M. Samael Aun Weor, en el “Auditorio Municipal para la Cultura”, ese día sería el 30 de abril a las 6 P. M. Aproveché para volverle a tocar el tema de la Suprasexualidad, y fuimos sacando como conclusión que para las personas espantosamente lujuriosas, es ostensible el gran sacrificio de la no-eyaculación.
Es conveniente afirmar que la naturaleza no hace saltos; por lo tanto, puede y debe el principiante realizar el cambio poco a poco, o sea, si realmente quiere consolidar, afianzar y fijar la Suprasexualidad, es necesario comenzar con prácticas sexuales cortas, tiempo muy breve; y después se puede ir alargando en cada práctica.
Mi amigo me informó que los grandes atletas (ya sea varón o mujer) de la Suprasexualidad realizan esta práctica durante una hora diaria con su cónyuge. Luego entonces, el cambio debe realizarse en forma metódica, con muchísima paciencia, sin desmayar jamás.
Para practicar la Suprasexualidad se debe saber controlar el espasmo, el varón y el orgasmo, la mujer. Si el neófito fracasa al principio en este esfuerzo, no debe desmayar, al fin aprenderá con mucha paciencia y esfuerzo. Una de las maravillosas ventajas de la Suprasexualidad es la de conservar la potencia sexual durante toda la existencia.
Aprender a pensar,
da una forma más independiente y perfecta de vivir
E
n la sala de conferencias, mientras esperaba la hora de inicio, recordé una frase de Abraham Lincoln: “El progreso humano está en el corazón del hombre”. Y en este instante era testigo de mi propio corazón que se estaba enamorando de este cuerpo de doctrina, una enseñanza revolucionaria en el sentido más completo de la palabra, pero que contiene los mismos principios que enseñara el Buda en secreto a sus discípulos, o lo que el Gran Kabir Jesús entregara también en secreto a sus apóstoles, es el mismo cuerpo de doctrina, sólo que ahora el V. M. Samael Aun Weor lo está entregando en forma revolucionaria; este cuerpo de doctrina, en sí mismo, es claro, específico, concreto y preciso. Este cuerpo de doctrina se fundamenta en 1°. Llegar al Nacimiento Segundo, mediante esta clave: “Conexión Phalo-Útero sin eyacular el “Ens Seminis”. 2°. Eliminar todo el Ego que llevamos, dentro a fin de que la Conciencia quede en nosotros perfecta, pura, inmaculada. 3°. Sacrificio por la humanidad, eso es amor en la práctica; estar siempre dispuesto a dar hasta la última gota de sangre por nuestros semejantes.
El salón era muy inmenso y a simple vista se percibía un aspecto de sólida cultura; se encontraba visitado por gentes respetables y de jóvenes con apariencias dinámicas y con demostraciones de respeto y atención; todos inclinaron la cabeza con veneración ante la presencia, en el recinto, del V. M. Samael Aun Weor ¿Cuántas personas asistieron? No lo supe, pero si era perceptible que el salón estaba lleno de lado a lado, hasta el extremo de que muchos se contentaban con sólo escuchar los parlantes o amplificadores que retransmitían la voz del Maestro hacia fuera. Después de los saludos protocolarios y amistosos, el Maestro comenzó la plática:
“Nace un niño y de hecho recibe un cuerpo físico en forma gratuita, es obvio. Un cuerpo maravilloso con más de 15.000 millones de neuronas a su servicio, nada le ha costado; conforme el niño va creciendo, la mente sensual se va abriendo poco a poco y esta última en sí misma y por sí misma se informa mediante las percepciones sensoriales externas Y es precisamente con los datos aportados por tales percepciones, como la mente sensual, elabora siempre sus conceptos de contenido, motivo por el cual ella jamás puede saber algo sobre lo Real. Esos procesos razonativos son subjetivos, se mueven dentro de un círculo vicioso, desde las percepciones sensoriales externas. Ahora comprenderán ustedes un poco mejor, lo que es la razón subjetiva en sí misma. Mas, ha de hacerse una plena diferenciación, entre razón subjetiva y razón objetiva. Es obvio, que el niño, tiene que pasar por todos los procesos educacionales: kinder, primaria, secundaria y hasta universidad. La razón subjetiva se nutre con todos los datos que las distintas instituciones escolásticas le aportan, pues en verdad, que ningún Instituto docente podría dar al niño, o al joven, o al adolescente, datos exactos sobre eso que no es del tiempo, sobre eso que es lo Real”.
“En verdad amigos, que las especulaciones de la razón subjetiva vienen a conducir al intelectual, al terreno absurdo, dijéramos, al utopismo; o en el mejor de los casos, de las simples opiniones de tipo subjetivo, etc., pero nunca a la experiencia verdadera de eso que no es del tiempo, de eso que es la verdad. En cambio la razón objetiva, que desgraciadamente, no recibe ninguna instrucción, para la cual no hay escuelas, permanece siempre abandonada. Indubitablemente, los procesos razonativos de la razón objetiva, obviamente, nos conducen a postulados exactos; pero el niño desde un principio es educado subjetivamente, para él no existe ninguna forma de instrucción superior. Los datos que los sentidos aportan a la mente subjetiva del adolescente, a la mente sensual, todas las cuestiones escolásticas, de familia, etc., son meramente empíricas y subjetivas, y eso es lamentable”.
“Al principio el niño no ha perdido todavía la capacidad de asombro. Se asombra ante cualquier fenómeno: Un hermoso juguete, despierta en él ese asombro, y se divierten los niños con sus juguetes; mas conforme van creciendo, conforme su mente sensual va recibiendo datos de la escuela, del colegio, la capacidad de asombro va desapareciendo, y al fin llega el instante en que el niño se convierte en joven y el joven ya ha perdido por completo esa capacidad. Desdichadamente, los datos que uno recibe en los colegios, en las escuelas, en centros educacionales, sólo sirven para nutrir, como ya dije, la mente sensual, pero nada más. En esa forma y con esos sistemas de educación actuales, lo único que realmente se logra es forjarnos en la escuela, en la academia, en la universidad, una personalidad artificial. Téngase en cuenta, mis caros amigos, que en realidad de verdad, los conocimientos que se estudian en las universidades, jamás servirían para formar al Hombre Psicológico”.
“En nombre de la verdad hemos de decir claramente, que las materias que se estudian actualmente, en los institutos docentes, no tienen relación alguna con las distintas partes del Ser. Por eso es que sólo sirven para falsear los cinco cilindros de la máquina orgánica, quitarnos la capacidad de asombro, desarrollar la mente sensual, forjar en nosotros una personalidad falsa, y eso es todo. Así pues, que se entienda claramente, que la mente sensual en forma alguna, podría producir en nosotros, una transformación radical. Es conveniente entender que la mente sensual, por muy culta que parezca, nunca podría sacarlo a uno del automatismo y de la mecanicidad en que se encuentra toda la gente, todo el mundo. Una cosa es el hombre meramente animal, es decir, el “animal intelectual” y otra cosa en verdad, muy diferente por cierto, es el verdadero Hombre Psicológico. Al citar la palabra “Hombre”, incluye también, naturalmente, a la mujer y eso se debe entender claramente. Nacemos con un cuerpo físico maravilloso, pero necesitamos hacer algo más; formar el cuerpo físico no es difícil: lo heredamos. Pero formar el Hombre Psicológico, sí es difícil”.
“Para formar el cuerpo físico no necesitamos trabajar sobre sí mismos, pero para formar al Hombre Psicológico, sí debemos trabajar en sí mismos, eso es obvio. Se trata pues de organizar la psiquis que está desordenada, para formar al Hombre Psicológico, que es el verdadero Hombre, en el sentido más completo de la palabra. Decía el Maestro Gurdjieff: “...que la máquina orgánica no tiene ninguna psicología”. Tengo que disentir bastante con él en esa cuestión. Sí existe psicología en cualquier máquina orgánica llamada hombre, equivocadamente por cierto. Lo que sucede es que está desorganizada, eso es distinto. Organizar esa psicología dentro del animal intelectual es lo urgente, lo inaplazable, lo impostergable; si es que queremos en verdad crear el verdadero hombre, que es el Hombre Psicológico. Distíngase pues, entre el “animal intelectual”, equivocadamente llamado Hombre y el verdadero y auténtico Hombre Psicológico”.
“Nosotros necesitamos trabajar sobre sí mismos, si es queremos crear a tal Hombre. Sin embargo, hay lucha en nosotros, la mente sensual es enemiga declarada de la mente superior. La mente sensual se identifica con cualquier circunstancia, si por ejemplo, nos encontramos en un opíparo banquete, nos identificamos tanto con las viandas que nos convertimos en glotones. Si nos brindan una copa, nos identificamos tanto con el vino, que terminamos embriagados. Si nos encontramos en nuestro camino una persona del sexo opuesto, fascinante, interesante, nos identificamos tanto con ella, que al fin terminamos nosotros, en fornicarios o convertidos simplemente en adúlteros. En estas circunstancias y de este modo, no es posible crear al Hombre Psicológico. Si por alguna parte hemos de iniciar el trabajo de crear el Hombre Psicológico, será en realidad de verdad, trabajando sobre sí mismos, no identificándonos jamás con ninguna circunstancia y auto-observarnos de instante en instante, de momento en momento”.
“Hay quienes cierran el camino: Existen Sociedades, Escuelas, Ordenes, Logias, Religiones, Sectas, que pretenden organizar la psiquis humana, mediante ciertas máximas que llamaríamos “de oro”. Comunidades que pretenden mediante tal o cual máxima, comportarse en todas las circunstancias de la vida, a fin de conseguir algo que ellos llamarían: purificación, santidad, etc. Todo esto es urgente analizarlo. Es obvio que una máxima cualquiera de tipo ético, religiosa, nunca podría servir de patrón para los distintos aconteceres de la vida. Una máxima, aún estructurada con la lógica superior de un Ouspensky, por ejemplo, en verdad que jamás podría crear un nuevo Cosmos, ni una nueva naturaleza. Supeditados estrictamente a una máxima con el propósito de organizar nuestra psiquis, sería absurdo, esto significaría convertirnos en esclavos, obviamente”.
“De manera que conviene que reflexionemos sobre muchos catálogos éticos, códigos morales, o máximas de oro. Ellas no pueden transformar; esas reglas o máximas, jamás pueden transformar a nadie, eso es obvio. Además hay factores que hay que analizar antes de entrar uno en el trabajo de organizar la psiquis. Incuestionablemente, un enunciado demostrativo, por ejemplo, por muy rico y perfecto que él parezca, podría ser falso, y lo que es peor intencionalmente falso. Así que, al intentar nosotros una transformación de psiquis, tenemos que volvernos un poco más individuales, no quiero decir egoístas, entiéndase esto como: Aprender a pensar mejor, de una forma más independiente y perfecta”.
“Así que muchas sentencias sagradas, máximas de oro, como ya dije, aforismos que todo el mundo considera perfectos, realmente no podrían servir de patrón de medida para conseguir una transformación auténtica y una organización de la psiquis dentro de nosotros. Se trata de organizar la psiquis interna y tenemos que salir de tanto racionalismo de tipo subjetivo, e ir como se dice, al grano, a los hechos, afrontar nuestros propios errores como son, no querer nunca justificarlos, no tratar de huir de ellos, no intentar disculparnos. Se necesita que nos volvamos más serios en la analítica, tenemos que ser más juiciosos, más comprensivos. Si en verdad no buscamos escapatorias, entonces sí podemos trabajar sobre sí mismos, para conseguir la organización del Hombre Psicológico y dejar de ser meros “animales intelectuales”, como hasta ahora somos. Auto-Observación psicológica es básica. Se necesita en verdad Auto-Observarnos de instante en instante, de segundo en segundo. ¿Con qué objetivo? Uno. ¿Cuál? Descubrir nuestros defectos de tipo psicológico, pero descubrirlos en el terreno de los hechos. Observarlos directamente, juiciosamente, sin evasivas, sin disculpas, sin escapatorias de ninguna especie”.
“Una vez que un defecto ha sido debidamente descubierto entonces y sólo entonces, podemos nosotros comprenderlo, y al intentar nosotros comprenderlo, debemos repito: ser severos consigo mismos. Muchos cuando intentan comprender un error, lo justifican o lo evaden, o lo esconden de sí mismos y eso es absurdo. Hay también algunos hermanitos gnósticos, que al descubrir tal o cual defecto en sí mismos, comienzan con su mente teórica, a hacer especulaciones y eso es gravísimo; porque como ya dije y lo repito: las especulaciones de la mente, meramente sujetiva, van a desbocar forzosamente en el terreno del cohecho, eso es claro. Así, pues, si se quiere entender un error, las especulaciones meramente subjetivas, deben ser eliminadas, se necesita haber observado el error directamente. Sólo así mediante una correcta observación, es posible corregir la tendencia a la especulación”.
“Una vez que uno ha comprendido íntegramente cualquier defecto psicológico, en todos los niveles de la mente, entonces sí puede darse el lujo de quebrantarlo, de desintegrarlo, de reducirlo a cenizas, a polvareda cósmica. Sin embargo, no debemos olvidar nunca que la mente, por sí misma, no puede alterar radicalmente ningún defecto. La mente por sí misma puede rotular cualquier defecto con distintos nombres, puede pasarlos de un nivel a otro, esconderlos de sí misma, esconderlos de los demás pero nunca desintegrarlos. Muchas veces les he hablado aquí, he dicho que necesitamos de un poder que sea superior a la mente, un poder que en verdad pueda reducir a cenizas a cualquier defecto de tipo psicológico; afortunadamente este poder existe en el fondo de nuestra psiquis, me refiero claramente a Stella Maris, la Virgen del Mar, es una variante de nuestro propio Ser, pero derivado. Si nosotros nos concentramos en esa fuerza variante que existe en nuestra psiquis, que algunos pueblos le denominan Isis y otros Tonantzin y aquellos Diana, etc., seremos asistidos. Entonces el defecto en cuestión puede ser reducido a polvareda cósmica”.
“Cualquier agregado psíquico, viva personificación de tal o cual error, una vez que ha sido desintegrado, libera algo, eso se llama: Esencia. Es claro que dentro de cualquiera de esas botellas, conocidas como agregados psíquicos, existe Esencia o Conciencia anímica enfrascada. Al quebrantarse este o aquel error, el porcentaje de Esencia allí depositado o embotellado es liberado. Cada vez que un porcentaje de Esencia anímica es liberado, aumenta de hecho y por derecho propio, el porcentaje de Conciencia. Y así conforme nosotros vamos quebrantando los agregados psíquicos, el porcentaje de Conciencia despierta se irá multiplicando. Y cuando la totalidad de los agregados psíquicos sea reducida a cenizas, la Conciencia habrá despertado también en su totalidad. Si sólo hemos quebrantado un cincuenta por ciento de elementos psíquicos inhumanos, indeseables, poseeremos obviamente un cincuenta por ciento de Conciencia objetiva, despierta. Mas si nosotros conseguimos quebrantar el ciento por ciento de los agregados psíquicos indeseables, lograremos de hecho y por derecho propio, un ciento por ciento de Conciencia objetiva. Así es que basándose en multiplicaciones incesantes, nuestra conciencia irá resplandeciendo cada vez más, eso es obvio”.
“Lograr el absoluto despertar, es lo que queremos nosotros y es posible lograrlo si marchamos por el camino correcto, de lo contrario no sería posible lograrlo, eso es claro. En todo caso, a medida que nosotros vayamos quebrantando los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos, distintas facultades, irán aflorando en nuestra psiquis. Cuando se haya conseguido la aniquilación budista, entonces en verdad, habremos conseguido la más absoluta Iluminación. Esta palabra: aniquilación budista, molesta mucho a determinadas organizaciones de tipo pseudo-esoteristas y pseudo-ocultista; a nosotros en vez de fastidiarnos tal palabra nos agrada realmente. Conseguir el ciento por ciento de Conciencia es algo anhelable, son muchos los que se sienten amargados, los que padecen entre las tinieblas, los que sufren por las distintas circunstancias amargas de la vida. La Iluminación es algo muy anhelable, pero la Iluminación tiene una razón de ser, la razón de ser de la Iluminación es el Dharmadhatu, esta palabra de tipo sánscrito, sonará un poco extraña a los oídos de los aquí presentes: Dharmadhatu, viene de su raíz Dharma”.
“Podría alguien desintegrar los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos, sin embargo, no por ello lograría la Iluminación radical. Aquí entra en juego eso que se llama el Tercer Factor de la Revolución de la Conciencia, el del Sacrifico por la humanidad. Si nosotros no nos sacrificamos por la humanidad, no sería posible conseguir la Iluminación absoluta, porque, repito: La razón de ser de la Iluminación es el Dharmadhatu. Es obvio que si desintegramos el Ego se nos paga, es cierto y de toda verdad que si creamos los Cuerpos Existenciales Supriores del Ser, se nos paga. No podemos negar que si nosotros nos sacrificamos por nuestros semejantes, se nos paga, todo eso es indubitable. Para conseguir la Iluminación absoluta, se necesita trabajar con los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia: Nacer, es decir, crear los vehículos existenciales Superiores del Ser. Morir, desintegrar el Ego en su totalidad, Sacrificio por la humanidad. He allí los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia”.
“Pero como les decía a ustedes, tenemos que saber trabajar sobre sí mismos, eso es obvio. Necesitamos organizar al Hombre Psicológico dentro de sí mismos, primero que todo, antes de conseguir nosotros la Iluminación absoluta: El Hombre Psicológico debe nacer en nosotros y nace en nosotros cuando se organiza la psiquis. Hay que organizar la psiquis dentro de sí mismos aquí y ahora. Si nosotros trabajamos correctamente: organizamos la psiquis, por ejemplo, no malgastar las energías del Centro Emocional, si no malgastamos las energías de la mente o del Cerebro-Motor-Instintivo-Sexual, es obvio que con tal reserva, creamos o venimos a dar forma al segundo cuerpo psicológico de nosotros, un cuerpo para las emociones. Es indubitable que si nosotros nos liberamos de la mente sensual, conseguiremos en realidad de verdad ahorrar energías intelectuales, con las cuales podríamos nutrir al tercer cuerpo psicológico: a la Mente Individual”.
“Y al pronunciarme contra la mente sensual, quiero que entiendan claramente, que no dejo de reconocer la utilidad de la mente sensual y que necesitamos vivir en perfecto equilibrio, saber manejar la mente superior y saber usar la mente sensual. Porque si uno no sabe usar la mente sensual, se olvida de que tiene que pagar la renta, se olvida que debe comer para existir; se olvida de que tiene que vestirse, anda en la calle en el más completo desaliño, no cumple con sus deberes en la vida; entonces la mente sensual es necesaria. Pero hay que saberla manejar inteligentemente, con equilibrio. Es decir la mente superior y la mente sensual, deben equilibrarse en la vida, eso es obvio. Hay gentes que se preocupan únicamente por la mente superior. Ejemplo: determinados ermitaños que viven en cavernas de los Himalayas, ellos olvidan que tiene una mente sensual. Desecharla simplemente así porque sí, es absurdo; se necesita que la mente sensual funcione en forma equilibrada, para cumplir con los deberes en la vida”.
“La pugna entre la mente superior y la mente sensual es espantosa, recordemos nosotros al Cristo, cuando estuvo en su ayuno en el desierto, se le presenta un demonio y le dice: “Todos estos reinos del mundo te los entregaré si te arrodillas y me adoras”. Es decir la mente sensual, tentándolo. Responde la mente superior diciendo: “Satán, Satán, escrito está, al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo obedecerás”. No se dejó Jesús, dominar por la mente sensual. Pero esto no quiere decir que no sea útil tal mente, lo que sucede es que hay que tenerla bajo control, y que debe marchar en perfecto equilibrio con la mente superior”.
“Al tratar de organizar al Hombre Psicológico, obviamente sucederá una lucha terrible entre las dos mentes: La superior o psicológica y la sensual. La mente sensual no quiere nada que se relacione con la mente superior. La mente sensual goza cuando se identifica con una escena de lujuria o cuando se identifica con un acontecimiento doloroso en la calle, o cuando se identifica con una copa de vino, etc. La mente psicológica se opone violentamente.”
“Voy a ilustrar esto con un ejemplo: iba de pronto en un carro, alguien conducía el automóvil, marchábamos por el carril izquierdo de una calle, por el carril derecho una dama conducía otro carro velozmente, de pronto sucede que el carruaje que conduce aquella dama, cambia de dirección intenta meterse a un supermercado, es obvio que yendo por la derecha debía quebrar para alguna parte para meterse en el supermercado, si el supermercado hubiera estado a su derecha pues, se hubiera metido hacia la derecha, pero desafortunadamente, estaba a su izquierda, y el carril izquierdo estaba ocupado por el carruaje en que nosotros viajábamos.”
“No importaba a aquella dama absolutamente nada y definitivamente quiebra hacia la izquierda, claro, viniendo a chocar con el carruaje en que nosotros íbamos; los daños no fueron graves, fueron mínimos para aquel otro carro, pero aquí viene lo interesante: como quiera que en el carro en que viajaba mi insignificante persona, el conductor reconoció no tener la culpa y en verdad no la tenía, él no era culpable de que otro carruaje se metiera por delante, quebrando violentamente en momentos en que él marchaba; naturalmente alegó eso a la dama en cuestión; la dama insistía en tener su razón, claro, su razón era floja, manifiestamente absurda, y cualquier perito de tránsito la hubiera descalificado de inmediato, sin embargo, ella insistía; llamó al seguro de ella, para arreglar el problema”.
“Después de unas dos horas el seguro no llegaba, la dama insistía en que se le pagaran unos trescientos pesos, que costaba el daño, la reparación de su vehículo, que ella misma había destruido; los tripulantes estaban airados en gran manera y aunque cualquiera de ellos hubiera podido pagarlos, no estaban dispuestos a hacerlo, era tal la ira que tenían. De mi parte resolví no identificarme con aquella circunstancia, pues nuestra disciplina psicológica, nuestro judo psicológico, dijéramos, nos indica que en tales casos uno no debe identificarse.”
“Es obvio que permanecí sereno, de acuerdo con nuestro judo psicológico; bueno, pero el tiempo se pasaba, dos horas y posiblemente muchas más tendríamos que aguardar, pues el seguro no aparecía. Al fin la dama aquella llegó, muy respetuosamente, hacia mí, pues vio que era el único que estaba sereno, los demás tripulantes vociferaban. Me dice: “Señor, si me diera usted, siquiera trescientos pesos, dejamos esta cuestión a un lado, que estoy perdiendo el tiempo, y todos lo estamos perdiendo...”. Le dije: “Observe usted la posición en que están esos dos carros, quería usted quebrar a la izquierda debería haber tirado al carril izquierdo, pero usted va por el carril derecho y, sin embargo, intenta entrar en ese supermercado, no es posible entrar por el carril derecho cuando el izquierdo va ocupado, cualquier perito en tránsito la descalifica. “Señor pero qué hacemos perdiendo el tiempo, no viene el seguro”. Bueno, tome sus trescientos pesos y vaya usted en santa paz, no hay problema, siga su viaje”.
“Es obvio que hubo una protesta general de los tripulantes, se indignaron no solamente contra aquella dama, sino contra mí también. Era tal el estado en que se encontraban que no podían menos que protestar, se encontraban absolutamente identificados con la escena. Es claro que a mí me calificaron de tonto, etc., etc., etc., y otras tantas quejas. Claro, uno de los tripulantes avanzó directo hacia las damas con el propósito de insultarlas, pues eran varias, la que conducía y las acompañantes. Yo me adelanté un poquito y le dije a aquella señora: “Váyase usted en santa paz y no haga caso a los insultadores”. Bueno, la mujer muy feliz desde lejos, me alcanzó a dar el último saludo y el carro se perdió allá por esas calles de la ciudad”.
“Hubiera podido seguir aguardando, tres, cuatro, seis horas, toda una tarde y posiblemente hasta la noche, hasta que llegara el seguro, para concluir en cualquier arreglo todo. Realmente no había problema grave, los daños de aquel carro eran mínimos, pero aunque los tripulantes aquellos tenían dinero, de ninguna manera estaban dispuestos a pagar, se encontraban tan identificados con la escena, que obviamente no tenían ganas de, como se dice: “dar a torcer el brazo”. Les salvé ciertamente de una cantidad de pormenores y detalles molestos, les evité, si es posible, ir a la Delegación, les evité cincuenta mil tajantes tonterías, amarguras y discusiones. Pero ellos se encontraban muy identificados con aquel suceso, que ni cuenta se daban del bien que se les había hecho. Así es la gente; de manera que, mis queridos amigos, en realidad de verdad deben ustedes entender, que identificarse con las circunstancias trae problemas.”
“Es absurdo identificarse con las circunstancias, completamente absurdo, se gastan las energías ¿Con qué energías organizaría uno, por ejemplo, el Cuerpo Astral, si se deja llevar por esos estallidos de ira, o de esos berrinches espantosos, de esos corajes que no tienen razón de ser, todo por identificarse con las circunstancias? ¿Con qué fuerzas podría darse uno el lujo de crearse una mente individual, si uno en verdad, despilfarra sus energías intelectuales, las malgasta en tonterías, en hechos similares al que les he contado? La creación del segundo cuerpo nos invita a ahorrar energías emocionales y la creación de un tercer cuerpo la Mente Individual, nos hace comprender la necesidad de ahorrar nuestra energía mental”.
“Ahora bien, si nosotros no aprendemos en verdad a dejar las antipatías mecánicas, si nosotros estamos siempre llenos de mala voluntad hacia nuestros semejantes, ¿con qué energías crearíamos entonces el cuerpo de la Voluntad Consciente, es decir el cuarto cuerpo psicológico?... Hay que crear todo ese juego de vehículos interiores, si es que queremos, en verdad fabricar dentro de sí mismos, o dar forma dentro de sí mismos al Hombre Psicológico”.
“Bien sabemos que alguien que posea el Cuerpo Físico y un segundo Cuerpo de tipo Emocional Psicológico y un tercer cuerpo de tipo Mental Individual y un cuarto cuerpo de tipo Volitivo Consciente, puede darse el lujo de recibir sus principios anímicos para convertirse en Hombre, eso es indubitable; pero si uno, verdaderamente malgasta sus energías motrices, vitales, emocionales, mentales, volitivas, identificándose con todas las circunstancias de la vida, etc., pues es obvio, que nunca podrá organizar esos cuerpos psicológicos en nosotros, tan indispensables para que dentro de sí mismos aparezca el Hombre.”
“Así que cuando hablo de organizar la psiquis, debe saberse entender, tenemos que manejar energías, saberlas utilizar, no identificarnos para no malgastar nuestras energías torpemente, no olvidarnos de sí mismos. Cuando uno se olvida de sí mismo, se identifica, y cuando se identifica, entonces no puede dar forma a la psiquis, no puede hacer que la psiquis pues, se estructure inteligentemente en sí misma, porque malgasta las energías torpemente. Esto es urgente, entenderlo mis queridos amigos. Así pues, un Hombre Verdadero, es un hombre que ha ahorrado sus energías, y que mediante las mismas ha podido crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Un Hombre Verdadero es aquel que ha recibido sus principios anímicos y espirituales. Un Hombre Perfecto es aquel que ha desintegrado todos los elementos psíquicos inhumanos, que en vez de tales elementos indeseables, ha dado forma al Hombre Interior”.
“El Hombre Interior, es lo que cuenta. El Hombre Interior recibe su pago. La Gran Ley le paga; el Hombre Interior está despierto, porque ha desintegrado el Ego; el Hombre Real, Verdadero, que se sacrifica por sus semejantes obviamente consigue la Iluminación. Así, crear el Hombre es lo primero, es lo fundamental y esto se consigue organizando la psiquis. Pero muchos, en vez de dedicarse a organizar su propia psiquis íntima, se preocupan exclusivamente por desarrollar poderes o siddhis inferiores, eso es absurdo. ¿Vamos a empezar nosotros, a organizar la psiquis, o a desarrollar poderes inferiores? ¿Qué es lo que queremos?”
“Tenemos que ser juiciosos con el análisis, juiciosos en nuestros anhelos: si es poderes lo que estamos buscando, perdemos el tiempo miserablemente. Creo que lo fundamental es que organicemos nuestra psiquis interior, eso es lo básico, si ustedes lo entienden así, ahora mismo trabajarán en sí mismos, conseguirán darle forma a la psiquis, entonces, el Hombre Real, el Hombre Verdadero, habrá nacido en ustedes. Entiendan esto, mejor es que, en vez de andar buscando siddhis inferiores o poderes inferiores, como decimos nosotros, demos forma a la psiquis”.
“Hay un poder trascendental que nace en cualquier hombre que verdaderamente ha trabajado sobre sí mismo, me refiero en forma enfática a la Intuición, para que dejen ustedes de codiciar poderes. ¿Pero cuál es esa facultad? Se nos ha dicho que está relacionada con la glándula pineal, no lo niego, pero lo interesante es explicar cuáles son sus funciones. ¿Cómo definiríamos la Intuición? “Percepción directa de la verdad sin el proceso deprimente de la opción”, bueno, está buena esta forma de definirla pero lo encuentro muy incipiente, la usan todas las escuelitas por allí de tipo pseudo-esotérico, pseudo-ocultista; pero la analítica nos invita a ahondar más en este asunto.”
¿Qué es la Intuición? Es una facultad de interpenetración; posiblemente Hegel con su dialéctica, trate de definirla con aquello de los concretos universales; pero me parece mejor definirla con la Filosofía China, de la raza amarilla: Una Emperatriz china, no entendía bien ésta cuestión de la Intuición; un sabio trajo una veladora encendida y la colocó en el centro de un recinto y a su alrededor colocó también diez espejos, es claro que la lumbre de aquella veladora, que se reflejaba en un espejo, la proyectaba a otro espejo y el otro espejo la proyectaba al otro y el otro al otro y así, total, hasta que los diez espejos mutuamente se proyectaban la luz uno al otro, se formó un juego de luces maravilloso, un juego con interpenetración”.
“La Emperatriz entendió. He ahí la facultad de la Intuición. Si alguien ha logrado la aniquilación budista, si alguien ha conseguido fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, si verdaderamente es un Hombre, en el sentido más trascendental de la palabra, entonces la facultad de interpenetración será en él un hecho. Téngase en cuenta que uno está contenido en el Cosmos, mejor dicho, uno es una parte de un Todo.”
“Dentro del Microcosmos Hombre hay mucho, existe mucho y, sin embargo, la totalidad de uno, no es sino una parte del Todo. Ya sabemos, por ejemplo, que dentro del Ayocosmos o sea el Infinito, está contenido el Macrocosmos, dentro del Macrocosmos, que es la Vía láctea, está contenido el Deuterocosmos, el Sistema Solar. Dentro del Deuterocosmos está contenido el Sol Cósmico y dentro de éste está contenido el Mesocosmos, la Tierra. A su vez dentro del Mesocosmos está contenido pues el Microcosmos Hombre y dentro del Microcosmos Hombre está contenida, pues, la vida de lo infinitamente pequeño, el Tritocosmos”.
“Dentro de un Cosmos hay otro Cosmos y dentro de ese Cosmos hay otro, en total hay siete Cosmos, unos contenidos en otros. De manera que dentro de nosotros hay un Cosmos Inferior, eso es claro, el Tritocosmos y un Cosmos Superior, es claro, el Mesocosmos. Es decir nosotros estamos entre un Cosmos superior y un cosmos inferior. Estamos también muy relacionados con nuestros padres que nos dieron origen, a su vez de nosotros advienen los hijos, los nietos todos estamos interpenetrándonos mutuamente. Así que la interpenetración es una Ley perfectamente definida por la dialéctica de Hegel, con sus famosos conceptos que ya he explicado. Indudablemente, mis querido amigos, la existencia en un mundo cualquiera, su nacimiento, su desarrollo, y muerte, quedan reflejándose también dentro del Hombre Verdadero, que ha logrado la Aniquilación Budista”.
“Así éste, entonces, puede decir también “conozco la historia de ese planeta”. Todo el Mahamvantara puede reflejarse en la uña de un Hombre Auténtico, y reflejarse con tanta exactitud que el Buda ese, no ignore nada. Todo lo que pueda suceder en una nación puede reflejarse en la psiquis de un Hombre que ha pasado por la aniquilación budista, y reflejarse con tanta precisión, con tanto detalle, que éste, claro, no llegue a ignorar ni el más insignificante acontecer. Así, pues, deduzcan ustedes o infieran de lo que he dicho lo que es la Intuición: la facultad de interpenetración. Si conseguimos que toda la historia de esta galaxia se refleje en nosotros, ¿ignoraríamos algo, por ejemplo, en relación con esta galaxia? Pues claro que no. La galaxia con todos sus procesos puede reflejarse en nuestra psiquis, con tanta naturalidad, mis queridos amigos, como la veladora aquella del ejemplo que he puesto, que se reflejaba en los espejos”.
“Espero que todos ustedes hayan comprendido a fondo cómo se fabrica el Hombre Psicológico. ¿Tienen alguna pregunta que hacer? Con entera libertad quien quiera, puede preguntar”.
Sólo hubo una pregunta que el V. M. Samael Aun Weor respondió muy lacónicamente. Luego interrogó: ¿Alguna otra pregunta quiere formular cualquiera de las personas aquí presentes? Con el más absoluto silencio todos los asistentes manifestaron al Maestro que habían entendido perfectamente la conferencia, por lo cual dio por terminada su brillante explicación, no sin antes desearnos a todos muchos éxitos en nuestros estudios Gnósticos.
El Maestro dejó en cada uno de los presentes profundas inquietudes. Seguidamente salimos del recinto plenamente satisfechos de haber tenido la gran oportunidad de escuchar a este Gran Rey del Círculo Consciente de la Humanidad Solar.
Por aquellos días de esta plática del V. M. Samael Aun Weor, empecé a comprender que la identificación, era uno de los peores males, una de las plagas más terribles, el gran óbice para crear al Hombre Psicológico. La identificación mantiene a la gente dormida y así les impide despertar, y como máquina que somos nos identificamos a cada instante. Nos identificamos con nuestros pensamientos, con nuestros sentimientos y nos identificamos con lo que sucede en la vida exterior.
En uno de los encuentros con mi amigo en el café de siempre, me manifestaba que cuando un hombre está totalmente dormido es porque se encuentra identificado con cada pensamiento que se le presenta automáticamente, con cada sentimiento, y con cada estado de ánimo que surge en él, automáticamente. Pero que la Observación de sí -agregaba mi amigo- conduce a la no-identificación con nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y actitudes.
El alma siempre sabe lo que quiere y en cuanto empieza la no-identificación, comienza a pedir lo suyo, y hay un comienzo de vida genuina y un aporte de nuevas energías; de tal manera que iba cayendo en cuenta que todo cuanto hay de falso en la personalidad, que se aprovecha de uno y ejerce su poder de esclavitud, que mata el alma, iba cediendo ante la práctica de lo que le escuché al Maestro. Practicar la Observación de Sí es un derecho que el ser humano no utiliza, y por ello su alma o Conciencia, va perdiendo las posibilidades de crecimiento y perfección. El ser humano es algo más que el cuerpo y los sentidos, pero no lo sabe, no lo comprende porque se encuentra siempre identificado consigo mismo y con el mundo exterior o de apariencias. El ser humano está obcecado por sus propias ideas, y mientras esté en semejante condición no podrá descubrir nada de sí mismo.
Yo descubría en las palabras del Maestro un pálpito de vida universal. Como si fuera un guardián de la cultura y de la civilización. Un ayudante de Dios.
Transcurrió una semana de la última conferencia y durante ese tiempo quise comprender sus palabras y revisé a menudo mis apuntes. Me interesaba eso de despertar. Mi amigo volvió a tratar este asunto y me dijo: El despertar o la vigilia es algo difícil, pero no imposible. Es un continuo esfuerzo, un permanente andar a ciegas durante mucho tiempo hasta que logramos comprender nuestras falacias. Pero llega el “gran momento” para quien mantiene vivo el esfuerzo. Entonces se advierten las posibilidades latentes en el hombre. Es algo que uno sabe por sí mismo, no se necesita que se lo diga o interprete alguien. Se descubren distintas clases de niveles. Entonces ya uno no anda a ciegas. Sabe hacia dónde va y sabe por qué hace todo cuanto hace.
El triunfo esotérico de uno,
está en independizarnos de la mente
E
n el “Teatro para la Cultura”, se había anunciado una conferencia del V. M. Samael Aun Weor; ese anuncio fue dado a conocer por la prensa, la radio, la televisión, etc., dada la importancia mundial del personaje. Fue así, como mi amigo y yo, siendo sabedores de tal acontecimiento, nos traslados en el día 10 de mayo y hora, 4 P. M., al lugar indicado, donde se presentaría el Maestro, para expresar al mundo cómo y por qué debemos independizarnos de la mente para convertirnos en seres llenos de felicidad sin límites ni orillas, llenos de paz en abundancia, de vida plena.
Llegamos al “Teatro para la Cultura”; observamos una total asistencia en el primero y segundo piso, pues es un auditorio doble y las gentes coparon la totalidad de las sillas de arriba y de abajo, hasta el punto que se agolpaba la gente en todo rincón y en cada metro de terreno habían tres o cuatro personas; hasta afuera, en la calle, las gentes se volcaron.
Nosotros, mi amigo y yo, logramos con tiempo colocarnos en un lugar visible en donde podíamos percibir directamente al Maestro; allí estábamos todos ansiosos esperando el momento en que llegara. En esos instantes reflexionaba sobre el amor. El amor es la llave de todo, porque es la fuerza que conserva y mantiene todo. La fórmula: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”, requiere una consideración muy profunda. Nadie puede amar al prójimo más que a sí mismo; pero amarse a sí mismo requiere cierto tipo de impresiones un poco difícil de explicar. Si vemos y consideramos el amor desde el punto de vista sensual, veremos que quienes están enamorados lo ven todo “color de rosa”.
Pero cuando se ama a sabiendas, cuando se ama conscientemente, con pleno conocimiento, con plena comprensión, las delicias de un enamorado no son nada comparadas con las delicias del amor que sólo brota del espíritu. Amarse bien a sí mismo es anhelar el crecimiento interior y esto requiere normalidad. De modo que amarse a sí mismo implica necesariamente el equilibrio exacto de todas las funciones, incluyendo, por supuesto, la sexual. Pero esto es difícil de entender a menos que se entienda el adulterio en el amor.
El adulterio en el amor, desde este punto de vista, es tener una relación sexual con quien no se ama íntegramente. Y el amor ha de ser mutuo. Sólo el amor consciente puede originar un verdadero amor. Pero, ¿cómo podría haber amor, si dentro de cada uno de nosotros existe el odio? Una vez leí una frase de Hermes Trismegisto: “Te doy amor en el cual está contenido todo el sumun de la sabiduría”, o sea, el amor nos hace realmente sabio en todos los aspectos de la existencia, pues es en verdad el sumun de la sabiduría.
Esta reflexión me llevaba a comprender que la auténtica sabiduría no es de la mente sino del Ser, es un funcionalismo de la Conciencia, síntesis gloriosa de eso que se llama amor, porque el amor es el sumun de toda ciencia, de todo conocimiento real y verdadero. Estas deducciones me conducían a las puertas de algo que paso a paso iba viendo: El V. M. Samael Aun Weor era un sabio porque estaba establecido en el reino del amor consciente, y sólo había llegado a estas alturas liberándose de la mente, pues llegó a desintegrar los elementos mentales que lo aprisionaban, es decir, el Maestro se había emancipado de la mente y quedó en él, lo verdadero, lo Real, su Ser. Con voz quedita mi amigo me dijo: Llegó el Maestro. Me puse en alerta. Efectivamente entró ese Gran Ser con una numerosa comitiva. Un Hombre sencillo, amable, cordial, sin nada particular, con gran serenidad y equilibrio comenzó su plática:
“Es claro que nos toca irnos independizando cada vez más y más de la mente. La mente es un calabozo, una cárcel donde todos estamos prisioneros. Necesitamos evadirnos de esa cárcel si es que realmente queremos saber qué cosa es la libertad, esa libertad que no es del tiempo, esa libertad que no es de la mente. Ante todo, debemos considerar a la mente como algo que no es el Ser. La gente, desafortunadamente, muy identificada con la mente, dice: ¡Estoy pensando! y se siente siendo mente. Hay escuelas que se dedican a fortalecer la mente. Dan cursos por correspondencia, enseñan a desarrollar la fuerza mental, etc., mas todo eso es absurdo. No es fortificando los barrotes de la prisión donde estamos metidos, lo indicado, lo que necesitamos es destruir esos barrotes para conocer la verdadera libertad, que como he dicho, no es del tiempo. Mientras estemos en la cárcel del intelecto no seremos capaces de experimentar la verdadera libertad”.
“La mente, en sí misma, es una cárcel muy dolorosa, nadie ha sido feliz con la mente. Hasta la fecha no se ha conocido el primer hombre que sea feliz con la mente. La mente hace desdichadas a todas las criaturas, las hace infelices. Los momentos más dichosos que hemos tenido todos en la vida, han sido siempre en ausencia de la mente, ha sido un instante, sí, pero que ya no se nos podrá olvidar en la vida; en tal segundo hemos sabido lo que es la felicidad, pero esto sólo ha durado un segundo. La mente no sabe qué cosa es felicidad, ¡ella es una cárcel! Hay que aprender a dominar la mente, no la ajena, sino la propia, si es que queremos independizarnos de ella. Se hace indispensable aprender a mirar a la mente como algo que debemos dominar, como algo que, digamos, necesitamos amansar. Recordemos al Divino Maestro Jesús entrando en su borrico a Jerusalén en Domingo de Ramos, ese borrico es la mente que hay que someter. Debemos montar en el borrico, no que él monte sobre nosotros. Desgraciadamente, la gente es víctima de la mente puesto que no sabe montar en el borrico. La mente es un borrico demasiado torpe que hay que dominar si es que verdaderamente queremos montar en él”.
“Durante la meditación debemos platicar con la mente. Si alguna duda se atraviesa, necesitamos hacerle la disección a la duda. Cuando una duda ha sido debidamente estudiada, cuando se le ha hecho la disección, no deja en nuestra memoria rastro alguno, desaparece. Pero cuando una duda persiste, cuando queremos nosotros combatirla incesantemente, entonces se forma conflicto. Toda duda es un obstáculo para la meditación. Pero no es rechazando las dudas como vamos a eliminarlas, es haciéndoles la disección para ver qué es lo que esconden de real. Cualquier duda que persista en la mente se convierte en una traba para la meditación. Entonces, hay que analizar, descuartizar, reducir a polvo la duda, no combatiéndola, sino abriéndola con el escalpelo de la autocrítica, haciéndole una disección rigurosa, implacable. Sólo así vendremos a descubrir qué es lo que no había de importante en la duda, qué era lo que había de real en la duda y qué de irreal. Así, pues, las dudas a veces sirven para aclarar conceptos. Cuando uno elimina una duda mediante el análisis riguroso, cuando le hace la disección, descubre alguna verdad; de tal verdad viene algo más profundo, más sapiencia, más sabiduría”.
“La sabiduría se elabora sobre la base de la experiencia directa, sobre la experimentación propia, sobre la base de la meditación profunda. Hay veces que necesitamos, repito, platicar con la mente, porque muchas veces, cuando queremos que la mente esté quieta, cuando queremos que la mente esté en silencio ella persiste en su necedad, en su parloteo inútil, en la lucha de antítesis. Entonces, es necesario interrogar a la mente, decirle: Pero bueno, ¿Qué es lo que tú quieres mente? Bien, ¡contéstame! Si la meditación es profunda, puede surgir en nosotros alguna representación; en esa representación, en esa figura, en esa imagen, está la respuesta. Debemos entonces platicar con la mente y hacerle ver la realidad de las cosas, hasta hacerle ver que su respuesta está equivocada; hacerle caer en cuenta que sus preocupaciones son inútiles y el motivo por el cual son inútiles. Y al fin, la mente queda quieta, en silencio. Mas, si notamos que no surge la iluminación todavía, que aún persiste en nosotros el estado caótico, la confusión incoherente con su lucha y parloteo incesante, entonces, tenemos que llamar nuevamente a la mente al orden, interrogarla: ¿Qué es lo que tú quieres? ¿Qué es lo que andas buscando? ¿Por qué no me dejas en paz?”.
“Hay que hablar claro y platicar con la mente como si fuera un sujeto extraño, porque ciertamente ella es un sujeto extraño, porque ella no es el Ser. Hay que tratarla como a un sujeto extraño, hay que recriminarla y hay que regañarla. Los estudiantes del Zen avanzado acostumbraban al Judo; pero el Judo Psicológico; ello no ha sido comprendido por los turistas cuando llegan al Japón. Ver, por ejemplo, a los monjes practicando el Judo, luchando unos con otros, parecería como ejercicio meramente físico, mas no lo es. Cuando ellos están practicando el Judo, realmente casi no se están dando cuenta del cuerpo físico, su lucha va realmente a dominar su propia mente. El Judo en que se hallan combatiendo, es contra la propia mente de cada uno. De manera que el Judo psicológico tiene por objeto someter a la mente, tratarla científicamente, técnicamente, con el objeto de someterla. Desgraciadamente, los occidentales ven la cáscara del Judo, claro, como siempre, superficiales y necios, tomaron el Judo como defensa personal y se olvidaron de los principios del Zen y del Chang, y eso ha sido verdaderamente lamentable.”
“Es algo muy semejante a lo que sucedió con el Tarot. Se sabe que en el Tarot está toda la Sabiduría antigua, se conoce que en el Tarot están todas las Leyes cósmicas y de la naturaleza. Por ejemplo, un individuo que habla contra la Suprasexualidad, está hablando contra el Arcano IX del Tarot, por lo tanto se está echando un Karma horrible. Un individuo que hable a favor del Dogma de la Evolución, está quebrantando la ley del Arcano X del Tarot, y así sucesivamente. El Tarot es el “patrón de medidas” para todos. Como lo dije en mi libro titulado “El Misterio del Áureo Florecer”, en el que termino diciendo que los autores son libres de escribir lo que quieran, pero que no olviden el patrón de medidas que es el Tarot, el Libro de Oro, si es que no quieren violar las Leyes Cósmicas y caer bajo la Katansia que es el Karma superior”.
“Después de esta pequeña digresión, quiero decir que el Tarot tan sagrado, tan sapiente, se ha convertido en juego de póquer, en los distintos juegos de naipes que hay y para divertir a la gente. Se olvidó la gente de sus leyes, de sus principios. Las piscinas sagradas de los Templos antiguos, de los Templos de Misterios, se convirtieron hoy en las albercas para bañistas. La Tauromaquia, la ciencia profunda, ciencia taurina de los antiguos Misterios de Neptuno en la Atlántida, perdió sus principios, se convirtió hoy en el circo vulgar de toros. Así pues, no es extraño que el Judo Zen-Chang, que tiene por objeto, precisamente, someter a la mente propia en cada uno de sus movimientos y paradas, haya degenerado, haya perdido sus principios en el mundo occidental y se haya convertido nada más que en algo profano que sólo se usa hoy para la defensa personal”.
“Miremos el aspecto psicológico del Judo. En el Judo psicológico que enseña la Revolución de la Dialéctica, se necesita dominar la mente, se requiere que la mente aprenda a obedecer, se exige la fuerte recriminación de ésta para que obedezca. Esto no lo ha enseñado Krishnamurti, tampoco lo ha enseñado el Zen ni el Chang, esto que estoy enseñando pertenece a la Segunda Joya del Dragón Amarillo, a la Segunda Joya de la Sabiduría. Dentro de la Primera Joya podemos incluir el Zen, pero la Segunda Joya no la explica el Zen, aunque sí tenga los prolegómenos con su Judo psicológico. La Segunda Joya implica la disciplina de la mente, dominándola, azotándola, regañándola. ¡La mente es un borrico insoportable que hay que amansar! Así, pues, durante la meditación tenemos que contar con muchos factores si queremos llegar a la quietud y al silencio de la mente”.
“Necesitamos estudiar el desorden, porque solamente así, nosotros podemos establecer el orden. Hay que saber qué es lo que existe en nosotros de atento y qué es lo que hay en nosotros de inatento. Siempre que entramos en la meditación, nuestra mente está dividida en dos partes: la parte que atiende y la parte que no atiende. No es en la parte atenta que tenemos que poner atención sino precisamente en lo que hay de inatento en nosotros. Cuando logramos comprender a fondo que lo que hay de inatento se debe convertir en atento, hemos logrado la quietud y el silencio de la mente. Pero tenemos que ser juiciosos en la meditación, enjuiciarnos a sí mismos, saber qué es lo que hay de inatento en nosotros. Necesitamos hacernos conscientes de aquello que exista de inatento en nosotros. Cuando digo que debemos dominar la mente, quien la debe dominar es la Esencia, la Conciencia. Despertando Conciencia tenemos más poder sobre la mente y por ende, nos hacemos conscientes de lo que hay de inconsciente en nosotros. Se hace urgente e inaplazable dominar la mente, platicar con ella, recriminarla, azotarla con el látigo de la voluntad y hacerla obedecer. Esta didáctica pertenece a la Segunda Joya del Dragón Amarillo”.
“Mi Real Ser, Samael Aun Weor, estuvo reencarnado en la China antigua y me llamé Chou-Li. Fui iniciado en la Orden del Dragón Amarillo y tengo órdenes de entregar las Siete Joyas del Dragón Amarillo a quien despierte Conciencia viviendo la Revolución de la Dialéctica y logrando la Revolución integral.”
“Ante todo, no debemos identificarnos con la mente si es que verdaderamente queremos sacar el mejor partido de la Segunda Joya, porque si nosotros nos sentimos siendo mente, si digo: ¡Estoy pensando! entonces estoy afirmando un adefesio y no estoy de acuerdo con la Doctrina del Dragón Amarillo, porque el Ser conoce y no necesita pensar, porque el Ser no necesita razonar. Quien razona es la mente. El Ser es el Ser y la razón de ser del Ser es el mismo Ser. Él es lo que es, lo que siempre ha sido y lo que siempre será. El Ser es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol. Lo que piensa no es el Ser, quien razona no es el Ser. Nosotros no tenemos encarnado todo el Ser, pero tenemos encarnada una parte del Ser que es la Esencia o Budata, eso que hay de Alma en nosotros, lo anímico, el material psíquico. Es necesario que esta Esencia viviente se imponga sobre la mente”.
“Lo que razona en nosotros son los “Yoes”, porque los “Yoes” sólo son ignorancia, formas de la mente, formas mentales que hay que desintegrar y reducir a polvareda cósmica. Estudiemos en estos momentos algo muy especial. Podría darse el caso de que alguien disuelva los “Yoes”, los elimine. Podría también darse el caso de que ese alguien, además de disolver los “Yoes”, se fabrique un Cuerpo Mental. Obviamente adquiere Individualidad Intelectual, empero, tiene que liberarse hasta del mismo Cuerpo Mental, porque el mismo Cuerpo Mental, por muy perfecto que sea, también piensa y la forma más elevada de pensar es no pensar. Mientras se piensa no se está en la forma más elevada de pensar. El Ser no necesita de pensar. Él es lo que siempre ha sido y lo que siempre será. Así, pues, en síntesis, hay que subyugar a la mente e interrogarla. No necesitamos someter mentes ajenas porque eso es magia negra. No necesitamos dominar la mente de nadie porque eso es brujería de la peor clase, lo que necesitamos es conocer nuestra propia mente y dominarla”.
“Durante la meditación, repito, hay dos partes, aquella que está atenta y aquella que está inatenta. Necesitamos hacernos conscientes de lo inatento en nosotros. Al hacernos conscientes podemos evidenciar que lo inatento tiene muchos factores: dudas, hay muchas dudas, son muchas las dudas que existen en la mente humana. ¿De dónde vienen esas dudas?”
“Vemos, por ejemplo, el ateísmo, el materialismo, el escepticismo, si les descuartizamos, vemos que existen muchas formas de escepticismos, muchas formas de ateísmos, muchas formas de materialismos. Existen personas que se dicen ateos materialistas y, sin embargo, le temen, por ejemplo, a las hechicerías, a las brujerías, respetan a la Naturaleza, saben ver a Dios en la Naturaleza, pero a su modo. Cuando se les platica de asuntos espirituales o religiosos, se declaran ateos materialistas; su ateísmo es una forma nada más incipiente. Hay otras formas de materialismo y ateísmo: el de tipo marxista-leninista, incrédulo, escéptico. En el fondo, algo busca ese materialista ateo, quiere sencillamente desaparecer, no existir, aniquilarse íntegramente, no quiere saber nada de la Mónada Divina, la odia. Obviamente, al proceder así, se desintegrará como él quiere, es su gusto, dejará de existir, descenderá a los mundos infiernos, hacia el centro de gravedad del planeta. Ese es su gusto: autodestruirse. Perecerá, pero en el fondo, si continúa, la Esencia se liberará, retornará a nuevas evoluciones y pasará por nuevas involuciones, volverá una y otra vez en distintos ciclos de manifestación a caer en el mismo escepticismo y materialismo”.
“A la larga aparece el resultado, ¿cuál? El día en el que definitivamente se cierren todas las puertas, cuando los tres mil ciclos se agoten, entonces esa Esencia se absorberá en la Mónada y ésta a su vez entrará al Seno Espiritual Universal de vida pero sin Maestría. ¿Qué es lo que realmente quiere esa Esencia? ¿Qué es lo que busca con su ateísmo? ¿Cuál es su anhelo? Su anhelo es rechazar la Maestría, en el fondo eso es lo que quiere, lo consigue, no valora y al fin termina como una Chispa Divina pero sin Sabiduría, Maestría”.
“Las formas de escepticismo son varias. Hay gente que se dice católica, apostólica y romana, y sin embargo, en sus exposiciones son crudamente materialistas y ateas; pero van a misa los domingos, comulgan y se confiesan, ésta es otra forma de escepticismo. Si analizamos todas las formas habidas y por haber de escepticismo y materialismo, descubrimos que no hay un solo escepticismo, no hay un solo materialismo. La realidad es que son millones las formas del escepticismo y del materialismo. Millones porque sencillamente son mentales, cosas de la mente. Es decir, el escepticismo y el materialismo son de la mente y no del Ser. Cuando alguien ha pasado más allá de la mente, se ha hecho consciente de la Verdad que no es del tiempo, obviamente, no puede ser ni materialista ni ateísta. Aquél que alguna vez ha escuchado el Verbo, está más allá del tiempo, más allá de la mente. El ateísmo es de la mente, pertenece a la mente que es como un abanico. Todas las formas del materialismo y ateísmo son tantas y tan variadas que semejan un gran abanico. Lo que hay de real está más allá de la mente”.
“El ateísta y el materialista son ignorantes, jamás han escuchado al Verbo, nunca han conocido la Palabra Divina, jamás han entrado en la Corriente del Sonido. En la mente es donde se gesta el ateísmo y el materialismo. Estas son formas de la mente, formas ilusorias que no tienen ninguna realidad. Lo que verdaderamente es real no pertenece a la mente, lo que ciertamente es real, está más allá de la mente. Independizarnos de la mente es importante para conocer lo real, no para conocernos intelectualmente sino para experimentarla real y verdaderamente. Al poner atención en lo que hay de inatento podemos ver distintas formas de escepticismo, de incredulidad, de duda, etc., ya que viendo cualquier duda, de cualquier especie, hay que descuartizarla, hacerle la disección para ver qué es lo que quiere de verdad. Una vez que la hemos descuartizado totalmente, la duda desaparece no dejando en la mente rastro alguno, no dejando en la memoria ni la más insignificante huella”.
“Cuando observamos lo que hay de inatento en nosotros, vemos también la lucha de antítesis en la mente. Es entonces cuando hay que descuartizar a esas antítesis para ver qué es lo que tienen de verdad.”
“También se les deberá hacer la disección a recuerdos, emociones, deseos y preocupaciones que se ignoran, que no se sabe de dónde vienen y por qué vienen. Cuando juiciosamente vemos que hay necesidad de llamarle la atención a la mente, hay un punto crítico en el que uno ha comprendido que la mente que no quiere ya obedecer en ninguna forma, entonces no queda más que recriminarla, hablarle fuerte, tratarla frente a frente, cara a cara como a un sujeto extraño e inoportuno. Se le tiene que azotar con el látigo de la voluntad, recriminarla con la palabra atinada hasta hacerla obedecer. Hay que platicar muchas veces con la mente para que entienda. Si no entiende, pues hay que llamarla al orden severamente.”
“No identificarse con la mente es indispensable. Hay que azotar a la mente, subyugarla: si ella sigue violenta, pues nosotros tenemos que volver a azotarla. Así nosotros nos salimos de la mente y llegamos a la Verdad, aquello que ciertamente no es del tiempo. Cuando nosotros logramos eso podemos experimentar un elemento que transforma radicalmente. Existe cierto elemento transformador que no es del tiempo, que solamente se puede experimentar cuando salimos de la mente. Hay que luchar intensamente hasta conseguir salir de la mente para lograr la Auto-realización íntima del Ser”.
“Una y otra vez necesitamos independizarnos de la mente y entrar en la Corriente del Sonido, el mundo de la música, en el mundo donde resuena la palabra de los Elohim, donde reina ciertamente la Verdad. Mientras estemos embotellados entre la mente ¿qué podemos saber de la verdad? Lo que otros dicen. Pero, ¿qué sabemos nosotros? Lo importante no es lo que otros dicen sino lo que nosotros experimentamos por sí mismos. Nuestro problema está en cómo salirnos de la mente. Para ello, nosotros necesitamos ciencia, sabiduría para emanciparnos y ésta se halla en la Gnosis”.
“Cuando creemos que la mente está quieta, cuando creemos que está en silencio y, sin embargo, no viene ninguna experiencia divina a nosotros, es porque no está quieta la mente, ni en silencio. En el fondo, ella continúa luchando. En el fondo, ella está parloteando. Entonces, a través de la meditación, nosotros tenemos que encararla, platicar con ella, recriminarle e interrogarle qué es lo que quiere. Decirle: ¡Mente!, pero ¿por qué no me dejas en paz? La mente dará alguna respuesta y nosotros le contestaremos con otra explicación tratando de convencerla y si no quiere convencerse, no quedará más remedio que someterla por medio de la recriminación y el látigo de la voluntad.”
“El dominio de la mente va más allá de la meditación de los opuestos. Así, si por ejemplo, nos asalta un pensamiento de odio, un recuerdo malvado, pues hay que tratar de comprenderlo, tratar de ver su antítesis que es el amor. Si hay amor, ¿por qué ese odio? ¿Con qué objeto? Surge, por ejemplo, el recuerdo de un acto lujurioso. Entonces, hay que pasar por la mente el cáliz sagrado y la santa lanza, decir: ¿por qué he de profanar lo santo con mis pensamientos morbosos? Si surge el recuero de una persona alta, se le debe ver bajita y eso estaría correcto puesto que en la síntesis está la clave. Saber buscar siempre la síntesis es benéfico porque de la tesis hay que pasar a la antítesis pero la verdad no se encuentra ni en la antítesis ni en la tesis”.
“En la tesis y en la antítesis hay discusión y eso es lo que realmente se quiere; afirmación, negación, discusión y solución. Afirmación de un mal pensamiento, negación del mismo mediante la comprensión de su opuesto. Discusión: hay que discutir qué es lo que tiene de real uno y otro hasta llegar a la sabiduría y dejar la mente quieta y en silencio. Así es como se debe practicar”.
“Todo esto es una parte de las prácticas conscientes, de la observación de lo que hay de inatento. Pero si decimos simplemente: es el recuerdo de una persona alta y la ponemos enfrente a una persona bajita y punto; no está correcto. Lo correcto será decir: lo alto y lo bajo no es sino dos aspectos de una misma cosa, lo que importa no son lo alto ni lo bajo sino lo que hay de verdad detrás de todo eso. Lo alto y lo bajo son dos fenómenos ilusorios de la mente. Así es como se llega a la síntesis y a la solución”.
“Lo inatento en uno es lo que está formado por el subconsciente, por lo incoherente, la ignorancia, por la cantidad de recuerdos que surgen en la mente, por las memorias del pasado que asaltan una y otra vez, por los desechos de la memoria. etc. Los elementos que constituyen el subconsciente, ni hay que aceptarlos ni hay que rechazarlos, sencillamente hay que hacerse consciente de lo que hay de inatento. Quedando así, lo inatento, atento, en forma natural y espontánea. Queda atento lo inatento. Hay que hacer de la vida corriente una continua meditación. No solamente es meditación aquella acción de aquietar la mente cuando estamos en casa o en los Lumisiales, sino que también abarca la corriente del diario vivir para que la vida se convierta de hecho en una constante meditación. Así es como viene la verdad realmente”.
“La mente, en sí, es el Ego. Pero es urgente destruir el Ego para que quede la sustancia mental con la que se puede fabricar el Cuerpo Mental. Pero siempre queda la mente. Lo importante es liberarse de la mente, y siendo libres de ella, hay que aprender a desenvolvernos en el mundo del Espíritu Puro sin la mente. Saber vivir en esa corriente del sonido que está más allá de la mente y que no es del tiempo. En la mente, lo que hay es ignorancia. La real Sabiduría no está en la mente, está más allá de la mente. La mente es ignorante y por eso cae y cae en tantos errores graves. Cuán necios son aquellos que hacen propagandas mentalistas, aquellos que prometen poderes mentales, que les enseñan a otros a dominar la mente ajena, etc. La mente no ha hecho feliz a nadie. La verdadera felicidad está mucho más allá de la mente. Uno no puede llegar a conocer la felicidad hasta que no se independice de la mente”.
“Los sueños son propios de la inconsciencia. Cuando uno despierta Conciencia, deja los sueños. Los sueños no son sino proyecciones de la mente. Recuerdo cierto caso vivido por mí en los mundos superiores: Fue solamente un instante de descuido. Vi como se me salió de la mente un sueño. Ya iba a comenzar a soñar y reflexioné entre el sueño que se me escapó por un segundo, pero como me di cuenta del proceso, rápidamente me alejé de esta forma petrificada que escapó de mi propia mente. ¿Qué tal que hubiera estado dormido? Ahí hubiera quedado enredado en esa forma mental. Cuando uno está despierto, sabe inmediatamente que en un momento de desatención se puede escapar un sueño y queda uno enredado toda la noche hasta el amanecer”.
“Lo que importa en nosotros es despertar la conciencia para dejar de soñar, para dejar de pensar. Este pensar, que es materia cósmica, es la mente. Hasta el mismo Astral no es más que la cristalización de la materia mental y el mundo físico es también mente condensada. Así pues, la mente es materia y muy grosera, sea en estado físico o en el estado llamado astral o manásico, como dicen los indostanes. De todas maneras es la mente grosera y material, tanto en lo astral como en lo físico. La mente es materia física o metafísica, pero materia. Por lo tanto, no puede hacernos dichosos. Para conocer la auténtica felicidad, la verdadera sabiduría, debemos salirnos de la mente y vivir en el mundo del Ser, eso es lo importante”.
“No negamos la importancia del poder creador de la mente, es claro que todo lo que existe es mente condensada. Pero, ¿qué ganamos con eso? ¿Acaso la mente nos ha dado felicidad? Podemos nosotros hacer maravillas con la mente, crearnos muchas cosas en la vida. Los grandes inventos son mente condensada pero este tipo de creaciones no nos ha hecho felices. Lo que necesitamos es independizarnos, salir de ese calabozo de la materia porque la mente es materia.”
“Hay que salirnos de la materia, vivir en función del espíritus, como seres, como criaturas felices más allá de la materia. A nadie le hace feliz la materia siempre es grosera aunque asuma formas hermosas. Si nosotros buscamos la auténtica felicidad, no la encontraremos en la materia sino en el espíritu. Necesitamos libertarnos de la mente. La verdadera felicidad viene a nosotros cuando nos salimos del calabozo de la mente. No negamos que la mente pueda ser la creadora de las cosas, de los inventos, de las maravillas y de los prodigios, pero ¿acaso eso nos da la felicidad? ¿Cuál de nosotros es feliz? Si la mente no nos ha dado la felicidad, tenemos que salirnos de la mente, buscarla en otra parte y obviamente que la encontraremos en el mundo del espíritu. Pero, lo que tenemos que saber es cómo evadirnos de la mente, cómo liberarnos de la mente ése es el objeto de nuestras prácticas y estudios que he entregado en los libros gnósticos”.
“En nosotros existe un tres por ciento de conciencia y un noventa y siete por ciento de subconciencia. Lo que tenemos de consciente debe dirigirse a lo que tenemos de inconsciente o subconsciente para recriminarle y hacerle ver que tiene que convertirse en consciente. Pero hay necesidad que la parte consciente recrimine a la parte subconsciente. Esto de que la parte consciente se dirija a la parte subconsciente, es un ejercicio psicológico muy importante que se puede practicar en la aurora, así, las partes inconscientes poco a poco se van volviendo conscientes”.
A partir de ese día llegué a la conclusión que la mente como instrumento de investigación es demasiado miserable. Sin duda alguna, el V. M. Samael Aun Weor, estaba demostrando que existen dentro de nosotros en estado latente facultades de cognición infinitamente superiores a la mente, y que mediante estas últimas podemos experimentar en forma directa eso que es lo real, eso que es atemporal. En esta conferencia que había escuchado, percibía que todos debemos desilusionarnos del intelectualismo, pues, este es extremadamente necio, inútil para poder percibir lo real, y sólo “bebiendo del vino de la meditación en la copa de la perfecta concentración”, podemos alcanzar el conocimiento objetivo. Yo capturaba por sí mismo, que para realizar en nuestro interior cambios psicológicos radicales y de fondo, era prioritario irnos desencantando de las bribonadas de la mente.
Mi amigo, en el café de siempre, me leyó una frase que había encontrado en un libro: “La mente que es esclava de los sentidos, hace al alma tan inválida como el bote que el viento extravía sobre las aguas”. Seguidamente me comentó que cualquier impacto del mundo exterior origina en nuestra mente reacciones; y estas reacciones en sí mismas tienen su núcleo fundamental en nuestro Ego animal o “Yo” pluralizado. Por eso -insistió- debemos ejercer absoluto control sobre las citadas reacciones mentales, como algo impostergable e inaplazable. Debemos volvernos indiferentes ante la alabanza y el vituperio, ante el triunfo y la derrota. Debemos sonreír ante los insultadores, y besar el látigo del verdugo, eso es indispensable. Recuerda que las palabras hirientes sólo tienen el valor que le dé el ofendido. Cuando no le damos valor alguno a las palabras de los insultadores, estas quedan como un cheque sin fondo. Estas observaciones de mi amigo, me impactaron mucho, pues ya había percibido que quien quiera de verdad llegar a la cima de la Auto-realización íntima del Ser, quienes en forma seria se interesan por el despertar, no deben contentarse con leer o escuchar al Maestro en forma superficial, sino que es necesario “Trabajar sobre sí mismo”.
Esa semana mi amigo me anunció que me invitaba a un lugar antropológico por excelencia, donde se desplazaban miles de científicos. Allí iría el Maestro. Allí dictaría una importante conferencia.
Los tres tipos de mente
D
urante una de las reuniones en el café, abordé a mi amigo sobre la cuestión de la ciencia de la meditación. Para una persona de cultura escolástica, le dije, naturalmente le es difícil aceptar la idea de la meditación interna como método exacto de conocimiento científico, pues el mero intelecto, cultivado y armado con su “teoría científica” y de los últimos medios de investigación, era muy pobre; como es obvio, el intelectual creerá que sólo a través de su metodología es cómo realmente puede tener acceso a la Verdad. Sí, esto es porque la gente cree en el progreso y en la cultura inferior del Ego, me respondió mi amigo. Pero no hay ningún progreso, de ninguna clase. Nada ha cambiado en miles de años. Sólo la forma exterior cambia. La Conciencia no ha despertado. El ser humano sigue siendo exactamente igual. La gente “culta” y “civilizada” vive movida por los mismos intereses mezquinos que los salvajes más ignorantes. La civilización moderna está basada en la violencia, la esclavitud y frases bellas. Pero todas las frases bellas sobre la civilización y el progreso no son más que palabras.
Este comentario de mi amigo me produjo una impresión particularmente profunda, porque en verdad, es muy rara la persona que caiga en cuenta que la actual civilización “ultra-moderna” es espantosamente intrascendente. Uno la observa y no encuentra en ella las características superiores del espíritu, del sentido estético y carece completamente de belleza íntima. Por estos tiempos las gentes se han vuelto terriblemente crueles; la caridad se toma como una debilidad, y así, ya nadie se apiada de nadie. Los políticos juegan malabares con sus tesis absurdas, sin importarles un comino el hambre, la miseria, la desnudez y el dolor de los pueblos. Todos vivimos porque tenemos que vivir, ahogando en alcohol y en toda clase de drogas las torturas para escapar de sí mismos.
La ciencia ordinaria no acepta la ciencia pura que se estudia a través de facultades superiores al intelecto, porque la ciencia moderna no es verdaderamente científica. Hay hombres de ciencia que ocasionalmente y por razones morales, suelen hablar de lo espiritual, pero ni siquiera se detienen en ponderar lo que es la materia en sí. Hay hombres supuestamente espirituales que no advierten la trascendencia de la ciencia pura que entregó, por ejemplo, Jesús el Cristo, Pablo de Tarso, Juan de Padmos, Buda, Hermes Trismegisto, etc. Y es que la llamada ciencia no quiere advertir que en las palabras, en las parábolas, los milagros y todos los hechos conocidos del Cristo hay mucha más ciencia que la que ordinariamente podemos imaginar. Debido a esto, la filosofía que conocemos se fundamenta en ingenuidades anticientíficas, y así como ciertas sectas religiosas autodenominadas cristianas que conocemos, están reñidas con las principales verdades que enseñó Cristo. Debemos reflexionar para poder escapar de la ignorancia que reina en esta humanidad.
Afortunadamente, hay quienes tienen la llave de la verdadera ciencia, que es la Ciencia Gnóstica, que podríamos definirla como la “Ciencia pura del conocimiento divino”. Estos conocimientos son exactos porque se obtienen sin que medie intervenga la mente. La única dificultad estriba en que a esta ciencia y a estos conocimientos, nadie llega por casualidad. Debemos buscarlo con afán y prepararnos a sí mismos durante mucho tiempo. Pero todos podemos ponernos en contacto con esos hombres, podemos tomar contacto a través de sus ideas, y, sobre todo, mediante el esfuerzo que hagamos por comprenderla. Lamentablemente, reflexionaba, una mayoría abrumadora de gentes no son capaces de salir del ataúd en que los ha metido su educación, su concepto moral, etc. La enseñanza Gnóstica suele señalarnos la posibilidad de salir del ataúd; sólo asoman la cabeza por encima de los bordes, pero la idea de libertad que ven los asusta y pronto se vuelven a introducir y hasta cierran la tapa con pernos para que nada perturbe su sueño.
El día de ir a la próxima conferencia del Maestro había llegado. Mi amigo, su esposa, el padre de ella y un directivo de un Lumisial, todos estudiantes de la ciencia Gnóstica, pasaron por mí al sitio convenido. Llegamos a la zona antropológica después de haber recorrido aproximadamente unos 130 kilómetros. Eran las 10 de la mañana y el V. M. Samael Aun Weor terminaba de darle unas explicaciones antropológicas, sobre las estelas allí conservadas, que no fueron arrasadas por los bárbaros e incultos conquistadores españoles, incluyendo a su caterva de sacerdotes católicos, a un grupo de 25 personas que estaban haciendo, según me explicó mi amigo, el "Curso de Misioneros". Ellos se preparaban para llevar luz a las tinieblas que invaden a esta humanidad. Luego, unas 200 personas, nos instalamos en un amplio salón acomodado para la ocasión en un edificio que albergaba a miles de turistas durante el año. El Maestro inició su plática a la hora señalada:
“Es necesario que entre nosotros haya una verdadera comunión de almas, que nos propongamos a inquirir por sí mismos, indagar, buscar, tratar de saber, con el objetivo evidente de lograr una orientación en el camino de la Auto-realización Íntima del Ser. Saber escuchar es muy difícil, saber hablar es más fácil. Sucede que cuando se escucha, se necesita estar abierto a lo nuevo con mente espontánea, libre de preconceptos, de prejuicios, etc. Mas sucede que el Ego, el “Yo”, el “Mí Mismo”, no sabe escuchar, todo lo traduce de acuerdo a sus prejuicios, todo lo interpreta de acuerdo con lo que tiene almacenado en el Centro Formativo. ¿Cuál es el Centro Formativo? La memoria. ¿Por qué se le llama Centro Formativo? Porque es el Centro Intelectual de los conceptos. Entendido esto se hace urgente aprender a escuchar con mente nueva, y no, repito, con lo que se tiene almacenado en la Memoria”.
“Ante todo es urgente saber si el Intelecto por sí mismo puede llevarlo a uno alguna vez a la experiencia de lo Real. Existen brillantes Intelectos, eso no lo podemos negar; pero estos nunca han experimentado eso que es la Verdad, y no está de más saber que existen tres mentes en nosotros. A la primera podríamos denominarla mente sensual, a la segunda la consideramos como mente intermedia y la tercera es la mente interior. Pero pensemos un poco en lo que es la mente sensual que todos usamos diariamente, no hay duda que ésta elabora sus conceptos de contenido con los datos aportados por los cinco sentidos externos; y con esos conceptos de contenido forma sus razonamientos.”
“Miradas las cosas desde este ángulo es obvio que la razón subjetiva sensual tiene por basamento las percepciones sensoriales externas. Si como único resorte de sus funcionalismos están exclusivamente los datos aportados por los cinco sentidos, indubitablemente, no tendrá acceso tal mente, a algo que escape al círculo vicioso de las percepciones subjetivas externas, eso es obvio. Nada podrá saber tal mente sensual sobre lo Real, sobre los Misterios de la vida y de la muerte, sobre la Verdad, etc., pues, ¿de dónde podría sacar tal mente información, si su única fuente de nutrición son los datos aportados por los sentidos? Obviamente no tiene con que poder conocer lo Real”.
“Me viene en estos momentos a la memoria algo muy interesante: Hubo una vez un gran congreso en Babilonia, en la época de los esplendores de Egipto; vino gente de Asiria, Egipto, Fenicia, etc., al citado congreso. Es claro que el tema resultaba inquietante: se quería saber a base de puras discusiones analíticas, si el ser humano tenía o no, alma; entonces, obviamente, ya los cinco sentidos externos habían degenerado demasiado, sólo así podemos explicarnos por qué las gentes escogieran este tema, como motivo de todo un congreso. En otros tiempos un congreso así hubiera resultado ridículo, nunca se le hubiera ocurrido a los Lemures celebrar un congreso de este tipo, las gentes del continente Mu les bastaba salirse del cuerpo para saber si tenían o no tenía alma, lo hacían con una facilidad sorprendente, no estaban propiamente atrapados en el organismo físico, de manera que un tema de este tipo solamente podría ocurrírsele a una humanidad ya involucionada, decadente, degenerada”.
“Lo cierto fue que tanto a favor como en contra de la cuestión del alma hubo muchas discusiones, al fin subió a la tribuna de la elocuencia un gran sabio asirio, ese hombre se había cultivado en Egipto, había estudiado pues, los Misterios, y habló con voz muy fuerte diciendo: “La razón nada puede saber sobre la Verdad, sobre lo Real, sobre el alma, sobre lo inmortal; la razón lo mismo sirve para sostener una teoría espiritualista que una materialista; podrá elaborar una tesis espiritual, con una lógica formidable; también podría estructurar por oposición una tesis de tipo materialista con una lógica de tipo similar; de manera pues, que la razón subjetiva sensualista nutrida con los datos aportados por los cinco sentidos da para todo: puede fabricar cualquier tesis de tipo espiritualista o de tipo materialista, entonces no es algo en que se puede confiar. Existe un sentido diferente que es el “Sentido Instintivo de Percepción de las Verdades Cósmicas”, es una facultad del Ser. Pero la razón subjetiva por sí misma no puede verdaderamente darnos un dato sobre la Verdad, sobre lo Real. Nada puede saber la razón sensualista sobre los Misterios de la vida y de la muerte”.
“Así habló aquel sabio y dijo aún más: “Ustedes me conocen, tengo prestigio entre vosotros, saben muy bien que vengo de Egipto; no ignoran que mi vida ha sido de estudio y mi mente sensualista no podría aportar datos sobre lo Real”. Así habló aquel hombre y concluyó diciéndoles: “Ustedes no pueden saber nada sobre la Verdad, sobre el alma, sobre el espíritu, porque la mente racionalista no puede saber nada sobre estas cosas”. Claro, habló aquel hombre con mucha elocuencia y luego se retiró. Se apartó definitivamente de todo escolasticismo, prefirió dejar a un lado el racionalismo subjetivista y desarrollar en sí mismo aquella facultad ya citada, que se conoce como “Percepción Instintiva de las Verdades Cósmicas”, facultad que otrora tuviera la humanidad en general, pero que se atrofió conforme el “Yo” psicológico, el “Mí Mismo”, el “Sí Mismo”, se fue desarrollando. Aquel sabio asirio, educado en Egipto, apartado de toda escuela se retiró, y sólo confiaba exclusivamente en esa prodigiosa facultad del Ser”.
“Pero vamos un poco más lejos, hay una mente diferente a la mente sensual, quiero referirme en forma enfática a la mente intermedia. En esa mente intermedia se encuentran “las creencias religiosas de todo tipo”. Obviamente, los datos aportados por las religiones al fin y al cabo tienen cabida en la mente intermedia”.
“Por último existe la mente interior. Esto es algo que debemos esclarecer. La mente interior en sí misma y por sí misma funciona exclusivamente con los datos aportados por la conciencia del Ser. La mente interior no podría jamás funcionar sin esos datos que proporciona la conciencia interior del Ser. He ahí las tres mentes.”
“La mente sensualista en el Evangelio es conocida con todas sus teorías y demás, como la “levadura de los saduceos”. Jesús el Cristo advierte diciendo: “Cuidaos de la levadura de los saduceos”, es decir, de las doctrinas materialistas, ateístas, como la dialéctica marxista. Ese tipo de doctrinas corresponden exactamente esa doctrina de los saduceos que habla el Cristo. Pero también advierte el Señor de Perfecciones sobre la doctrina de los fariseos. Esa doctrina de los fariseos corresponde a la mente intermedia.”
“¿Y quiénes son los fariseos? Son aquellos que asisten a sus templos, o a sus escuelas, o religión, o secta, etc., para que todos los vean, escuchan la palabra pero no la hacen dentro de sí mismo, son como el hombre “que se mira en un espejo y da la espalda y se va.” Únicamente asisten para que otros los vean, pero nunca trabajan sobre sí mismos, y eso es gravísimo. Tales gentes se contentan con las meras creencias, mas no les interesa la transformación íntima; total pierden su tiempo miserablemente, y fracasan. Cuidémonos, pues, de la levadura de los saduceos y de los fariseos, y pensemos en la mente interior”.
“¿Cómo la abriremos? Sabiendo pensar psicológicamente. Ustedes aquí reciben clases para el pensar psicológico. Si uno aprende a pensar psicológicamente logra al fin abrir la mente interior. La mente interior, repito, funciona con los datos superlativos del Ser, entonces experimentamos gracias a eso, la verdad y los diversos fenómenos de la naturaleza. Con la mente interior abierta podemos nosotros, por ejemplo, hablar sobre la Ley del Karma, y no porque otros digan o dejen de decir, sino por experiencia directa; también, con la mente interior abierta quedamos suficientemente preparados para hablar sobre la Reencarnación, o sobre la Ley del Eterno Retorno de todas las cosas, o sobre la Ley de la Trasmigración de las Almas, etc.; pero repito, ya no basado en lo que leímos, o en lo que escuchamos de algunos autores, sino en lo que por sí mismo experimentemos en forma real directa, eso obvio”.
“Don Emmanuel Kant, el filósofo alemán, hace pues una distinción clara, entre la “Crítica de la Razón Práctica” y la “Crítica de la Razón Pura”. No hay duda de que la razón subjetiva racionalista jamás podría aportarnos nada que no perteneciera al mundo de los cinco sentidos. El Intelecto por sí mismo es racionalista y subjetivo. Si un Intelectual oye hablar un tema sobre Reencarnación, sobre Karma, exigirá pruebas, demostraciones, como si las verdades que sólo pueden ser percibidas por la mente interior pudieran ser demostradas a la mente sensualista; exigir pruebas sobre eso en el mundo sensorial externo, equivale tanto como exigirle a un bacteriólogo que estudie los microbios con un telescopio, o como exigirle a un astrónomo, que estudie astronomía con un microscopio.”
“Las pruebas existen, pero las pruebas no se les puede dar a la razón subjetiva, porque la razón subjetiva es sensualista no tiene que ver nada con aquello que no pertenece al mundo de los cinco sentidos. Temas como Reencarnación, Karma, la vida Post-mortem, etc., son de hecho exclusividad de la mente interior jamás de la mente sensual; a la mente interior si se le puede demostrar y ante todo, se exige del candidato que haya abierto su mente interior una demostración; pero si no la ha abierto, ¿cómo haríamos para hacerle una demostración de ese tipo? Obviamente, aquello sería imposible”
Durante los siguientes días de haber escuchado la conferencia del V. M Samael Aun Weor, analizaba que lo que él había expuesto estaba ahí a simple vista, pero las masas no se preocupan por indagar, no quieren, y sus jefes, en su propio interés, tampoco lo buscan y sólo quieren reforzar la aversión y el temor que ellos tienen a todo lo que es nuevo y desconocido.
El estado de esclavitud de la humanidad está basado en este temor. Pero la gente no comprende el valor que se requiere y de lo que pierde viviendo de esta manera. Y para captar la causa de tal estado, basta con observar cómo vive la gente, lo que constituye sus razones para vivir, el objeto de sus pasiones o de sus aspiraciones, en qué piensan, de qué hablan, a qué sirven, y qué adoran.
Si se reflexiona un instante acerca de cómo existe la gente, entonces comprendemos que la humanidad tal cual es ahora, con los intereses de los cuales vive, no puede esperar otra cosa que lo que tiene: guerras, sodomía, corrupción, degeneración sexual, revoluciones de sangre y aguardiente, secuestros, violencias, etc.
La fuerza sexual y la meditación
P
ara el mes de junio de 1973 habían anunciado tres conferencias del V. M. Samael Aun Weor. La primera, el día 13, en el “Auditorio Sindical”; la segunda, el día 20, en el “Salón Rojo del Hotel Internacional; y la tercera, el día 30, en el “Salón de actos de la Torre de América”. Para ese entonces asistía a conferencias de Primera Cámara o para neófitos, en un Lumisial de la ciudad, denominado “Efeso”. Las reuniones eran semanales. Yo había captado ya algunos de los puntos fundamentales de la enseñanza psicológica del Maestro, como por ejemplo, que los seres humanos somos máquinas, y que las máquinas son necesariamente ciegas, inconscientes. Y no pueden ser de otra manera y todas sus acciones tienen que corresponder a su naturaleza.
También entendía que la máquina humana, por ser máquina, todo le sucede. Nadie hace nada. El “progreso” y la “civilización”, en el sentido real de estas palabras, no pueden aparecer como resultado de acciones inconscientes y mecánicas sino del esfuerzo consciente. ¿Pero qué esfuerzos conscientes puede hacer una máquina? Ahora bien, la actividad inconsciente de millones de máquinas se reúne necesariamente para el exterminio y la ruina. Es precisamente en las manifestaciones inconscientes en donde reside todo el mal. Pero lo más grave que yo veía en esta cuestión, es que la gente no sólo no comprende esto, sino que no quiere saber nada sobre el asunto, y no puede imaginar todas las consecuencias de esta plaga...
Podía captar también que el peor error de la gente es creer que el ser humano actual tiene unidad psicológica permanente. En realidad el ser uno nunca es Uno; cambia constantemente. Rara vez permanece la misma persona, aún por media hora. Pensamos que una persona llamada Jesús es siempre Jesús. De ningún modo. Ahora es Jesús, un minuto más tarde es Gerardo y más tarde aún es Humberto, Edgardo, Oscar o Manuel. Pero todos piensan que él es Jesús, incluso, él mismo. Jesús no comete ciertos actos, por ejemplo, no miente. Luego usted descubre que Jesús ha mentido, y se sorprende completamente que él, Jesús, haya podido cometer un acto parecido. En verdad, Jesús no ha mentido, es Gerardo el que lo ha hecho. Y en cada ocasión Gerardo volverá a mentir. Se sorprenderá al darse cuenta de la multitud de ese Jesús y de ese Gerardo que viven en un solo ser humano. Si uno aprende a observarlos, ya no necesitará ir al cine. Todos esos elementos que viven en Jesús, todos esos “agregados” diferentes, todos ellos se llaman a sí mismos “Yo”. Y se consideran todos como el amo, y ninguno de ellos quiere reconocer a otro. No reina ningún orden ni concordancia entre ellos. El que toma el mando es el amo. Y así andan las cosas toda la vida.
Por fin llegó el día en el que tenía que asistir al “Auditorio Sindical” para escuchar la conferencia del V. M. Samael Aun Weor. Tomé un carro. Observaba mi estado psicológico: Sentía gran fuerza y valor que me hacía sentir anhelante. El conductor muy amablemente me llevó, salió de él una plática muy agradable cuyo tema era espiritual. Eran exactamente las 7 P. M. cuando llegamos al lugar señalado; una persona muy solícita me condujo hasta un puesto ubicado en la primera fila. Ya sentado apreté con mi diestra mi corazón y di gracias a mi Padre que está en secreto, por haberme dado la oportunidad de estar ahí. Estaba pletórico de dicha. Quería que todos los seres humanos estuvieran allí en mi lugar y experimentaran aquella inmensa alegría que en esos momentos me invadía: me sentía el ser humano más bienaventurado del planeta...
Una voz elegante y bien modulada de una damita, dijo: Atención, por favor. Nos preparamos a escuchar en esta sala, al V. M. Samael Aun Weor. Les rogamos que durante toda esta conferencia pongan el máximum de atención para que puedan aprovechar cada una de sus palabras, cada una de sus frases. Muchas gracias por haber venido. Seguidamente el Maestro inició su plática. En la expresión penetrante de sus ojos resplandecía la profunda sabiduría de las edades, como un Maestro Jesús, como un Buda, como un Moisés. La mansedumbre de los Súper-hombres se notaba en su semblante cristalino de sonrosado brillo inmaculado. Y esto fue lo que nos enseñó ese día:
“Ha llegado la hora de comprender la necesidad de darle más oportunidad a la conciencia. Normalmente vivimos nosotros, tan pronto en un piso de nuestro templo interior como en otro. Hay gentes que viven siempre en los pisos más bajos, cuales son, aquellos que se hallan concentrados exclusivamente en el instinto y la fornicación, es decir, en los pisos cuarto y quinto, centro del instinto y centro sexual. Pisos usados en forma negativa; hay otros que viven en el piso tercero o centro motor y de ahí no salen, siempre se mueven dentro del molde de determinadas costumbres, dentro del carril de ciertos hábitos y nunca cambian, como el tren que siempre anda sobre los mismos rieles o carriles paralelos y estas gentes que viven en este tercer piso están tan acostumbradas a su tren de hábitos, que de ninguna manera están dispuestos a dejarlos”.
“Hay quienes viven en el primer piso que es el centro intelectual, otros viven normalmente en el segundo piso, el de las emociones inferiores, etc. Quienes viven en el centro intelectual, todo lo quieren volver racionalismo, análisis, conceptos, discusiones, y de allí no salen. Otros hay que habitan exclusivamente en el centro de las emociones, dedicados a los vicios del cine, los toros, gallos finos, carreras de caballos, carreras de bicicletas, en fin, ese es su mundo reducido y estrecho, vivir encerrados dentro de la esclavitud de las emociones negativas y jamás se les ocurre escaparse de tales habitaciones. Se hace necesario pues, insistir en el aspecto de darle más oportunidad a la conciencia”.
“También existen diferentes tipos de sueños; existen sueños intelectuales, también los hay emocionales, hay también sueños que pertenecen al centro motor, y sueños sexuales o que se relacionan exclusivamente con actividades del sexo. Estos sueños reflejan situaciones vividas durante el día, es la repetición de las actividades diarias, si la persona vive en el piso de las emociones sus sueños reflejan situaciones de terror, de locura, si vive en el piso sexual, sus sueños serán lujuriosos, de adulterios, fornicaciones, masturbaciones, etc. Si los sueños pertenecen al centro instintivo, entonces se manifiestan reflejos en los sueños tan incoherentes, tan sumergidos, que se hace muy difícil poder entender tales sueños”.
“Cada uno de los cinco centros de la máquina humana produce determinados sueños. En nombre de la verdad tenemos que decir, que solamente los sueños que corresponden al centro emocional superior son dignos de tenerse en cuenta para su consideración, lo mismo sucede con los aspectos positivos del centro mental superior. Los sueños de los diferentes centros inferiores de la máquina humana, no tienen la menor importancia, sea el motor, o el emocional, o sexual, instintivo o el intelectual, no valen la pena dichos sueños. Necesitamos saber apreciar y distinguir, a cuál centro corresponde tal o cual sueño, esto sólo es posible conociendo las actividades de cada uno de los cinco cilindros de la máquina humana”.
“Los sueños relacionados con el centro emocional superior son los más importantes, porque en ellos encontramos dramas debidamente organizados de acuerdo con las actividades diarias de nuestra Conciencia si es que le hemos dado oportunidad para que trabaje. Lo que sucede es que aquel Rayo de la Creación del cual emanamos, todo lo construye por medio de ese centro emocional superior, o sea, que se manifiestan las diversas partes superiores de nuestro ser relacionadas con el Rayo de Creación, utilizan al centro emocional superior para instruirnos durante las horas del sueño, entonces se presentan escenas bien organizadas, claras y precisas. El propósito es hacernos comprender claramente el estado en que nos encontramos, hacernos ver nuestros errores, nuestros defectos, etc., etc.”
“Es claro que el lenguaje del centro emocional superior es simbólico, alegórico y corresponde más bien a la Cábala hermética, a la Hermenéutica, etc. Es por medio de ese centro, como cualquier persona dedicada a los estudios esotéricos puede recibir información correcta y precisa. Ya hemos enseñado a ustedes que uno debe acostarse siempre con la cabeza hacia el norte, en posición decúbito dorsal, es decir, boca arriba y con el cuerpo relajado suplicándole a la Divina Madre Kundalini, que nos dé instrucción esotérica; también hemos enseñado que hay necesidad de acostarse colocado sobre el lado derecho en la posición de la figura de león y que cuando se canse por el lado derecho debe colocarse del lado izquierdo conservando la posición de la figura de león y una vez que despierte el discípulo, debe no moverse y hacer un ejercicio retrospectivo para acordarse de sus experiencias durante el sueño hasta grabarlas y registrarlas debidamente en su cerebro y memoria, etc., etc.”
“Pero es necesario aclarar que no todos los sueños tienen importancia; los sueños sexuales son de tipo pornográfico, erótico, con poluciones nocturnas, etc., son sueños de naturaleza completamente inferior. No queremos con eso de ninguna manera desdeñar el centro sexual, no; lejos de ese propósito estamos; en el sexo se encuentra el mayor poder que puede liberar al hombre del dolor humano y también el peor poder que puede esclavizar al hombre. En cuanto al sueño instintivo-motor, tampoco vale la pena, porque como ya dijimos, solamente refleja las actividades del día, lo mismo que los sueños relacionados con el centro emocional, son de tipo pasional, brutal, no tienen tampoco la menor importancia. Los sueños intelectuales, no son más que simples proyecciones que no valen la pena tener en cuenta; los únicos sueños dignos de entrar a considerar seriamente son aquellos que se relacionan con el centro emocional superior, mas éstos hay que saberlos entender para evitar equivocaciones lamentables”.
“Es necesario saber interpretar los mensajes puramente alegóricos que recibimos del centro emocional superior, son enseñanzas dadas por Hermanos Superiores de la Blanca Hermandad o por las partes superiores de nuestro Ser. Esto nos hace ver la necesidad urgente que tenemos de comprender el profundo significado de todo simbolismo, que debemos saber traducir en forma precisa de acuerdo con nuestro desenvolvimiento interior. Sin embargo, después de hacer estas aclaraciones sobre el sueño, debo decir que necesitamos con urgencia pasar nosotros más allá del mundo de los sueños, despertar en los mundos internos o mundos superiores, pero esto sólo es posible, dándole mayores oportunidades a la Conciencia. Normalmente, la mente vive accionando y reaccionando permanentemente de acuerdo con los impactos del mundo exterior; comparemos esto con el caso de un lago al cual lanzamos una piedra, veremos cómo produce muchas ondas que van desde el centro hacia la periferia, es la reacción del agua contra el impacto proveniente del mundo exterior”.
“Algo análogo sucede con la mente y con los sentimientos, si alguien nos hiere con palabras duras, ese impacto de la palabra dura llega al centro del intelecto, que es el centro pensante y desde allí reacciona en forma violenta. Si alguien nos ofende el amor propio, nos sentimos molestos y reaccionamos posiblemente en forma brutal. En todas las circunstancias de la vida, la mente y el sentimiento toman parte activa y reaccionan incesantemente. Lo interesante sería, mis caros discípulos, no darle oportunidades ni al sentimiento ni a la mente. Es urgente una mente serena, pasiva y esto naturalmente molesta a los mentalistas de todas partes. La mente pasiva disiente de todos aquellos que dicen que en la mente está el poder y que el hombre debe ser el rey, el que manda y el que domina con su mente poderosa; son sofismas de los mentalistas como aquel de que, el que aprende a manejar la mente, va tan seguro al triunfo como la flecha del viejo arquero, al fin y al cabo no son más que sofismas extraídos de las fantasías intelectuales que no tienen ninguna forma esotérica”.
“Pensar negativo, esto horroriza a los positivistas de la mente y sin embargo la forma negativa de la mente, es la más elocuente, no pensar es la forma más elevada del pensamiento. Cuando el proceso del pensar se ha agotado, adviene lo nuevo; esto hay que saberlo entender. La mente ni los sentimientos, deben tomar parte en las diversas circunstancias de nuestra existencia. La mente resulta un instrumento eficiente, porque la mente está hecha para ser receptiva, para servir de instrumento pasivo, mas no de instrumento activo. La mente en sí misma, es femenina; y todos los centros deben marchar armoniosamente de acuerdo con la sinfonía universal de la serenidad pasiva. En estas condiciones, no debemos permitir a la mente que proyecte; una mente pasiva está puesta al servicio del Ser. Hasta hace poco tiempo, yo mismo pensaba que los sentimientos pertenecían al Ser, pero con la investigación y la experiencia, he venido a verificar que pertenecen al Ego que están íntimamente relacionados con el centro emocional inferior”.
“La terapia que necesitamos conocer a fondo para evitar cualquier desequilibrio interior con repercusiones exteriores, es, no permitirle a la mente ninguna clase de reacción; si alguien nos hiere, no permitirle a la mente que reaccione; ojalá tengamos quien nos hiriese cada rato nuestros sentimientos para podernos entrenar mucho mejor, mientras más nos insulten, mejor todavía para nuestro entrenamiento, porque tendremos muchas oportunidades de no permitirle a la mente ni a los sentimientos que reaccionen, es decir, que no intervengan ni se metan en ninguna circunstancia de nuestra vida. Es claro que el estado pasivo de la mente, del sentimiento y de la personalidad, exige una tremenda actividad de la Conciencia; esto nos indica que cuanto más activa permanezca la Conciencia, mucho mejor para lograr el despertar de la misma, porque así la conciencia tendrá que despertar inevitablemente estando en permanente actividad. Me viene en estos momentos a la memoria, el Buda Gautama Sakyamuni. En cierta ocasión, estaba el Gran Buda sentado al pie de un árbol en profunda meditación, cuando llegó un insultador, echó contra el Buda toda su baba difamatoria, procuró herirle tremendamente con la palabra”.
“El Buda continuaba meditando, mas el insultador seguía provocando, insultando, hiriendo. A mucho rato después, el Buda abrió los ojos y preguntó al insultador: ¡OH hermano mío!: ¿si a ti te traen un presente y tú no captas el presente, de quien queda siendo dicho presente? El insultador respondió: Pues mío, claro está. Entonces, le dijo el Buda: Hermano mío, llévate tu presente; no puedo aceptarlo. Y siguió meditando. Eh ahí una lección sublime y tan hermosa. El Buda no permitió que su mente ni que sus sentimientos reaccionaran, porque el Buda vivía plenamente despierto metido dentro de su propia Conciencia y no daba la menor oportunidad ni a la mente ni a los sentimientos para reaccionar en ningún momento ni bajo ninguna circunstancia. Así es como debemos proceder nosotros, queridos discípulos.
“La escuela la tenemos en todas partes, solamente tenemos que saberla aprovechar debidamente, sabiamente; la tenemos en nuestra casa, en la oficina, en el taller, en la fábrica, en la empresa, en la calle y en todas partes, hasta en el Templo, con los compañeros de estudio, con los hijos, con los padres, con la esposa, sobrinos, nietos, primos, parientes, amigos, etc., etc. Todo gimnasio psicológico, por duro que sea, por difícil que nos parezca, es indispensable para nosotros. Todo el secreto está en no permitir ni a los sentimientos ni a la mente, intervenir en nuestros asuntos prácticos de nuestra vida. Debemos siempre permitirle a la Conciencia que sea ella la que actúe, la que mande, la que trabaje, la que hable, haga y ejecute todas nuestras actividades diarias, así nos preparamos armoniosamente para la meditación. Hablando pues, ya en el terreno práctico de la meditación, tenemos que decir que lo que buscamos es, precisamente, pasar más allá de la mente y de los sentimientos y esto es posible si en la vida práctica nos hemos entrenado intensivamente y nos hemos preparado a través de la vida diaria para estos fines maravillosos”.
“Esto de la meditación, se hace difícil cuando en la vida práctica diaria, no hemos pasado por un riguroso entrenamiento, cuando no nos hemos entrenado debidamente en el gimnasio psicológico de la convivencia social y familiar de nuestra existencia. Debemos, durante la meditación, desembotellar la esencia, el Budata, lo mejor que tenemos dentro, lo más digno, lo más decente; precisamente esta Esencia o Budata, se encuentra enfrascada entre los elementos inhumanos, entre ese compuesto de agregados psicológicos que constituyen el “Mi Mismo”, el “Sí Mismo”, el Ego. No sería posible experimentar lo real, la verdad, lo que ciertamente nos interesa a todos, si no lográramos sacar la esencia de entre el Ego. Una esencia embotellada entre el Ego no puede experimentar lo real; tendrá que vivir siempre en el mundo de los sueños, en el centro intelectual, en el centro instintivo, en el emocional, en el centro motor o en el sexual, pero no podrá en modo alguno, escaparse para experimentar la verdad”.
“El Gran Kabir Jesús, dijo: Conoced la verdad y ella os hará libres. La verdad no es cuestión de teorías, no es de creer o de no creer, tampoco es cosa de conceptos y opiniones, no se pueden hacer conclusiones con respecto a la verdad, pero ¿qué es una opinión? Es una proyección de un concepto con la duda y el temor de que sea otra cosa la verdad. ¿Qué cosa es un concepto? Sencillamente un razonamiento elaborado y debidamente proyectado por la mente que puede coincidir o no con tal o cual cosa. Pero ¿podemos asegurar que un concepto o una opinión emitida por el intelecto, sea precisamente la verdad? No. ¿Qué cosa es pues una idea? Una idea puede ser magnífica, por ejemplo, podríamos hacernos o formarnos una idea con respecto al sol, estas podrían estar más o menos exactas, más o menos equivocadas, pero no son el sol. Así también podríamos formarnos múltiples ideas con respecto a la verdad, pero no son la verdad”.
“Cuando a Jesús el Cristo le preguntaron qué es la verdad, guardó silencio. Cuando al Buda Gautama Sakyamuni, le hicieron la misma pregunta, dio la espalda y se retiró. Es que la verdad no puede ser definida con palabras, una puesta de sol tampoco; cualquiera puede tener un gran éxtasis cuando el sol está para ocultarse entre los esplendores de oro sobre la cordillera y tratar de comunicar a otros esa experiencia mística, pero es probable que ese otro señor no sienta lo mismo. Así también la verdad es incomunicable, es real sólo para aquel que la experimenta por sí mismo. Cuando nosotros logramos en ausencia del Ego, experimentar la verdad, podemos evidenciar un elemento que transforma radicalmente, esto es un elemento de altísimo voltaje, esto es posible, pero hay que saber cómo, poniendo a trabajar la Conciencia para que reemplace completamente la mente y al sentimiento, que sea ella la que funcione, incorporada, integrada dentro de nosotros. Debemos tener una mente pasiva, un sentimiento pasivo, una personalidad pasiva, pero una Conciencia totalmente activa, comprender esto es indispensable, es urgente, para poder hacernos prácticos en meditación”.
“Con la técnica de la meditación, lo que buscamos es información. Un microscopio nos puede informar sobre la vida de los microbios, bacterias, células, microorganismos, etc., cualquier telescopio puede darnos alguna ligera información sobre los cuerpos celestes, planetas, aerolitos, estrellas, etc. Pero la meditación va mucho más allá, porque nos permite conocer la verdad desde una hormiga hasta un sol, la verdad de un átomo o de una constelación. Lo más importante es aprender, saber en qué forma debemos nosotros desligar, sacar a la Conciencia de entre la mente y el Ego; cómo vamos a extraer a la Conciencia de entre el sentimiento; cuando sometemos a la mente y al sentimiento, pues obviamente estamos rompiendo cadenas, estamos saliéndonos de entre ese calabozo fatal, de entre esa cárcel; en esas condiciones, nos estaremos preparando para la meditación. Ante todo, lo más importante es saber meditar. Hay que aprender la técnica correcta. En el mundo oriental se hace mucho énfasis en las posiciones de Padmasana con las piernas cruzadas, pero nosotros no somos orientales y debemos meditar de acuerdo a nuestras costumbres y maneras; sin embargo, no todos los orientales meditan con las piernas cruzadas”.
“En todo caso, cada cual debe adoptar la posición que mejor le convenga, el que quiera meditar con las piernas cruzadas, pues que lo haga, no se lo vamos a prohibir, aunque no es la única asana práctica para la meditación. Para una meditación correcta, debemos sentarnos en un cómodo sillón con los brazos y las piernas bien relajados, el cuerpo en general relajados, que ningún músculo quede en tensión. Habrá también quien quiera tomar posición flamígera de la estrella de cinco puntas: los dos brazos abiertos hacia los lados y las piernas abiertas también hacia los lados, acostado decúbito dorsal sobre el suelo o sobre su lecho con la cabeza hacia el norte, en fin, cada cual puede tomar figura o la posición que quiera o la que mejor se acomode”.
“Si es que de verdad queremos sacar nuestra Conciencia o Esencia de entre la mente o de entre los sentimientos o de cualquier “Yo” psicológico, pues poco importa la posición que tomemos o que queramos darle forma especial; lo único interesante es saber meditar, no importa lo demás. Cualquiera puede tomar una posición oriental si así lo quiere, otro quiere tomar una posición occidental, pues lo puede hacer, otro quiere tomar cualquier otra posición que mejor le pareció, pues lo puede hacer. Lo importante es que esté cómodo y que pueda hacer una buena meditación. Cada uno es cada uno y lo único que tiene que hacer es buscar la posición más cómoda sin ceñirse a ninguna regla o patrón de asana o de sistema, es muy conveniente sí, relajar el cuerpo, esto es indispensable en la posición que sea a fin que el cuerpo esté cómodo, eso es obvio”.
“Muchas veces les he explicado a ustedes cómo se trabaja con el Mantram HAMSAH que se pronuncia así: “Jam-Saj”, este Mantram es el símbolo maravilloso que en el oriente hace fecunda las aguas caóticas de la vida, el Tercer Logos. Lo importante, pues, queridos discípulos, es saber cómo vamos a vocalizar esos Mantrams, cuáles son sus poderes. Normalmente, las fuerzas sexuales fluyen desde adentro hacia fuera en forma centrífuga y debido a eso existen las poluciones nocturnas cuando se tiene un sueño basado en el centro sexual. Si el hombre organizara sus sistemas vitales y en lugar de propiciar el sistema centrífugo, utilizara el sistema centrípeto, es decir, que el hombre hiciera fluir las fuerzas sexuales de afuera hacia adentro mediante la transmutación, aunque hubiese el sueño erótico, no habría poluciones; pero como no tiene el hombre organizada la cuestión sexual así en forma centrípeta, pues de hecho viene la polución, la pérdida del esperma sagrado o licor espermático”.
“Si uno quiere evitar poluciones, debe saber organizar sus fuerzas sexuales; estas fuerzas se hallan íntimamente relacionadas con el alimento, con el prana, con la vida, eso es obvio. Existe pues una intensa y profunda relación entre las fuerzas sexuales y la respiración, que debidamente combinadas y armonizadas, originan cambios fundamentales en la anatomía física y psicológica del hombre. Lo importante es hacer refluir esas fuerzas sexuales hacia adentro y hacia arriba en forma centrípeta; solo así es posible hacer un cambio específico en el oficio y funciones que puede cumplir la fuerza creadora sexual. Hay necesidad de imaginar la energía creadora en acción durante la meditación, hacer que suba en forma rítmica y natural hasta el cerebro mediante la vocalización del Mantram que ya hemos explicado en esta práctica de meditación, no olvidando las inhalaciones y exhalaciones del aire en forma sincronizada en perfecta concentración, armonía y ritmo”.
“Es necesario aclarar que debe ser más profunda la inhalación que la exhalación, sencillamente porque necesitamos hacer refluir la energía creadora desde afuera hacia adentro, es decir, hacer más corta la exhalación que la inhalación. Con esta práctica llega el momento en que la totalidad de la energía creadora, fluye de afuera hacia adentro y hacia arriba, en esta forma centrípeta, la energía creadora organizada como ya dijimos en forma centrípeta, cada vez más profunda de afuera hacia adentro, es claro que se convierte en un instrumento extraordinario para la esencia, para despertar conciencia”.
“Les estoy enseñando el legítimo Tantrismo Blanco, esta es la práctica que usan las escuelas Tántricas de los Himalayas y del Indostán, es la práctica mediante la cual se puede llegar al éxtasis, al Samadhí o como le quieran denominar. Los ojos deben estar cerrados durante la práctica, no se debe pensar absolutamente en nada durante esta meditación; pero si desdichadamente llega a la mente un deseo, lo mejor que podemos hacer es estudiarlo sin identificarnos con dicho deseo, después de haberlo comprendido íntimamente, profundamente en todas sus partes, entonces dejarlo listo para someterlo a muerte, a la desintegración por medio de la Lanza de Eros. Pero si nos asalta un recuerdo de algún acontecimiento de la ira, ¿qué debemos hacer? Suspéndase por un momento la meditación y trátese de comprender el acontecimiento que nos ha llegado al entendimiento, hagámosle la disección, estudiémoslo y desintegrémoslo con el bisturí de la auto-crítica y luego olvidémoslo y continuaremos con la meditación y la respiración”.
“Si de pronto viene a nuestra mente algún recuero de cualquier acontecimiento de nuestra vida desde hace 10 o 20 años atrás, hagamos el mismo uso de la autocrítica y utilicemos el mismo bisturí para desintegrar tal recuerdo, para ver qué es lo que tiene de verdad; una vez que estemos seguros de que no viene nada más a la mente, entonces continuemos con la respiración y la meditación sin pensar en nada, haciendo resonar dulcemente el Mantram Jam-Saj tal como suena, prolongando la inhalación y corta la exhalación”.
“Repetimos el Mantram: Jaaaammmmmm – Saj. Jaaaammmmmmm – Saj, etc. Con profunda quietud y silencio auténtico de la mente; solo así, la Esencia podrá escaparse aunque sea por un momento, para sumergirse en lo Real”.
“Mucho se ha hablado sobre el Vacío Iluminador, es claro que podemos llegar a evidenciarlo por sí mismos; es en ese Vacío donde venimos a encontrar las leyes de la Naturaleza, tal cual son en sí mismas y no como aparentemente son. En este mundo físico solamente vemos la mecánica de causas y efectos, pero no conocemos las leyes de la naturaleza en sí mismas, mientras que en el Vacío Iluminador podemos reconocerlas en forma natural, sencilla, tal cual son. En este mundo físico podemos percibir figuras planas, por fuera, pero ¿cómo podremos verlas tal cual por dentro, por los lados, etc.? En el Vacío Iluminador podemos conocer la verdad tal cual es y no como aparentemente nos parece, podemos evidenciar la verdad de una hormiga, de un mundo, de un sol, de un cometa, etc.”
“La Esencia sumergida entre el Vacío Iluminador, percibe con su centro espacial, todo lo que ha sido, lo que es y lo que será y sus radiaciones llegan a la personalidad, las percibe la mente. Resulta interesante, que mientras la Esencia se encuentra sumergida allá en el Vacío Iluminador vivenciando lo real, los centros de la máquina humana emocional y motor, se integren con el intelectual y la mente receptiva, capte y recoja las informaciones que llegan de la Esencia; por eso cuando la Esencia sale del Vacío Iluminador y vuelve a penetrar en la personalidad, la información no se pierde, queda acumulada en el centro intelectual”.
“Se nos ha dicho que para poder formar un vacío se necesita indispensablemente de una bomba de succión; mas ésta la tenemos en la espina dorsal, son los canales de Idá y Pingalá por donde sube la energía creadora al cerebro. También se nos ha dicho que se necesita un dinamo, éste está en el cerebro y en la fuerza de la voluntad, y es obvio que en toda técnica debe haber un generador, afortunadamente tal generador son los órganos creadores, el sexo, las fuerza sexual. Teniendo el sistema y los elementos podemos formar el Vacío Iluminador; la bomba, el dinamo y el generador son los elementos que necesitamos para lograr tal Vacío Iluminador en la meditación y solamente mediante el Vacío Absoluto podemos nosotros conocer lo Real, pero necesitamos que la Esencia penetre en ese Vacío Absoluto”.
“En los textos antiguos se habla mucho sobre el Santo Okidanok, omnipotente, omnipenetrante, omnisciente, Él emana naturalmente del Sagrado Absoluto Solar. ¿Cómo podríamos nosotros llegar a conocer en sí mismo al Santo Okidanok, si no logramos entrar en el Vacío Iluminador? Pues, sabido es que el Santo Okidanok está entre el Vacío Iluminador, es uno con el Gran Vacío. Cuando uno se halla en el Éxtasis, pasa más allá de la personalidad, cuando se halla entre el Vacío Iluminador experimentando la realidad del Santo Okidanok, es el átomo, el cometa que pasa, es el sol, el ave que vuela, es la hoja, el agua, vive en todo lo que existe, lo único que se necesita es tener valor para no perder el Éxtasis, porque al sentir uno que está diluido en todo y uno es todo siente temor a la aniquilación, piensa ¿dónde estoy? ¿Por qué estoy en todo? Viene pues el razonamiento y de hecho pierde el Éxtasis y de inmediato vuelve a quedar metido, encerrado otra vez dentro de la personalidad, pero si uno tiene valor, no pierde el Éxtasis”.
“Uno en ese momento es como la gota que se sumerge en el océano, pero hay que tener en cuenta que también el océano se sumerge entre la gota, eso de sentirse uno siendo el pajarito que vuela, el bosque profundo, el pétalo de la flor, el niño que juega, la mariposa, el elefante, etc., eso trae consigo el razonamiento y el miedo, es ese momento uno no es nada, pero lo es todo, esto pues produce terror y por consiguiente fracasa el experimento en la meditación.”
“Es pues en el Sagrado Sol Absoluto donde se viene a conocer la verdad final, en el Sagrado Sol Absoluto no hay tiempo, allí el factor tiempo no tiene existencia, allí el universo es unitotal y los fenómenos de la naturaleza se suceden fuera del tiempo; en el Sagrado Sol Absoluto podemos vivir en un eterno instante. Allí se vive más allá del bien y del mal convertidos en radiantes criaturas; por eso cuando uno ha experimentado alguna vez la Verdad, no puede ser como los demás que viven solamente de las creencias; allí uno experimenta la necesidad imperante e inaplazable de trabajar en la Auto-realización íntima del Ser aquí y ahora.
“Una cosa es experimentar o vivenciar el Vacío Iluminador y otra cosa es Auto-realizarnos íntimamente, por eso hay necesidad de saber meditar, aprender a meditar es urgente. Yo espero que ustedes, amables amigos, entiendan esto, que se ejerciten en la meditación a fin de que un día puedan ustedes desembotellar la Esencia y experimentar la Verdad. Aquel que logre desembotellar la Esencia y meterla dentro del Vacío Iluminador, tendrá que ser distinto, no podrá ser como los demás, para esto hay que hacer un curso especial, la persona será diferente y dispuesta a luchar hasta el máximo con el único propósito de realizar el Vacío Iluminador dentro de nosotros mismos aquí y ahora”.
“En el Oriente, cuando un discípulo llega a esas experiencias maravillosas de experimentar la Verdad, y va a informarle a su Gurú, éste lo golpea fuertemente con sus manos, es claro que si el discípulo no ha organizado la mente pues reaccionará contra el Gurú ¿verdad? Pero esos discípulos están ya muy bien entrenados, esto es para equilibrar los valores y probar al discípulo para ver cómo va en la muerte de sus defectos”.
“Espero que todos ustedes hayan comprendido a fondo lo que en realidad es la Ciencia de la Meditación, con el objeto de que la practiquen intensamente en sus hogares y en los Templos de oración”.
Al salir del auditorio, mi amigo fue a mi encuentro y me felicitó por haber venido. De ahí salimos al café, he hicimos muchos comentarios sobre el tema: Te diste cuenta, me decía, lo necesario que es acabar con las modificaciones del principio pensante durante la meditación. Cuando el principio pensante queda bajo nuestro control, la iluminación adviene a nosotros espontáneamente, pues, el control mental nos permite destruir los grillos creados por el pensamiento. Para lograr la quietud y el silencio de la mente es necesario saber vivir de instante en instante, saber aprovechar cada momento. No dosificar el momento. Tomad todo de cada momento, porque cada momento es hijo de la Gnosis, cada momento es absoluto, vivo y significante. La momentaneidad es característica especial de los Gnósticos. Hay que amar la filosofía de la momentaneidad: Si caminamos, caminemos; si comemos, comamos, pero no nos distraigamos. En sí, hermano, la meditación es la antesala de esa paz divina que supera todo conocimiento, remató mi amigo.
Durante los siguientes días yo reflexionaba sobre ese principio que había escuchado: “La forma más elevada de pensar es no pensar”. Y veía que cuando se logra la quietud y el silencio de la mente, el "Yo", con todas sus pasiones, deseos, apetencias, temores, afectos, etc., se ausenta. Y claro, sólo en ausencia del "Yo", en ausencia de la mente, el Budata puede despertar para unirse al Íntimo y llevarnos al Éxtasis. Por lo tanto la quietud y el silencio de la mente tienen un solo objetivo: liberar a la Esencia de la mente, para que fusionada con la Mónada o Intimo pueda experimentar eso que nosotros llamamos la Verdad. Y cuando la mente se halla en estado pasivo y receptivo, absolutamente quieta y en silencio, se libera de la mente la Esencia o Budata y adviene el Éxtasis.
Un gran Maestro Autorrealizado dijo: "Solamente cuando el proyector, es decir, el "Yo", está ausente por completo, entonces, sobreviene el silencio que no es producto de la mente. Este silencio es inagotable, no es del tiempo, es lo inconmensurable, sólo entonces adviene Aquello que Es."
De todas maneras ya usted, caro lector (a), en este capítulo, debe tener bien claro que toda esta técnica se resume en dos principios: A) Profunda reflexión. B) Tremenda serenidad. Y que la meditación, con su no‑pensamiento, pone a trabajar la parte más central de la mente, la que produce el Éxtasis. La parte central de la mente es eso que se llama Budata, la Esencia, la Conciencia. Cuando el Budata despierta, quedamos iluminados. Necesitamos el despertar del Budata, la Conciencia. El Budata es realmente el único elemento que posee el pobre ser humano para llegar a experimentar eso que llamamos Verdad. El ser humano, no pudiendo encarnar al Ser, debido a que todavía no posee los Cuerpos Existenciales Superiores, lo único que puede hacer es practicar la meditación para auto‑despertar el Budata y conocer la Verdad.
Los tres peldaños de la sabiduría
T
raté de reflexionar muchas de las enseñanzas que hasta ahora le había escuchado al Maestro. Descubría a la Gnosis como una ciencia perfecta, sublime, pura. Es la sabiduría de Dios cristalizada en el Verbo de todos aquellos grandes Hombres iluminados. Mi amigo me comentó algo que para mí fue muy interesante: Muchas personas llegan a la doctrina Gnóstica, mirando, observando a los demás, poniendo mucha atención a cualquier defecto ajeno, pero no se observan para descubrir lo suyos, y los errores ajenos son suficiente para retirarse cuando ven un pequeño o grande detalle de cualquier compañero de estudio. Y lo importante –resaltó- es no mirar los defectos ajenos sino mirarnos los propios para eliminarlos. Y en verdad –le respondí- si queremos salir de ese estado embrionario en que nos encontramos, sólo nos basta desintegrar los elementos infrahumanos, para elevar nuestros valores conscientivos por medio de la transformación de nuestro nivel del Ser.
Lamentablemente, esto no lo enseñan las religiones organizadas. Existen muchas sectas religiosas y cada una asegura que tiene la Verdad; cuestión falsa, porque la Verdad no es propiedad de nadie; sólo es propiedad de aquel que la conquista dentro de sí; la Verdad es Dios dentro de uno. El mejor tesoro que el Hombre puede y debe conquistar, es Dios. Lograr la encarnación de Dios, es encontrar felicidad absoluta y total; porque lo más grande que puede poseer un Hombre, es tener a Dios adentro. Pero es apenas lógico que la persona que no tiene otro punto de apoyo más que el intelecto, el razonamiento, pues, no le queda más remedio que aceptar sus propias conclusiones subjetivas, que no son otra cosa que el resultado de sus propios razonamientos intelectuales.
Mientras nos encontrábamos en el “Salón Rojo del Hotel Internacional”, esperando el inició de la conferencia del V. M. Samael Aun Weor, mi amigo volvió a tratar el tema sobre la ausencia de unidad en el ser humano. Uno de los errores más graves –comentó- que debemos recordar constantemente, es la ilusión con respecto a nuestra psiquis. Nosotros, tal como nos conocemos, la máquina en sí, no puede “Hacer”. No tenemos un “Yo” permanente y único. Nuestro “Yo” cambia tan rápidamente como nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros humores, y cometemos el error profundo cuando nos consideramos siempre una sola y misma persona. En realidad siempre somos una persona diferente, nunca somos el que éramos un momento antes. Minutos después, el Maestro comenzó su plática y esta carga cósmica nos entregó:
“Conviene que ahondemos un poco ahora en la cuestión de las facultades. El intelecto, por sí mismo, es una de las facultades más toscas en los niveles del Ser. Si queremos volver todo intelecto jamás llegaremos a la aprehensión de las verdades cósmicas. Indubitablemente existe más allá del intelecto otra facultad de cognición, quiero referirme esta vez en forma enfática a la Imaginación; mucho se ha subestimado a tal facultad, algunos hasta la denominan despectivamente “la loca de la casa”, título injusto porque si no fuera por la Imaginación no existiría la grabadora, el automóvil, el ferrocarril, etc. El sabio que quiere hacer un invento tiene primero que imaginárselo, luego plasmar esa imagen en el papel; el arquitecto que quiere hacer una casa tendrá primero que imaginarla y después la podrá trazar en el plano. De esta manera la Imaginación ha permitido crear todo invento, no es pues algo despreciable. ¿Que hay varias clases de Imaginación? No lo podemos negar. La primera podríamos denominarla Imaginación Mecánica; tal tipo de imaginación es la misma fantasía; obviamente ella está constituida por desechos de la memoria y es hasta perjudicial. Mas existe en verdad otro tipo de imaginación, es esta en realidad la Imaginación Intencional, o sea, la Imaginación Consciente”.
“La naturaleza misma posee imaginación, eso es obvio; si no fuera por la imaginación todas las criaturas de la naturaleza estarían ciegas. Gracias a esa poderosa facultad existe la percepción, se forman las imágenes en el centro perceptivo del Ser o centro perceptivo de las sensaciones. La imaginación creadora de la naturaleza ha dado origen a las múltiples formas existentes en todo lo que es. En tiempos de los Hiperbóreos, o de los Lemures no se usaba el intelecto, se usaba la imaginación; entonces el ser humano era inocente y, en maravilloso espectáculo, el Cosmos se reflejaba como en un lago cristalino sobre su imaginación, era otro tipo de humanidad; hoy causa dolor ver cómo muchas gentes han perdido ya hasta la mismísima imaginación, es decir, se ha degenerado espantosamente esta facultad. Es posible desarrollar la imaginación; eso nos llevaría más allá de la mente sensual, eso nos llevaría a nosotros a pensar psicológicamente, sólo el pensar psicológico puede abrirnos las puertas de la mente interior. Si uno desarrolla la imaginación puede aprender a pensar psicológicamente”.
“Ahora bien, Imaginación, Inspiración e Intuición son los tres caminos obligatorios de la Iniciación; pero si nos quedamos nosotros embotellados exclusivamente en los funcionalismos sensoriales del aparato intelectual, no será posible subir por los escalones de la Imaginación, de la Inspiración y de la Intuición. No quiero decirles a ustedes que el intelecto no sirva; lejos estoy de hacer tan magna afirmación, lo que estoy es aclarando conceptos. Toda facultad dentro de su órbita es útil; un planeta cualquiera es útil dentro de su órbita, fuera de su órbita es inútil y catastrófico; lo mismo son las facultades del ser humano, tienen su órbita; querer sacar a la razón sensualista de su órbita, es absurdo porque se cae en el escepticismo materialista. Muchas gentes, llamémosles, estudiantes del pseudo-esoterismo y pseudo-ocultismo (tan en boga por estos tiempos), están luchando siempre contra las dudas. ¿Por qué muchos andan mariposeando de escuela en escuela y al fin llegan a la vejez sin haber realizado nada? Por la misma experiencia he podido observar que aquellos que se quedan embotellados en el intelecto fracasan, o aquellos que quieren comprobar con el intelecto las verdades que no son del intelecto, fracasan”.
“Dejemos a cada facultad en su lugar, en su órbita. Necesitamos pensar psicológicamente, y es obvio que debemos rechazar de plano la doctrina llamada “levadura de los saduceos y de los fariseos” y aprender a pensar psicológicamente; no sería esto posible si continuáramos embotellados dentro del intelecto. Entonces más vale que empecemos a subir por la escala de la Imaginación, posteriormente se pasará al segundo escalón que es el de la Inspiración y al fin llegaremos a la Intuición”.
“Así pues, los invito a ustedes a la comprensión. La Imaginación nos abrirá las puertas de los paraísos elementales de la naturaleza, pues, si con la imaginación tratamos de percibir un árbol; si meditamos en el mismo, veremos que está compuesto de multitud de pequeñas hojas; mas si logramos ahondar un poco más, y ver la vida íntima del árbol, no hay duda de que este posee eso que podríamos denominar esencia o alma. Cuando uno está en estado de Éxtasis percibe la Conciencia de un vegetal, es obvio, con claridad perfecta, y ver que esa es una criatura elemental, una criatura que tiene vida no perceptible para los cinco sentidos, no perceptible para la capacidad intelectiva, excluida totalmente del proceso sensorial.”
“Interesante resulta que en pasos posteriores se puede llegar a conversar, platicar con los elementales de la naturaleza. Obviamente en la Cuarta Vertical hay sorpresas insólitas; indudablemente la Tierra Prometida que nos habla la Biblia es la misma Cuarta Dimensión, la Cuarta Vertical de la naturaleza; el paraíso terrenal es la Cuarta Coordenada, en tanto que dice: “La Tierra Prometida donde los ríos de agua pura manan leche y miel”, es precisamente la Cuarta Dimensión de nuestro planeta Tierra. La Imaginación Creadora nos trasmite el espejo del alma. Bien, desarrollando la Imaginación mediante reglas esotéricas exactas, indubitablemente tendrá la verificación de lo que aquí estoy afirmando en forma enfática”.
“Yo les invito a ustedes claramente al análisis psicológico, los invito al desarrollo de esa cualidad cognoscitiva conocida siempre como Imaginación; es una facultad extraordinaria. La Imaginación Creadora le permite a uno saber por sí mismo que la Tierra es un organismo vivo. Me viene en estos momentos a la memoria la afirmación aquella Neo-Platónica que el alma del mundo está crucificada en la Tierra. Esa alma del mundo es un conjunto de almas, un conjunto de vidas que palpitan y tienen realidad. Para las gentes Hiperbóreas, los volcanes, los mares profundos, los metales, las gargantas de las montañas, el huracanado viento, el fuego flamígero, las piedras rugientes, los árboles, no eran sino el cuerpo de los Dioses. No veían aquellos Hiperbóreos en la Tierra algo muerto, para ellos el mundo era algo vivo, un organismo que tenía vida y la tenía en abundancia. Entonces se parlaba en el orco purísimo de la Divina Lengua, que como un río de oro corre bajo la selva espesa del Sol; se sabía tocar la lira, se arrancaba a la lira las más extrañas sinfonías; todavía no había caído sobre el pavimento la Lira de Orfeo hecha pedazos. Esos eran otros tiempos, esa era la época de la Antigua Arcadia, cuando se rendía culto a los Dioses de la Aurora, y cuando se festejaba todo nacimiento con Fiestas Místicas Trascendentales”.
“Si usted desarrollara en forma eficiente la facultad de la Imaginación, no solamente podrían recordar sus vidas anteriores, sino comprobar en forma específica lo que aquí con claridad completa estoy expresando didácticamente; mas la Imaginación por sí misma no es más que el primer escalón; un segundo escalón más elevado nos lleva a la Inspiración. La facultad de la Inspiración nos permite platicar cara a cara con toda partícula de vida elemental. La facultad de nuestra Inspiración nos permite sentir en nosotros mismos el palpitar de cada corazón. Necesitamos, por ejemplo, de la Inspiración para saber cuál es el significado de ese nacer y de ese morir de todas las cosas. La facultad de la Inspiración es todavía más trascendental y necesita un gasto de energía mayor; se trata de dejar a un lado el símbolo sobre el cual hemos meditado, se trata de capturar su significado interior, para esto se necesita de la facultad de la emoción, del Centro Emocional. El Centro Emocional viene, pues, a valorizar el Trabajo Esotérico de la meditación; el Centro Emocional nos permite sentirnos inspirados, y luego, inspirados, conoceremos el significado del nacer y el morir de todas las cosas. Con la Imaginación podríamos verificar la realidad de la existencia anterior; con la Inspiración podríamos capturar el significado de la existencia, su motivo, su causa, su por qué”.
“La inspiración, pues, está un paso más allá de la facultad de la Imaginación creadora; con la Imaginación podemos verificar la realidad de la Cuarta Vertical, pero la Inspiración nos permitirá capturar su honda significación. Por último, más allá de la facultad de la Imaginación y la Inspiración, tenemos que llegar nosotros a la cima de la Intuición. Así, que, Imaginación, Inspiración, Intuición, son las tres escalas de la Iniciación. La Intuición es algo diferente. Es la Intuición la que nos permite conversar cara a cara con los Elohim, con los Tronos, y ya no serán para nosotros una mera especulación o creencia, sino una realidad palpable, manifiesta, que la Intuición podría permitirnos el acceso a las Secciones Superiores del Universo y del Cosmos”.
“Por medio de la Intuición podemos estudiar Cosmogénesis, Antropogénesis, etc. La Intuición nos permitirá penetrar en los Templos de la Fraternidad Universal Blanca, en los que están los Elohim o Kumarás o Tronos. La Intuición nos permitirá conocer el génesis de nuestro mundo; con la Intuición podemos asistir a la aurora misma de la creación, saber no por lo que haya dicho alguien, sino por vía directa, cómo surgió este mundo en que habitamos, en qué forma fue creado, de qué manera hizo aparición dentro del concierto de los mundos.”
“La Intuición nos permitirá saber ya, en forma específica y directa, lo que no saben los brillantes intelectos de la época. Existen muchas teorías respecto al mundo, al universo, al cosmos, y éstas pasan de moda constantemente como remedios de farmacia, como las modas de las damas y de los caballeros; a una teoría sigue otra, y a otra, otra; al fin el intelecto no sabe sino fantasear de lo lindo y especular sin poder experimentar jamás lo Real. Pero la Intuición le permite a uno conocer lo Real, es una facultad cognoscitiva trascendental.”
“Grandioso es poder asistir al espectáculo del universo, sentirse uno por un momento separado de la creación; mirar el mundo como si éste fuera un teatro y uno un espectador, evidenciar cómo un cometa que sale de entre el Caos dará origen el Real Ser a cualquier unidad cósmica”.
“Esa es la Intuición, la que nos permite saber que la Tierra existe por el Karma de los Dioses, que si no, no existiese; es la Intuición la que le permite a uno verificar el crudo realismo de tal Karma. Ciertamente aquellos Elohim, que en su conjunto constituyen lo divinal, actuaron en un pasado ciclo de manifestación mucho antes de que la Tierra y el Sistema Solar hubieran surgido a la existencia. Veamos un caso muy simpático: mucho se discute sobre la Luna, piensa mucha gente que esta es un pedazo de Tierra lanzado por la fuerza centrífuga del universo al espacio, algo así como quien dispara un cohete atómico. La Intuición le permite a uno verificar las cosas en forma completamente diferente. La Intuición le permite a uno saber que la Luna es muchísimo más antigua que la Tierra, por eso es que nuestros antepasados de Anahuac decían: “la abuela Luna”; la Luna es obviamente nuestra abuela; si ella es la madre de la Tierra y la Tierra es la madre de nosotros, total: es nuestra abuela; conceptos sabios de Anahuac”.
“La Tierra realmente surgió mucho más tarde en el devenir de los siglos. La Luna fue un mundo rico en el pasado, tuvo vida mineral, vegetal, animal y humana, mares profundos, volcanes que hicieron erupción, etc. Los mismos científicos actuales han tenido que rendirse ante la evidencia concreta de que la Luna es más antigua que la Tierra. Aquellos Iniciados que cometieron el error de afirmar que la Luna fue un pedazo desprendido de la Tierra, ahora quedaron mal cuando se verificó con aparatos especiales, mediante el estudio de los metales traídos de la Luna, que esta es más antigua que la Tierra, y así es: tuvo humanidad, tuvo vida vegetal, fue un mundo rico. ¿Por qué se convirtió así en Luna? La Intuición le permite a uno saber que todo lo que nace tiene que morir, y que todo mundo del espacio estrellado a la larga se convierte en una nueva Luna”.
“Esta Tierra que nosotros habitamos un día envejecerá y morirá y se convertirá en una nueva Luna; y hay Lunas tan pesadas como la que gira alrededor del Sol Sirio, que tiene una densidad cinco mil veces mayor que la del plomo. Así pues, volviendo a lo de nuestra Luna, diremos que es la madre de la Tierra. ¿Que por qué hago tan tamaña afirmación? Por la misma Intuición vemos cómo después de que aquella vieja Luna, nuestra abuela, el Anima-Mundi-Luna crucificado en aquel satélite, se sumergió en el seno del Eterno Padre Cósmico Común, el Absoluto; cuando llegó una nueva época de manifestación, después de un largo intervalo, cuando llegó de nuevo, dijéramos, un nuevo Gran Día de actividad, esa madre Luna, esa Anima-Mundi reconstruyó un nuevo cuerpo, se reencarnó, formó un nuevo cuerpo que es esta Tierra”.
“Todas las criaturas que otrora existieran en la Luna murieron, pero los gérmenes de la vida, los gérmenes de toda vida animal, vegetal o humana no murieron; esos gérmenes, proyectados por los rayos cósmicos, quedaron depositados aquí, en este nuevo planeta, hasta los gérmenes de nuestros mismos cuerpos; por tal motivo somos hijos de la Luna, ella es la madre de todo lo viviente, ella es la madre de la Tierra. Cuando uno hace una afirmación de estas ante un grupo de gente instruida, ante los eruditos del intelecto, ante aquellos que están acostumbrados a jugar malabares con la mente, ante los fanáticos de los silogismos y de los prosilogismos y de los eusilogismos del racionalismo subjetivista, pues, obviamente se expone a la burla, al sarcasmo, a la ironía, a la sátira, porque esto no puede ser admitido jamás por el racionalismo subjetivista del Intelecto. Esto que estoy diciendo es solo asequible a la intuición”.
“Si usted quiere algún día llegar de verdad a la iluminación, a la percepción de lo Real, al conocimiento completo de los Misterios de la vida y de la muerte, necesitará subir, incuestionablemente, por la gradería maravillosa de la Imaginación, de la Inspiración y de la Intuición; el mero racionalismo jamás podría llevarnos hasta allí, a estas experiencias íntimas profundas. En modo alguno nos pronunciaríamos nosotros contra el intelecto, lo que queremos es especificar funciones, y eso no es un delito. El intelecto es útil dentro de su órbita, fuera de su órbita (repito lo que ya dije al empezar) resulta inútil. Pero si nos fanatizamos con el intelecto y de plano nos negamos a querer subir por los escalones de la Imaginación, jamás llegaríamos, indubitablemente, a pensar psicológicamente; y quien no sabe pensar psicológicamente queda atrapado exclusivamente por lo nústico-sensorial, y hasta puede convertirse en un fanático de la Dialéctica Marxista. Sólo el pensar psicológico abrirá la Mente Interior, eso es obvio; y esta última nos hará subir por los escalones de la Imaginación, Inspiración y de la Intuición”.
“Indubitablemente, de hecho, abiertas las puertas maravillosas de la Mente Interior, surgen los Intuitos de adentro, se expresan a través de la Mente Interior, es decir, la Mente Interior sirve de vehículo a los Intuitos. Esta Mente Interior es la misma Razón Objetiva, especificada claramente por un Gurdjieff, o por un Ouspensky, o por un Nicoll”.
“Poseer la Razón Objetiva es haber abierto la Mente Interior, y la Mente Interior funcionará exclusivamente con los Intuitos, con los datos del Ser, de la Conciencia, de lo Superlativo, de lo Étnico, de aquello que es trascendental y trascendente en nosotros, y no de otro modo. El intelecto y la mente en el fondo son lo mismo. Pero la mente no cultivada no es intelecto; la mente cultivada es intelecto. Alguien podría ser muy Inteligente y, sin embargo, no poseer intelecto. Así pues, no hay diferencia substancial sino accidental; distíngase entre potencia y accidente de acuerdo con la lógica formal”.
Durante los días siguientes, a través de la Auto-observación, fui comprobando dentro de mí mismo, que el ser humano, en realidad, no tiene Individualidad, pues no tiene un “Yo” único, sino una multitud de “Yoes”. Cada uno de los seres humanos es como una casa sin Amo, pero que está ocupada por una multitud de invasores, donde cada uno se esfuerza en ser el amo, aunque fuere un momento, y en esta especie de anarquía, la casa está amenazada por los más graves peligros.
Descubrí también, dentro de mí, que nosotros, los seres humanos, no tenemos un “Yo” individual. En su lugar tenemos centenares (tal vez millones) de “Yoes” que se ignoran, que no tienen ninguna relación, por el contrario, son hostiles unos a otros, incompatibles. Observaba que a cada momento decía o pensaba “Yo”. Y cada vez mi “Yo” era diferente. En un momento era un pensamiento, ahora un deseo, luego una sensación, después otro pensamiento y así sucesivamente, sin fin, o sea, descubrí que era una pluralidad, algo así, como una legión...
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