martes, 21 de diciembre de 2010

SEGUNDA PARTE DEL LIBRO ASI HABLA SAMAEL AUN WEOR

La ciencia de escuchar


La última exposición del V. M. Samael Aun Weor, provocaron muchas conversaciones en el grupo Gnóstico donde estaba asistiendo a Primera Cámara. No todo había llegado a ser claro para mí, sin embargo, muchas cosas se iban conectando a mi entendimiento; a menudo una reflexión aclaraba otra. Ciertas partes de la Enseñanza comenzaban a tomar forma, de la misma manera que un paisaje, al ir amaneciendo, aparece poco a poco. Claro está, como es obvio, muchas lagunas había en mí. Pero reflexionaba para no llegar a conclusiones intelectuales. Debo confesar que me sentía muy acoplado con mis compañeros de grupo, y caía en cuenta, cuando nos interrelacionábamos, del prodigioso entendimiento que tenían sobre las ideas del Trabajo Esotérico Gnóstico.

Recuerdo que el Instructor de ese grupo nos hablaba reiterativamente que “el desarrollo del hombre opera a lo largo de dos líneas: “Saber” y “Ser”. Para que el desarrollo se realice correctamente, ambas líneas deben avanzar juntas, paralelas una a otra. Si la línea del Saber sobrepasa demasiado a la del Ser, nos convertiremos en unos “bribones del intelecto”; si la línea del Ser sobrepasa demasiado a la del Saber, seremos unos “Santos estúpidos”. Sin embargo, miraba yo, que para nuestra cultura occidental, en particular, admitimos que un hombre pueda poseer un saber vasto, que puede ser un sabio eminente, autor de grandes obras científicas, un hombre que hace progresar a la ciencia, y al mismo tiempo puede ser, un pobre hombre egoísta, polémico, lapidario, mezquino, envidioso, vanidoso, etc., o sea, no consideramos para nada la línea del Ser. Le damos mayor valor al Saber.

La Gnosis propicia la formación de una raza de seres humanos con un nivel de Ser más alto y espiritual, y como es obvio, una doctrina que enseña este tipo de cuestión debe ser estudiada y tomada en consideración en todos los ámbitos sociales, ya que el propósito de la humanidad es en definitiva el progreso. La doctrina Gnóstica me tomaba largas horas de reflexión; esta es una enseñanza muy antigua, pero nueva para nuestra sociedad actual. El V. M. Samael Aun Weor nos está entregando la misma doctrina que nos han legado los Grandes Maestros de la humanidad; pero con la diferencia que las Enseñanzas Gnósticas son claras y simples, al alcance de todo entendimiento. Si la humanidad siguiera el camino difícil de la transformación radical de la psiquis, Samael tendría que ser considerado como el salvador de ella. He aquí lo que nos enseñó este Superhombre en el auditorio del “Salón de actos de la Torre de América”:

“Distinguidos amigos, estimables damas, hoy 30 de junio del año undécimo de Acuario (1973), nos reunimos aquí, en este lugar con el anhelo de estudiar profundamente la “Ciencia de escuchar”. Mi Real Ser Interior, el Quinto de los siete, Samael, enseña la sabiduría oculta revolucionaria. A mí me toca ahora, develar, indicar con claridad el camino; hacer la disección de muchas palabras, conceptos, ideas, temas, como el de hoy, para ver qué es lo que tienen de verdad. Pero, sin embargo, no soy el único Iniciado que conoce estos Misterios”.

“Ante todo se hace necesario aprender a escuchar; muy raros en verdad son los que saben escuchar. Por lo común, cuando alguien escucha, no escucha, porque su “Yo”, su Ego, traduce todo lo que escucha a su propio lenguaje, a su propia idiosincrasia psicológica, dentro de su criterio, y total, no escucha. La gente, para poder aprender a escuchar, debe antes que todo despertar la Conciencia. ¿Cómo podría escuchar, psicológicamente, alguien que tiene la Conciencia dormida?”

“Para saber escuchar hay que estar presente, y me pregunto a mí mismo y pregunto a ustedes: ¿están seguros que a estas horas no están ustedes deambulando por su casa, por su taller, o en el campo, o en algún lugar de sus afectos? Siempre vemos a las personas sentadas, aparentemente escuchando, pero ¿cómo podría escuchar el que “no está en casa?” Por lo común, cuando uno habla de Gnosis, aquellos que aparentemente escuchan, no escuchan, huyen despavoridos, van de aquí para allá y de allá para acá, viajan por la ciudad psicológica interior. Recordemos que dentro de cada uno de nosotros hay un país psicológico, una ciudad psicológica; una cosa es un lugar del mundo físico y otra cosa es el lugar psicológico donde nosotros estamos ubicados. ¿En qué lugar estaremos ubicados ahora mismo? Usted dirá que acá, en el lugar donde está leyendo este libro; podría ser, podría no ser”.

“La realidad es que resulta difícil saber escuchar, porque por lo común el que escucha se escapa, viaja por su país psicológico, huye en cualquier dirección. Total, “no está en casa”, y “no estando en casa”, ¿quién escucharía? ¿La personalidad humana? Verdaderamente, ella no sabe escuchar. ¿El cuerpo físico? ¡Ese no es más que un instrumento! ¿Quién escucharía entonces? Cuando uno habla a otra persona, y esto se lo digo muy especialmente a nuestros misioneros, porque las gentes huyen cuando nos escuchan; cuando aparentemente escuchan, “no están en casa”. Hay también gentes llenas de sí mismas, esas gentes no quieren escuchar la palabra, no tienen un lugar vacío, un puestecito para nuestra palabra, están llenas de sí mismas: de sus engreimientos, de sus orgullos, de sus vanidades, de sus teorías, etc.; entonces la palabra no tiene donde entrar. ¿Dónde entraría, si esas gentes están llenas de sí mismas? Recordemos a Jesús y su nacimiento: sus padres concurriendo, al empadronamiento citado por Herodes, no hallaron en el “mesón” un lugar vacío. Entonces no hay en la “taberna interior”, si es que se le puede dar ese nombre, un lugar vacío para la Palabra; está ocupada la taberna”, está ocupado el “mesón”. ¡Cuán grave es eso!)”.

“Nosotros debemos tener la “escudilla” del Buda hacia arriba, la “olla”, para recibir la Palabra; pero en vez de hacer eso, las gentes colocan la “olla” hacia abajo. Se necesitaría tener o reconocer, pues, nuestra propia nadidad y miseria interior para que quede en la “escudilla”, en el “cuenco”, en la “olla”, un lugar para la Palabra. Mas en tanto estemos llenos de sí mismos, ¿cómo podría la Palabra entrar en nosotros? O en otros términos, ¿cómo podríamos aprender a escuchar desde el punto de vista psicológico? Porque escuchar, dijéramos, físicamente, es cosa relativamente fácil, pero psicológicamente, ¡cuán difícil es saber escuchar! Hay que estar en actitud receptiva, con la “olla” hacia arriba, aguardando el alimento, o el “cuenco”, o la “escudilla”, al estilo búdico; pero si la “olla” está hacia abajo, ¿cómo puede entrar el alimento en nosotros, cómo podríamos recibirlo? Esos que están llenos de orgullo, de auto-suficiencia, esos que están rellenos de teorías, ¿creen ustedes acaso que se encuentran en el estado preciso para poder recibir la Palabra?”

“Tenemos que reconocer nuestra propia nadidad y miseria interior, antes de poder recibir el alimento de la Palabra, y no es posible recibir ese alimento si no sabemos escuchar. Pues antes, si hemos escuchado nosotros una palabra miles y hasta millones de veces, y creemos que lo sabemos, que la hemos escuchado, pero en realidad de verdad no hemos escuchado esa palabra. Cualquier día de esos tantos, la oímos y nos “cae como nueva”; pero si la hemos escuchado miles de veces ¿por qué nos “cae como nueva”? Porque siempre la habíamos escuchado con la Conciencia dormida y un día cualquiera tuvimos la suerte de escucharla con la Conciencia despierta, y nos “cae” como algo nuevo”.

“Vea usted cuán difícil es saber escuchar, vea usted cuán trabajoso es. Se necesita ante todo ser consciente, si queremos saber escuchar. Recordemos aquella tentación de Jesús en el desierto, cuando Satán le decía: “Todos estos reinos del mundo te los entregaré si te arrodillas y me adoras”; he allí la tentación. Le pedía a Jesús el Cristo que colocara la “olla” boca abajo, que no la colocara hacia arriba para recibir la Palabra interior que viene de lo Alto, sino que la colocara hacia abajo para escuchar las cosas externas, para escuchar, pues, el mundo de los sentidos externos. De manera que Jesús no cayó. ¿Por qué el Gran Kabir no cayó? Porque él estaba siempre alerta y vigilante, como el vigía en época de guerra; tenía la “escudilla” hacia arriba, no hacia abajo; estaba aguardando recibir la Palabra. Pero si él hubiera caído en tentación, es decir, si hubiera colocado la “escudilla”, la “olla” hacia abajo, habría escuchado palabras externas, cosas que vienen de afuera, cosas del mundo, no habría sido capaz de escuchar psicológicamente”.

“Así que, nosotros tenemos que volvernos cada vez más receptivos a la Palabra, debemos aprender a escuchar psicológicamente. Mas, repito ¿Cómo se podría escuchar si estamos fuera de casa? Para poder escuchar, hay que “estar en casa” ¿Y quienes están “fuera de casa”? ¡Pues todos los inconscientes! ¿Usted puede estar seguro que en este momento está escuchando? ¿Podría asegurarlo? ¿Podría usted, en este momento, jurar que está presente? ¿O deambula por otros lugares? La cruda realidad de los hechos es que cuando escuchan, las gentes no escuchan, porque andan por otros lugares, “no están en casa”, deambulan”.

“¿Por qué no recuerdan las personas, las gentes, sus existencias anteriores? ¡Pero cómo las van a recordar, si no están en casa! ¿Puede uno recordar acaso lo que no ha experimentado? ¿Quién sabe lo que es estar en casa? Me refiero a esta “casa”, a la persona humana. Normalmente, el Ser anda “fuera de casa”; entonces, ¿cómo podríamos recordar las pasadas existencias, si siempre estuvimos “fuera de casa? Hay dos cosas capitales en nuestros Estudios Gnósticos: primero, Recordación de sí mismos, es decir, de nuestro propio Ser; segundo, Relajación del Cuerpo Físico. Recordarse a sí mismo y relajar el cuerpo es algo que debemos hacer continuamente. Recuerden que el cuerpo siempre está en tensión: los nervios en tensión, los músculos. Hay necesidad de aprender a recordarse a sí mismo y relajar el cuerpo; yo lo hago continuamente, todos los días: el recuerdo de mí mismo y relajarme el cuerpo, ya en una cama o donde sea. Eso es indispensable: ir día a día recordándonos cada vez más y más de sí mismos, es decir, de nuestro propio Ser”.

“Por olvido del Ser, en realidad de verdad, las gentes cometen muchos errores y tienen tantas teorías equivocadas. Si Laplace, el gran astrónomo y matemático francés, no se hubiera olvidado de sí mismo, de su propio Ser, no habría concebido jamás en su mente esa teoría, la famosa teoría de Laplace, esa teoría es falsa, absurda, completamente absurda. Cuando Laplace presentó su teoría a Napoleón Bonaparte, explicándole cómo de una nebulosa sale un planeta o un sistema solar, entonces Napoleón le dijo: ¿“Y cuál es el puesto que habéis dejado a Dios”? Cínicamente le respondió: “Yo, señor, yo no he necesitado de Dios para elaborar mi teoría”. Vea usted la auto-suficiencia”.

“Es precisamente por olvidarse de su Ser Interior, por lo que pudo elaborar esa teoría falsa, porque a ningún astrónomo del planeta Tierra le consta jamás, haber visto con sus propios ojos, un planeta saliendo o emergiendo de entre una Nebulosa. Así que, entonces no les consta; sin embargo, es admitido por muchos necios como dogma de fe... Si Laplace no se hubiera olvidado de sí mismo, no habría elaborado esa absurda teoría. Por ahí anda un necio que echó una gota de aceite, entre un vaso con agua, con un palillo se propuso hacer girar la gota de aceite: se extendieron anillos que luego quedaron girando alrededor de la gota central... “¡Y así se formó el universo!”. Le preguntan: “¿Y entonces Dios?”. “No, no se necesitaba; ustedes ya ven cómo se formó”. ¡Pero bien tonto! No se da cuenta de que en su teoría está él haciendo un papel de Dios, pues él con ese movimiento está haciendo girar el aceite ese, la gota de aceite alrededor del mundo. Sin embargo, es tan necio que no se da cuenta que hubo necesidad de alguien que provocara los movimientos, pues sola, la gota de aceite no giraría ni se extendería en forma de anillos; necesitó de una mano que la moviera, de un impulso inteligente, pero el tonto ese, está haciendo el papel de Dios y sin embargo niega a Dios”.

“De manera que así es la gente, torpe, cuando se olvida de sí misma. En cuanto a mí se refiere, no me he olvidado de mí mismo, es decir, de mi propio Ser; por lo tanto digo que la Nebulosa de Laplace y su teoría nebular, es falsa... Yo voy más lejos, yo estoy con Sabaoth. ¿Qué es eso? Dirá usted. Es la Inteligencia Directriz, formada dijéramos, por el Ejército de la Palabra. ¿Cómo surgió el Universo? ¿De una Nebulosa? ¡No es cierto, no digan falsedades! Surgió de Sabaoth, de la Sustancia Madre, del Caos, de Mula-Prakriti, dirían los Indostaníes. ¡Qué se celebraron ciertos Rituales, Tántricos por cierto, en el amanecer del Mahamvantara! ¡Es cierto! Claro, los Elohim que en su conjunto constituyen el Sabaoth, ese Ejército de la Palabra, se desdoblaron a sí mismos en la forma del Andrógino Divino, pero al desdoblarse a sí mismos como Macho-Hembras, quedaron suficientemente preparados para fecundar la Materia Caótica”.

“Así fue como la Isis y su Principio Masculino, ejecutaron entonces una cópula de tipo químico, metafísico, para fecundarla, para fecundar la Materia Caótica, a Sabaoth, el Caos. Entonces separaron las aguas superiores del Caos, de las inferiores. Esas superiores fueron fecundadas por el Fuego, ascendieron por la Espina Dorsal de Isis hablando en forma colectiva, fueron fecundadas por el Principio Masculino con el Fuego y luego regresadas posteriormente al Caos, para que el Caos fuera a su vez fecundado, y así surgió la vida, surgió el semillero de todo lo que es, ha sido y será; se produjo el “Remolino Atómico” por todas partes, luego los gérmenes de la existencia, los Átomos Elementales surgieron, surgieron los Mundos con todas sus cosas; todo gracias a Elohim o a los Andróginos Divinos, o a la Hueste de los Elohim, para hablar más claro. Pero ¿surgir así, de una Nebulosa?”

“La primera forma que surgió a la existencia, fue un Universo Mental; mucho más tarde cristalizó en forma Astral, después en forma Etérica y luego tomó forma Física, pero no hubo ninguna Nebulosa por ahí, como dice Laplace, “todo fue producto del Verbo”, “todo fue producto de la Palabra”. Si Laplace no se hubiera olvidado de sí mismo, si en vez de elaborar su teoría se hubiera entregado a la meditación, es obvio que habría podido algún día evidenciar los orígenes del Universo, que distan mucho de parecerse a las teorías que elaboró. Esa es la cruda realidad de los hechos. De manera que, cuando uno se olvida de sí mismo, comete errores espantosos. Lo más grave es olvidarse de sí mismo”.

“El Fuego es lo que cuenta en cualquier creación; pero una cosa es el Fuego en el Mundo Físico y otra es el Fuego en el Caos. Obviamente, en el Caos, el Fuego es una potencia eléctrica, con posibilidad de despertar para crear. En estos días en que estamos trabajando con Pistis Sophía, digo que Pistis Sophía en el Caos en definitiva. Realmente, Sophía es sabiduría del Fuego y resplandece en el Caos; por algo se dice que “La luz sale de las tinieblas” y que “el Cosmos sale del Caos”. Pistis Sophía como Fuego, resplandece en el Caos para crear y volver nuevamente a crear. La Divina Sabiduría está en el Caos y del Caos puede brotar para llegar al “Aeon-13”, al “13-Serpiente”, al “13-Numeral Séptimo”.

“Así, pues, debemos nosotros reflexionar cada vez más en todo esto. Grandes cosas se abren para uno, cuando no se olvida de su Ser, cuando se recuerda a sí mismo profundamente. Es aconsejable que diariamente, sea por cinco, diez minutos, un rato, media hora, una, se recuerden a sí mismos, que sentados en un sillón, relajen su cuerpo totalmente; un día podrán llegar a la experiencia de lo Real por ese camino, que es un modo de actuar sobre el Centro Emocional por medio del Centro Motor, al estar luego en esa actitud, meramente de pleno relajamiento, vivenciando al Ser, sintiéndolo, experimentándolo. Volverse receptivo al Ser: eso es fundamental. La personalidad debe volverse cada vez más pasiva y la Conciencia receptiva a la Palabra que viene de arriba, de lo Alto; esa Palabra viene a través de los Centros Superiores del Ser y llega, pero si no somos receptivos, si no aprendemos a relajarnos, si nos olvidamos de sí mismos, ¿cómo podremos recibir los mensajes que vienen a través de los Centros Superiores del Ser, de qué manera?”

“Debemos comprender esto, que hay que ser un receptáculo, volvernos receptivos, aprender a recibir la Palabra, captar su honda significación; eso es fundamental. Diariamente, debemos relajarnos y recordarnos a sí mismos, a nuestro propio Ser; así avanzaremos triunfantes”.

“Bueno si algún hermano que quiera preguntar, puede hacer sus preguntas con la más entera libertad. Todos tienen derecho a preguntar, o todos pueden preguntar sin salirse del tema”.

Pregunta: Quisiera saber, Venerable Maestro lo siguiente: Cuando un estudiante no está en el recuerdo de sí, ¿es inútil que consulte a un Maestro para que le resuelva una situación, puesto que no lo va a saber escuchar?

Respuesta: “Pues, consultar es necesario, pero saber escuchar es indispensable. Así pues, no es absurdo consultar, lo que sí es absurdo es no saber escuchar. ¿Hay alguna otra pregunta, hermanos?”

Pregunta: Por medio de la educación de la palabra, ¿se puede aprender a escuchar?

Respuesta: “Una cosa es hablar y otra escuchar; si no sabemos escuchar, no tendremos el verdadero conocimiento. Para saber escuchar se necesita que haya un pleno equilibrio entre el Saber y el Ser, o entre el Conocimiento y el Ser. Pero una cosa es escuchar y otra cosa es hablar. Educar la palabra es conveniente, no digo que no, pero se hace indispensable saber escuchar, para así atenernos principalmente a la ciencia de escuchar”.

Pregunta: Maestro: Cuando uno esté frente a usted, hay un aletargamiento de la mente, queda uno incapacitado para absorber toda la palabra del Maestro, para absorber el conocimiento trascendental, es decir, queda uno como perplejo, atontado frente a la sabiduría del Maestro, de tal manera que resulta muy difícil escucharlo a usted. Entonces, ¿Qué podría hacer para aprender a escucharlo, Venerable Maestro?

Respuesta: “He oído tus palabras. Indudablemente, hay que saber escuchar; se necesita el estado de alerta percepción, de alerta novedad, si es que se quiere escuchar, mas, repito: ¿Cómo podría saber escuchar el que no está en casa? Normalmente, las gentes que escuchan en un Auditorio al conferencista, suelen escaparse, tienen múltiples agregados psíquicos inhumanos que van y vienen por todas partes. Total que, estando allí en el auditorio escuchando, no están, y oyendo no oyen porque están fuera de casa. Si se quiere saber escuchar debe uno estar íntegro, unitotal frente al conferencista; deben estar los tres centros: el Intelectual, el Emocional y el Motor, integrados, unidos; pero si esos tres centros andan disociados: el Intelectual por un lado, el Emocional por el otro y el Motor por el otro, pues, sencillamente no se está escuchando la palabra. De manera que saber escuchar es algo muy difícil y fundamental; y si uno aprende a escuchar, puede entonces recibir información completa sobre el trabajo Esotérico Gnóstico”.

“Téngase en cuenta que la vida práctica tiene muchas fases. La vida en el estado de inconsciencia tiene fases terribles; parecería como si la vida en estado de inconsciencia de la humanidad, tuviera más fuerza todavía que el conocimiento Esotérico Gnóstico, pero lo que sucede es que las gentes están tan llenas de sí mismas, repito, que no pueden entonces recibir la información que se les da a través de la palabra; están llenas, no reciben la información completa, es decir, no saben escuchar, están llenas de sí mismas”.

“Si uno escucha, si aprende a escuchar en estado de alerta percepción, de alerta novedad, llega uno a reconocer por tal motivo, mediante la palabra que recibe, mediante la palabra que lo informa, realmente viene a descubrir que es un cuitado, un desnudo, miserable y hambriento. Queda, pues, un lugar vacío para que la palabra pueda entrar allí. Pero mientras uno se sienta lleno, mientras se sienta engreído, se sienta satisfecho con todos esos Egos, ¿cómo va a recibir la Palabra? No hay un lugar vacío dentro de la persona, para que la Palabra pueda almacenarse allí, de manera que debemos hacer que nuestro “cántaro”, nuestra “escudilla”, nuestro “cuenco”, esté hacia arriba, abierto, aguardando la Palabra, el alimento que va a nutrirnos, que va a orientarnos, pero si uno voltea la “olla” hacia abajo, ¿cómo va a recibir? No recibe; necesita voltearla hacia arriba, dejar un puesto vacío para recibir esa “gota”, esa “gota” que es el Conocimiento”.

Pregunta: Maestro: la falsa educación, la falsa moral, ¿es también un obstáculo para aprender a escuchar?

Respuesta: “Ciertamente, la falsa educación causa mucho daño. Digo, que la educación que uno recibe en las Escuelas Primarias, en la Preparatoria, Kinder, Secundaria y Universidad, es falsa porque no está relacionada con ninguna de las partes autónomas y auto-conscientes del Ser. Siendo falsa, falsea de hecho los cinco cilindros de la máquina y nutre a muchos agregados psíquicos inhumanos. Un sujeto con una personalidad bien robustecida, es un sujeto que no está dispuesto a saber escuchar, que no sabe escuchar; siempre escucha las voces subjetivas, infraconscientes, infrahumanas de los cinco cilindros de la máquina orgánica, las únicas voces que sabe escuchar son las de la falsa personalidad; siempre está tan relleno de conocimientos, que no deja un lugar vacío donde pueda un instructor depositar la Palabra. De manera que la falsa educación perjudica horriblemente, y en cuanto a la falsa moral, pues no se a cuál moral te refieres, si es a la moral apegada a lo viejo, a la tradición, etc., ¿o qué?”.

Pregunta: Y en cuanto a la moral, Maestro, ¿qué podría decirnos?

“Esa no sirve; hablemos de Ética revolucionaria. Porque la moral es esclava de las costumbres y de los lugares, de las épocas. Lo que en un país es “moral”, en otro país es “inmoral”, lo que en una época fue “moral”, en otra época es “inmoral”, lo que en un tiempo fue “moral”, en otro tiempo es “inmoral”. Veamos un caso muy concreto: en la China, por ejemplo, hasta hace poco tiempo, matar al padre porque ya estaba muy anciano, pues se consideraba “moral”, y entregarle las niñitas chiquitas, recién nacidas, a los misioneros católicos que llegaban allí, cambiándolas por sellos de correo, era “moral”. Por allí hubo un cura que trajo cientos, miles o más niñitas, adquiridas con puros sellos de correo. Esa normal pues, tirar a una niñita, a cualquier niñita a la calle; como mujer, ella no valía; la tiraban a la calle, únicamente se alegraban cuando nacía un varón, pero nacía una mujer y la tiraban a la calle o la cambiaban por timbres de correo”.

“De manera que, ¿en qué queda la moral? La moral es esclava de las costumbres, podríamos citar miles de casos, algunos de ellos muy dolorosos y hasta vergonzosos, sobre la tan cacareada “moral”. La moral es esclava de los tiempos, es el resultado de todos los prejuicios de la humanidad. Eso no sirve; todo el que quiera marchar por la senda de la Auto-Realización Intima del Ser, tiene que libertarse de la moral; hablemos más bien de Ética Revolucionaria, eso es lo correcto”.

“Uno tiene que aprender a hacer un inventario de sí mismo para saber qué le sobra y qué le falta, y también aprender a manejar las virtudes; una virtud, por muy santa que sea, fuera de lugar, causa daño; hay muchos santos que han perjudicado a la humanidad con sus virtudes; es la cruda realidad de los hechos. Sin embargo, las virtudes son preciosas, pero el que no las sabe manejar, obviamente causa daño con las mismas virtudes. De manera que no hablemos de moral, hablemos de Ética Revolucionaria, la moral no sirve, perjudica nuestro desarrollo... ¿Hay alguna otra pregunta?”.

Pregunta: Maestro: hay que saber escuchar y hay que “estar en casa... ¿Podría usted ahora, Venerable Maestro, hablarnos un poco sobre el “mal secretario”?

“El “Mal Secretario” es el Ego, nada menos que el Ego... Todos, de acuerdo con su idiosincrasia psicológica, no ha terminado el conferencista de hablar y ya el propio Ego ha formado su personal concepto pero falso, pues se basa en los prejuicios, en los temores, en las falsas teorías, en la falsa educación recibida, etc., etc., etc., y otras tantas hierbas más. El “Mal Secretario” causa mucho daño, por eso hay que estar alertas y vigilantes, dispuestos a recibir la Palabra. Pero si andamos ausentes, ¿cómo podríamos recibirla? Repito: ¿Por qué las gentes no recuerdan sus existencias anteriores? Sencillamente porque nunca están presentes, “nunca están en casa”; muere el cuerpo físico y tampoco “están en casa”... ¿Cómo van a recordar las pasadas existencias, si nunca “estuvieron en casa”?”

Para estos momentos ya me encontraba empapado de las más encumbradas ideas del Trabajo Esotérico Gnóstico. No le permitía a mi mente ninguna clase de pseudo-pietismo y vana palabrería insustancial de charla ambigua. Era muy cuidadoso de combinar conferencias y prácticas. Quería vivir lo que enseñaba el Instructor: “Ser y Saber deben marchar al unísono”.

Y para no prostituir la inteligencia, me prosternarme humildemente ante el Ser. La Gnosis brindaba esta extraordinaria oportunidad, pues, ella es el viandante que posee el bálsamo precioso para sanar el adolorido corazón del buscador que sufre y clama como el Hijo Pródigo.

La Gnosis propone al estudiante flanquear las murallas intelectivas, y uno debe tener la disponibilidad de sepultar el vano racionalismo. ¿Qué buscamos con esto? Buscamos al Íntimo. La meditación interior nos permite adorar a nuestro Padre que está en secreto. Es indispensable comprender que dentro de sí mismo, en las ignotas reconditeces del alma lo podemos encontrar, y con la meditación trascendental, nuestra búsqueda no se hace esperar...

















La necesidad de limpiar la mente de tanta basura


E
l sol lucía muy claro en el cielo y del occidente soplaba una brisa fresca. Era una hora matinal muy temprana aún; había muy poca gente en el “Parque de la Reserva”, todavía no comenzaba el aflujo de visitantes. Afortunadamente, no iba a ser un día demasiado caluroso, pero la luz solar estaba en todas partes, penetrante porque no había nubes. En el extenso y cuidado parque, los árboles, en ese momento, daban una larga sombra; en ella se cobijaban algunas personas que reposaban de sus ejercicios deportivos. Todo estaba agradablemente y en paz. Más avanzado el día, se llenaba el parque de niños, niñeras y de personas que los sábados descansaban.

Allí, en ese lugar, estábamos yendo durante toda la semana, los miembros de Primera Cámara en compañía del Instructor, que nos dirigía el Estudio y la Meditación, y bajo su dirección, estudiábamos de cinco de la mañana a dos de la tarde, así: Una hora de lectura para poner en acción el Centro Intelectual, cuyo asiento está en el cerebro físico; terminado este tiempo, nos decía el Instructor que pusiéramos en acción al Centro Emocional, cuyo asiento está en el corazón y plexos nerviosos, entonces entrábamos en contemplación y meditación; concluida la hora, poníamos en acción el Centro Motor, cuyo asiento está ubicado en la parte superior de la espina dorsal, entonces dábamos largas caminatas por la avenida del parque, siempre llena de gentes. Más tarde pasábamos nuevamente al estudio, repitiéndose cada tres horas la misma práctica para poner en movimiento los tres cerebros o centros de la máquina orgánica: Intelectual, Emocional y Motor.

Ese último día, el Instructor nos informó que esa noche, a las 7 P. M., en el “Salón elíptico de arte municipal”, el V. M. Samael Aun Weor, dictaría una conferencia. Yo anoté en mi agenda, 9 de julio, conferencia, consigné la hora señalada y el lugar. Todos partimos a nuestras residencias y convenimos encontrarnos en el sitio donde el Maestro nos ilustraría con este gran tema:

“En la mente hay muchas representaciones que debemos tener en cuenta: supongamos que tenemos en la mente la representación de un amigo a quien estimamos. Alguien muy importante nos habla contra ese amigo, se levanta toda clase de murmuraciones, calumnias, etc. Nosotros le damos oído a toda esa chismografía. Entonces la imagen que tenemos de nuestro amigo, la representación, queda de hecho alterada. Ya no vemos en él al sujeto amable que antes veíamos lleno de armonía, sino que esta imagen adquiere en nuestro entendimiento la figura que otros le han dado; posiblemente la del bandido, la del ladrón, la del falso amigo, etc., etc. En la noche puede suceder que soñamos con ese amigo. Ya en modo alguno lo vemos con armonía, sino que nos ataca, o que lo atacamos, soñamos que él empuña arma contra nosotros, etc. Queda completamente alterada la imagen del amigo: una representación que ha sido alterada. Puede darse el caso que aquellos que hablaron contra nuestro amigo lo enjuiciaron equivocadamente, lo calumniaron intencionalmente o inconscientemente, etc., pero la representación de la mente queda alterada. Eso es gravísimo porque esta representación se convierte de hecho en un demonio que viene a obstaculizar nuestro avance esotérico, es un demonio que nos sale al paso, es un demonio que es óbice para el desarrollo interior profundo. He ahí pues el error grave: dar oídos al chisme, a la calumnia, a las murmuraciones, al dice que se dice, etc.”.

“Obviamente dentro de nuestra mente existen miles de representaciones que pueden ser alteradas si tomamos parte en conversaciones negativas, si damos oído a la calumnia, si escuchamos al dice que se dice, etc. Por todas estas y otras cosas no es conveniente dar oídos a las palabras negativas de las gentes, eso es grave y en el fondo es un error. De la misma manera que no solamente los agregados psíquicos, viva representación de nuestros defectos psicológicos, constituyen un fardo que en nuestro interior cargamos, tampoco debemos nunca olvidar la cuestión de la representación del entendimiento.”

“Caminantes del Sendero, por dar oídos a conversaciones negativas, por estar en corrillos donde sólo se escuchan frases negativas, suelen deformar unas veces muchas representaciones del entendimiento y éstas, en el mundo de la mente, se constituyen en verdaderos demonios que conforman un obstáculo o una serie de obstáculos infranqueables para el despertar de la Conciencia. Así podemos citar el caso de muchos Hermanos Gnósticos que en las noches suelen siempre tener innúmeros sueños de tipo negativos, a veces sueñan que matan a otra persona, etc. Lo más grave es cargar tales enemigos dentro de sí mismo, en la propia mente. Lo más indicado para aniquilar nuestras representaciones negativas es apelar al Poder Serpentino Anular, invocar a Devi Kundalini Shakti, para que destruya tales representaciones de tipo negativo”.

“Incuestionablemente, no deberíamos tener tales representaciones de tipo negativo o positivo en la mente. La mente debería crear ciertas actitudes serenas a disposición del Ser, pero para ello se necesita que la personalidad humana se torne pasiva. Una personalidad pasiva es una personalidad receptiva, pues recibe los mensajes que vienen de las partes más elevadas del Ser. Tales mensajes pasan a través de los Centros Superiores del Ser antes de entrar en la mente. He ahí la ventaja de tener la personalidad pasiva. Esta, desgraciadamente, se encuentra controlada por elementos muy pesados o agregados muy difíciles relacionados con el mundo de las 96 leyes; es decir la región del Tártarus. La personalidad de las gentes es activa porque está controlada por agregados del odio, orgullo, envidia, de la espantosa lujuria. En realidad de verdad, nosotros no somos sino míseros gusanos del lodo de la tierra. Si logramos eliminar de nuestra psiquis tan pesados elementos psicológicos, nuestra personalidad humana se torna fácil y la mente se vuelve receptiva para los mensajes que descienden de las partes más elevadas del Ser a través de los Centros Superiores de nuestra psiquis”.

“Ahora van comprendiendo ustedes, mis queridos amigos, la necesidad de eliminar esos elementos gestados que de por sí son pesados. Con Devi Kundalini Shakti, o sea, la Serpiente Ígnea de nuestros Mágicos Poderes, podemos eliminar de hecho esos elementos pesados. Así se llega al triunfo, porque podemos recibir el mensaje directo que viene de las partes más elevadas del Ser. Por eso les digo que hay que Trabajar sobre sí mismo”.

“Hay que crear una mente receptiva, una mente que nunca proyecte, que siempre reciba en vez de proyectar. Una mente que no proyecte no tendría el mal gusto de aceptar representaciones de tipo positivo o negativo en los distintos fondos del entendimiento; una mente así, solamente traería los mensajes que vienen de la parte más alta de nuestros semejantes. En tanto nosotros continuemos dándole alimento a las distintas representaciones del entendimiento, jamás será una mente pródiga, una mente progresista, sino una mente condiciona por el tiempo y por el dolor. Así analizando, de esta forma veremos que no solamente debemos eliminar agregados psíquicos indeseables, sino que tenemos un problema muy difícil con la cuestión de las representaciones. El problema que veo difícil para la iluminación interior, es que cargamos tantas representaciones, además de los agregados psíquicos inhumanos”.

“Si estudiamos cuidadosamente la vida de los sueños, hallaremos en ellos tantas cosas vagas e incoherentes, varios aspectos, hechos que no tienen realidad. El sólo motivo de resultar incoherentes, nos debe invitar a reflexionar”.

“Como gnóstico, uno debe tener concepto claros e ideas lúcidas. Iluminación radical sin vaguedades, sin subjetivismo de ninguna especie. Desgraciadamente, las representaciones que en nuestro interior cargamos y los diversos agregados, condicionan en tal forma a la Conciencia, y la tornan subconsciente, inconsciente y hasta infraconsciente. Les invito a la reflexión, les invito a comprender estas cosas tan indispensables”.

“En el mundo oriental se habla muy en síntesis. Por ejemplo, el Budismo Zen o Chan sólo dice que hay que llegar a la quietud de la mente, al silencio de la mente con el propósito de lograr la irrupción del Vacío Iluminador. Se nos dice que en el Satori hay verdadera felicidad. Se tiene que conseguir en la sala de meditación la quietud de la mente, por dentro, por fuera y por el centro. Se nos dice que la mente debe quedar como un muro absolutamente quieto. Bueno, me di cuenta que en la sala de meditación del Japón cuesta para conseguir el Satori; en el mejor de los casos una o varias horas, pero después la mente vuelve a estar tan agitada como siempre. Sale uno de aquel estado de felicidad para enfrentarse al mundo, dichoso, embriagado para luchar. Claro, interviene el “Yo” para darle unas cuantas bofetadas, para sacarlo de ese estado, y luego perderlo.”

“Si nosotros queremos ser algo más que lo que pueda lograrse en una sala de meditación Zen o Chan, debemos tener también un despertar de la mente, una mente receptiva para los intuitos que vienen de allá arriba del Cielo de Urania, una mente iluminada. ¿Sería esto posible si nosotros le permitiéramos a los agregados psíquicos continuar existiendo en nuestra psiquis? ¿Sería esto posible si nosotros diéramos oídos a la chismografía para alterar las representaciones que cargamos en nuestro entendimiento? ¿Sería esto posible, me digo a mí mismo y lo comparto con ustedes al pensar en voz alta, si nosotros continuáramos dando prioridad a las representaciones positivas o negativas?”

“Helena Petronila Blavatsky tiene una frase en “La Voz del Silencio” que me ha gustado. Dice: “Antes que la llama de oro pueda arder con luz serena, la lámpara debe estar bien cuidada, al abrigo de todo viento, los pensamientos terrenales deben caer muertos a la puerta del Templo”. Esa frase de H. P. Blavatsky, es portentosa, es maravillosa. Sólo así, digo, sería posible que en verdad la mente quedara quieta y en silencio no sólo dentro de una sala de meditación, sino en forma continua”.

“Cuando uno va estudiando los distintos repliegues de la mente, va comprendiendo también que la quietud y el silencio total del entendimiento no son posibles en tanto la mente esté ocupada por los agregados psíquicos y por las representaciones. Podría objetarse diciendo que existen representaciones loables, claras, magníficas. Eso se supone aceptable, pero eso no lo es. Nosotros, el total, debemos ser el Ser, ¿por qué tenemos que tener entre nuestra mente cosas que no son del Ser? No veo por qué tengamos que cargar en nuestra mente intrusos. He comprendido que en la mente sólo debe estar el Ser, que la mente debe convertirse en un Templo donde oficie el Ser y nada más que el Ser, eso es todo. Pero mientras ese Templo esté lleno de elementos extraños, cosas, juegos, escaparates gigantes, representaciones, agregados, puede decirse que existe un sueño profundo en la Conciencia, eso es inconsciencia”.

“Al hombre se le conoce por sus sueños, dijo Platón. El día en que nosotros dejemos de soñar, entonces las “cucarachas” que cargamos en la mente se vuelven fuego. Y todas esas incoherencias absurdas ya no existirán; y todos esos estados morbosos, vagos, imprecisos, insípidos, insubstanciales, inodoros, ya no tendrán existencia de ninguna clase. Dicho el día en que ya no soñemos, en que dejemos de soñar. Cuando un hombre deja de soñar ha triunfado. Mientras existan los sueños en la mente, mientras se vaya uno para el espacio psicológico a proyectar sueños imprecisos, absurdos, eso nos indica que vamos muy mal, eso nos indica que tenemos una mente llena de mucha basura, de mucha pacotilla”.

“Como les decía, el verdadero Iluminado no tiene sueños, los sueños son para los dormidos. El verdadero Iluminado vive en los mundos superiores fuera del cuerpo físico en estado de intensificada vigilia, sin soñar jamás. El verdadero Iluminado después de la muerte del cuerpo físico está despierto en el espacio psicológico. Así pues, reflexionen en la necesidad de llegar a la quietud y al silencio de la mente”.

“¿Qué diremos nosotros aquí sobre los Tres Alimentos? Ya expliqué cómo nos alimentamos, cuál es el primer alimento. No pienso referirme a nada de eso. Ya hablamos también sobre el segundo alimento que es la respiración, y más importante que aquel que va al estómago. Pero hay un tercer alimento que les dije a ustedes que es el de las Impresiones. Nadie puede vivir sin impresiones siquiera un minuto. Ustedes me están escuchando aquí, yo estoy rascándome y a sus mentes está llegando una serie de impresiones. Esto llega, pues, a través de las impresiones o por medio de impresiones, todo esto son impresiones para ustedes.”

“Desgraciadamente, el ser humano es negativo. ¿Qué dirían ustedes, por ejemplo, si ahora que estamos en este salón, se les abriera la puerta aquí a unos ladrones para que entraran? A ustedes, hermanos que nos acompañan en esta plática, ¿les parecería correcto que se abriera la puerta para que entrara la gente e hiciera de la suya, qué sucedería? Sin embargo, no hacemos lo mismo con las impresiones, pues, le abrimos las puertas a todas las impresiones negativas del mundo”.

“Las impresiones penetran a nuestra psiquis y hacen desastres allá dentro, se transforman en agregados psíquicos y desarrollan en nosotros el Centro Emocional Negativo y, por último, nos llenan de lodo. ¿Será correcto eso? ¿Es correcto que una persona, por ejemplo, que esté llena de impresiones negativas que emanan del Centro Emocional Negativo, tenga cabida entre nosotros, que le abramos las puertas a todas las impresiones negativas de esa persona? Si no sabemos seleccionar las impresiones, mucho menos cerrarlas. Nosotros tenemos que aprender a abrir y cerrar las puertas de nuestra psiquis a las impresiones: abrir las puertas a las impresiones nobles, cerrarlas a las impresiones negativas y absurdas, porque las impresiones negativas causan daño, desarrollan el Centro Emocional Negativo en nosotros, nos perjudican”.

“Vean ustedes lo que uno hace estando en multitud: yo les aseguro que ninguno de ustedes, por ejemplo, se atrevería a salir a la calle a lanzar piedras por ahí, ¿verdad? Sin embargo, en grupo puede que alguien se meta: surge una gran manifestación pública que está enardecida contra el Gobierno, las multitudes lanzan piedras y también resulta uno lanzando piedras, aunque después se diga a sí mismo: ¿por qué las lancé? ¿Por qué hice eso? Yo conozco apenas hace unos cuantos años, cuando los maestros de escuela se levantaron en muchas huelgas, protestas, manifestaciones. Entonces vimos ahí cosas insólitas. Aquí, hace unos 10 o 15 años, vimos profesores muy decentes, muy dignos, muy cultos, que en multitud agarraban piedras y las lanzaban contra vidrios, contra gentes, contra quienes podían. Esos profesores de escuela nunca lo hubieran hecho a solas pero sí en grupos”.

“En grupo el ser humano se porta muy distinto, hace cosas que nunca haría a solas, ¿a qué se debe eso? Se debe a las impresiones negativas a las que ha abierto las puertas; entonces éstas lo ponen de mal genio y resultan haciendo lo que nunca haría solo. Por eso es necesario que nosotros aprendamos a ser ciudadanos cultos. Cuando uno abre las puertas a las impresiones negativas, no solamente altera el orden del Centro Emocional, que está en el corazón, sino que lo torna negativo. Si abre uno las puertas, por ejemplo, a la emoción negativa de una persona que viene llena de ira porque alguien le ocasionó daño, entonces termina uno, pues, airado con esa persona, contra aquella persona que ocasionó el daño y termina uno lleno de ira y tomando parte en el asunto. Supongamos que uno le abre las puertas a las impresiones negativas de un borracho que se encuentra en una pachanga y termina uno aceptándole una copa al borracho y luego dos, tres, diez. Y en conclusión, borracho también. Supongamos que uno le abre las puertas a las impresiones negativas de una persona del sexo opuesto, termina uno fornicando con ésra. Supongamos que le abrimos las puertas a las impresiones negativas de un drogadicto, resultamos también fumando marihuana con semilla, y con todo. Conclusión: fracaso”.

“Así es como los seres humanos se contagian unos a otros mediante las impresiones negativas. El borracho contagia al borracho, los ladrones vuelven ladrones a los otros, los grandes homicidas contagian a otros, los drogadictos contagian a otros; en fin, se multiplican los ladrones, ¿por qué? Porque cometemos siempre el error de abrirle las puertas a las impresiones negativas y eso no está correcto. Seleccionemos las emociones Si alguien nos trae emociones positivas de luz, de armonía, de belleza, de sabiduría, de amor, de poesía, de perfección, abrámosle las puertas del corazón. A los seres que nos traen impresiones negativas de odio, de violencia, de celos, de drogas, de alcohol, de fornicación, de adulterio, no tenemos que abrirles las puertas de nuestro corazón. Cerrémoslas, cerremos las puertas a las impresiones negativas. Cuando uno reflexiona en todo esto puede perfectamente modificarse, hacer de su vida algo mejor”.

“Vemos nosotros la representación de un gran amigo que siempre nos ha servido, bondadoso, caritativo, maravilloso. De pronto, alguien emocionado, lleno de impresiones negativas, viene a contaminar nuestra mente. Nosotros abrimos las puertas a esas impresiones negativas, está murmurando, está diciendo que nuestro amigo es un ladrón, un bandido, un salteador de banco, cuarenta mil cosas. Todas esas impresiones negativas entran dentro de nuestra mente. Tal representación alterada se convierte en un verdadero demonio que obstaculiza el Trabajo sobre sí mismo. Por todo esto y muchas otras cosas, verán ustedes que esto de limpiar el Templo de la mente es bastante difícil, mas no imposible”.

“Necesitamos tener una mente clara, un Templo limpio, sin suciedades, sin abominaciones de ninguna especie. Pero hay que saber vivir, es necesario saber vivir. En la vida práctica, desgraciadamente, las gentes no saben vivir, todos echan la culpa de sus sufrimientos, de sus amarguras, a los demás. Y el único que verdaderamente tiene la culpa somos nosotros mismos.”

“Veamos el caso de que alguien nos robe una cantidad de dinero. Supongamos que uno de ustedes tiene guardado, por ejemplo, $50.000 en un mueble, en una caja cualquiera de su casa y un familiar de ustedes, les roba esos $50.000. Claro que sufriría horriblemente, ¿verdad? Perderlos así no es agradable, le causaría mucho dolor, lloraría, iría a la Policía, pondría la demanda contra él, o tal vez no procedería así por ser un familiar, pero el sufrimiento no lo callaría del todo. Mas, ¿por qué sufrir así por $50.000? Pues, porque le costó mucho trabajo obtenerlo; por eso se sufre. Pero si no tuviera el “Yo” del apego a las cosas, al dinero, perdería esos $50.000 y quedaría tranquilo, no sufriría”.

“Pongamos que de pronto un hombre encuentra a su mujer con otro, un caso difícil, sobre todo si la llega a encontrar en pleno adulterio. No hay duda que confundido por el dolor saque la pistola y ahí mismo darle de balazos, ¿por qué hace eso? Se justificará ante las autoridades diciendo que la encontró en el propio lecho de adulterio y claro, diría, tenía yo razón. Eso es una locura, una completa locura, porque si el hombre no tiene el “Yo” de los celos dentro, si ese hombre no tiene el “Yo” de los apegos, no hay quien sufra. Sencillamente, da la espalda y se retira, se va, vive su mundo más allá, porque cada cual es cada cual, se siente libre de ese rayo porque ella lo reemplazó, lo retiró. Si no tiene celos no hay dolor”.

“Supongamos que un insultador nos ultraja. Por un ruin insultador nosotros sufrimos horriblemente y contestamos el insulto con un insulto. Pero si no hay nadie que se entere aquí dentro, ¿quién protesta? Pongamos que el insulto de 10 palabras iba a herirlo en su amor propio, pero si el “Yo” del amor propio no existe, ¿quién sufre? Supongamos que las palabras tenían por objeto calumniarlo, es decir, que era un ladrón, y supongamos que nosotros en realidad de verdad no somos ladrones. En segundo lugar, no tenemos el “Yo” ese que se quiere a sí mismos, el del amor propio, ¿quién sufriría?”

“Muchas veces alguien sufre porque ve a un amigo que tiene una linda casa y una bella esposa. Eso se llama envidia, ¿verdad? Pero si no tiene el “Yo” de la envidia, ¿por qué sufriría? Al contrario, se alegraría de ver bien a su amigo. De manera que los demás no pueden causarnos dolor, el dolor nos lo causamos nosotros a sí mismos, es la cruda realidad de la vida. Desintegrado el Ego termina el dolor”.

“La raíz del dolor está en el Ego y cuando el Ego termina, solamente queda en nosotros la belleza. Esa belleza se transforma en eso que ser llama amor y felicidad. Entonces; ya no es una mente que proyecta, ya no es una mente que se ofende, ya no es una mente que reacciona por nada. Recibe los mensajes que vienen de arriba, de las partes superiores del Ser, es una mente llena de plenitud”.

“Repito: No solamente los agregados psíquicos hay que eliminarlos. Está claro que hay también que eliminar las representaciones de la mente, tanto las negativas como las positivas. Necesitamos limpiar dentro de la mente toda basura, necesitamos que la lámpara arda dentro del Templo de la mente, necesitamos que la llama de oro pueda arder con luz serena dentro del ámbito del Templo.”

“Cuando la mente está quieta, cuando la mente está en silencio, adviene lo nuevo. Decimos que esta senda es muy hermosa pero, ¿qué hacemos con las preocupaciones, qué hacemos con los sufrimientos que nos ocasionan los demás? Es imposible llegar a tener la mente quieta, en silencio, cuando vivimos en un mundo lleno de problemas y dificultades, es absurdo”.

“Desintegrando los agregados inhumanos que en nuestro interior cargamos, los problemas y las dificultades concluyen. Así pues, lo que necesitamos, hoy por hoy, es dejar la pereza mental, trabajar muy duro sobre sí mismos. Hasta aquí mis palabras”.

Esta plática me puso a reflexionar sobre lo que es el fin último que hemos de alcanzar en este Trabajo Esotérico Gnóstico. Antes que un hombre pueda despertar, el Trabajo enseña que es preciso que se dé cuenta de su nadidad. Una persona que tiene muy fuertes antipatías, por ejemplo, y las justifica, no entiende por cierto, su propia nadidad. Siente demasiado que es algo. Por eso conviene trabajar sobre las antipatías mecánicas. Pero ante todo es preciso tener la capacidad de observarlas. Este es siempre el punto de partida. Analizaba que un hombre que pudiera sentir realmente su nadidad, de inmediato se movería interiormente hacia su Real Ser, y en verdad, ya no estaría tan lleno de antipatías mecánicas.

Una de las maneras que conduce a descubrir sinceramente la propia nadidad es tratar de gustar de lo que nos disgusta. Vivir en una antipatía mecánica es vivir mecánicamente, y en este caso el Ser sigue exactamente igual, sin cambio alguno, y por tanto, atraerá exactamente los mismos eventos. Eso me hacía preguntar: ¿A qué se asemeja mi Ser en lo que respecta a mis antipatías? Esto en sí, es una manera práctica de discernir parcialmente la calidad del Ser nuestro.






















El gran óbice para nuestra felicidad:
las efigies mentales

M
i amigo y yo nos volvimos a reunir en el café; nuestro comentario del día era que el Trabajo se esfuerza en destruir las ilusiones que sustentamos acerca de nosotros mismos. ¿Qué es una ilusión acerca de uno mismo? Es exactamente la ilusión de poseer Individualidad. Cuando un hombre empieza a percibir por medio de la Observación de sí, que no es un Individuo íntegro sino una pluralidad, pierde la ilusión que sustentaba hasta entonces. Esto es, comienza a moverse interiormente hacia el Ser. El Ser no tiene ilusiones. Ahora me daba cuenta que creerse “Uno”, es ciertamente una horrible broma de muy mal gusto; lamentablemente no hay ser humano que no piense de sí mismo lo mejor, y nunca se nos da por entender que eso de Individualidad, está muy lejos de serlo. ¡Pobre de nosotros! ¡Cuánto ignoramos de sí mismo! No hay duda que no auto-conocernos es la peor de todas las desgracias.

Mi amigo expresó, que si los políticos, gobernantes, educadores, padres de familia, y en general, el sujeto humano, tuvieran Conciencia despierta, si despertaran de tantos sueños y fantasías, ¡Cuán distinto sería este mundo! Pero para colmo de nuestro infortunio –decía- nuestras emociones negativas, las auto-consideraciones y el gigante que va delante de nosotros, el orgullo, nos tienen fascinados, hipnotizados, y jamás nos permiten vernos tal cual somos. Estos comentarios de mi amigo y lo que yo analizaba, me llevaban a entender que cambiar era lo indicado, pero debemos comenzar por ser sinceros con nosotros mismos.

Este tema de la pluralidad del ser humano inquietaba y despertaba cierta búsqueda interior a mis compañeros de Primera Cámara. Todos habíamos descubierto que sólo auto-observándonos, eliminaríamos esa ilusión de creernos “Uno” y en consecuencia la vida dejaría de andar por rumbos equivocados. ¿Ha puesto atención a las relaciones que tiene con sus semejantes? ¿Cómo son? Sin duda alguna, son pésimas. ¿Y por qué? Porque sólo es posible relacionarnos correctamente con los demás seres humanos, cuando se realice un cambio interior en el fondo de nuestra psiquis. Siete días más tarde fuimos invitados a una nueva conferencia del V. M. Samael Aun Weor, en el mismo lugar de la plática anterior: “Salón elíptico de arte municipal”. Ese día 16 de julio, a las 7 P. M., el Maestro nos entregó estas enseñanzas:

“Mientras subsista el Ego no se es idóneo para las investigaciones en el espacio psicológico. Nadie podría conocer los mundos internos del planeta Tierra si antes no conoce sus propios mundos internos. Nadie podría conocer los mundos internos del Sistema Solar si antes no conoce sus propios mundos internos. Nadie podría conocer los mundos internos de la Galaxia en que vivimos si antes no conocemos nuestros propios mundos internos particulares, individuales. No se puede ser idóneo para la investigación psicológica dentro del espacio psicológico en que vivimos, en tanto no se haya desintegrado el Ego y acabado con las representaciones mentales que emanan del mundo sensorial”.

“Las gentes necesitan antes que todo, aumentar el porcentaje de Conciencia para poderse convertir en verdaderos investigadores idóneos del espacio psicológico. Así pues, necesitamos estarnos auto-explorando psicológicamente en forma diaria hasta descubrir nuestros errores, reducirlos a polvareda cósmica. Sólo así es posible conseguir en realidad, de verdad, el Auto-despertar. Necesitamos dejar a un lado tantas teorías, tantas vaguedades, tantas incoherencias que para nada sirven, convertirnos en individuos despiertos”.

“En nombre de la verdad hemos de decir que el mundo de la mente es el depósito de todas las formas mentales pasadas, presentes y futuras. El mundo de la mente natural o universal debe, pues, ser estudiado a fondo, profundamente, si es que queremos nosotros entender algo del Ego y de las representaciones mentales. A muchos Hermanos Gnósticos no se les ha podido ocurrir claramente cómo es la diferencia existente entre Ego y representaciones mentales. Hemos dicho en forma enfática que los agregados psíquicos, todos en conjunto, constituyen eso que se llama Ego. Cada agregado psíquico es la mismísima personificación de algún defecto de tipo psicológico. Hemos dicho también que dentro de cada agregado existe cierto porcentaje de Conciencia íntima. Hemos aclarado que desintegrando esos agregados, liberamos la Conciencia. Hemos dado las técnicas a seguir, mas en nuestra plática pasada añadimos a esto de los agregados algo distinto: las representaciones mentales. ¿Qué diferencia hay entre agregados y representaciones? Eso es lo que vamos a estudiar”.

“Dentro del terreno meramente practicista de la vida, una persona es una persona, un objeto de los sentidos. La representación mental o imagen mental que tengamos sobre la persona es otra cosa, pero es algo similar a la diferencia que existe entre una persona y su fotografía. La persona es la persona y su foto es su foto, su representación, lo que representa. Hay fotos mentales y una cosa es realmente una persona y otra cosa es una foto mental que sobre la persona tengamos. La foto mental viene a ser la representación de la persona. Los agregados psíquicos constituyen el Ego. Así también es verdad que existe la representación de la mente”.

“En los mundos esotéricos, los mundos internos, en el mundo de la mente, a tales representaciones, la Fraternidad Universal Blanca las denomina “Efigies”. De ellas hay millones. Les voy a citar un caso de formación de efigies o de representaciones: Hace muchísimos años tenía la mala costumbre todavía de ir a cine. Hace unos 20 años, un día cualquiera, asistí a una película con sabor más bien lujurioso, aparecía una pareja, etc. Vi la película y la eché al olvido, no pensé más en ella. Mas en el mundo de la mente dentro de un elegante salón, estaba sentado junto a una mesa y frente a mí también había una dama muy elegante. Era la misma que había visto en la película, sus mismas facciones, su mismo caminar, hablar, etc. Obviamente me encontraba ante la representación de aquella figura de la pantalla que había quedado depositada en mi Cuerpo Mental, un objeto, dijéramos, de tipo amoroso con aquella dama mental que no era sino una representación. Obviamente había un error gravísimo, yo había creado una representación, esa efigie”.

“De pronto me vi obligado a descender al Mundo Astral, me hallé luego en un gran Templo, ante un Gran Maestro y un grupo de Maestros. Recuerdo todavía que eso sucedió hace 20 años, que aquel Adepto me dio una nota escrita con su puño y letra. La orden decía: “Retírese del Templo inmediatamente, pero con INRI...”, es decir, conservando el fuego sagrado puesto que no había habido fornicación propiamente o nada por el estilo, eso es todo. Bastante compungido de corazón comprendí mi error, me dirigí hacia la puerta de entrada de aquel Gran Templo. Mas antes de salir, resolví postrarme en un reclinatorio que allí había cerca de la puerta y pedí perdón. De pronto avanza nuevamente el que me había traído la nota, era nada menos que el mismísimo Guardián del Templo y me dijo: “Señor, se le ha ordenado a usted que se retire, obedezca”. Bueno, le dije, es que yo deseo platicar con el Venerable. “Ahora no se puede, señor, eso podría ser más tarde. En estos momentos él está ocupado en examinar algunas efigies, representaciones”. No me quedó más remedio que retirarme de aquel Templo y directamente me vine compungido de corazón a mi Cuerpo Físico”.

“Ya entre el vehículo denso, me concentré en el Cristo pidiendo perdón, reconocí el error de haber ido a aquel sitio, al cine. Comprendía que había fabricado con la mente una efigie y rogué al Misericordioso que repitiera la prueba. Fui escuchado, porque tuve verdadera comprensión y a la noche siguiente, en Cuerpo Mental, fui llevado al mismo lugar, a la misma mesa, con las mismas gentes, con la misma dama, que no era más que una representación de tipo mental. Cuando iba a comenzar el mismo “ajetreo” de la noche anterior, me acordé de mi propósito de enmienda y saqué de una vez mi Espada Flamígera y atravesé con ella a esa dama mental. Luego, la desintegré como una forma porque era una forma mental; la llama de la Espada permitía que se desintegrara, que se volviera cenizas prontamente. Concluida esa labor descendí nuevamente al Mundo Astral, penetré dentro del Cuerpo Astral. Ya en posesión de ese vehículo, me hallé dentro de un Gran Templo, el mismo de la noche anterior. Se me recibió entonces con alegría, fiesta, se me felicitó y, posteriormente, mi Buda Interior o Buda Intimo, me instruyó profundamente, me llevó en Cuerpo Mental a los salones de cine, a mostrarme lo que son tales salones. Están todos llenos de larvas, representaciones creadas por los mismos asistentes a las películas, formas mentales depositadas en esos antros de Magia Negra”.

“Me instruyó el Buda Interior sobre todos los peligros que implicaba la ida al cine. Me dijo que en vez de estar yendo al cine, debía ponerme a repasar mis vidas anteriores y hasta me hizo repasar algunas páginas. Luego tomó una Espada y la partió así y me dijo: “En esto puedes quedar tú, perder tu Espada si sigues asistiendo a esos antros de Magia Negra”, Le dije: Señor, no volveré a esos antros. Y jamás volví. Así pues, pasaron muchos años sin volver jamás. Confieso, sin embargo, porque no puedo ser falso conmigo mismo, que una vez dieron una película sobre el fin del mundo de Miguel de Nostradamus. Bueno, dije, ésta no debe ser mala, se trata de Nostradamus, sobre los tiempos del fin, y fui. Se trataba de Nostradamus, de sus centurias, no sé si ustedes conocen algo sobre el particular. La encontré muy sana, pero tampoco se me reprendió en esa ocasión sobre la película que fui a ver. Y no me atreví a volver, pues de pronto va y me jalan las orejas por estar metiéndome en camisa de once varas”.

“De manera que así son esas películas a “go-go”, o esas de muchas lujurias o erotismo. Yo jamás volví a eso, la única excepción fue la de Nostradamus. De todas maneras, reconozco que es peligroso entrar en esos antros porque hay multitud de larvas que no son más que representaciones, formas mentales de personas, de bandidos; es decir, de todo aquello que han visto en la pantalla. Así que en nombre de la verdad, les digo a ustedes que una cosa son los agregados psicológicos y otra las representaciones”.

“Los difuntos, por lo común pierden mucho tiempo en el Devachán. No les puedo negar a ustedes que el Devachán sea un lugar de felicidad, delicias y felicidad, pero las figuras que hacen agradable la vida en el Devachán a los difuntos son meras representaciones vivientes de sus familiares, parientes, de sus amigos que dejaron en la Tierra. En una palabra, las formas del Devachán son representaciones o efigies vivientes. Resulta de naturaleza insólita, por eso digo que pierden mucho tiempo en el Devachán, pero son felices en esa parte, se sienten acompañados de los seres queridos que dejaron en la Tierra. No se dan cuenta ni en forma remota, que ese mundo de felicidad son meras efigies mentales. Si se dieran cuenta, pues perderían todo el Devachán”.

“En la mente de cada uno de nosotros viven muchas representaciones de nuestros amigos, de nuestros familiares, de nuestros parientes, de nuestros allegados. Es claro, si alguien nos dice algo sobre nuestros familiares, etc., y nosotros cambiamos los conceptos que tenemos con respecto a estos últimos, aquella figura se altera, es decir, aquella efigie mental, dijéramos, es alterada y al alterarse toma las nuevas características de violencia, de robo, de mala fe, ira etc., que nos atacan violentamente convirtiéndose en un obstáculo para nuestro Trabajo Esotérico”.

“En estos instantes me acuerdo de Rabinil. Parece un nombre masculino pero se trata de una dama, una mujer del Tíbet. Ella se propuso crear, de verdad, una representación a voluntad, una efigie mental y le dio a tal figura la forma de un monje tibetano, hasta consiguió la cristalización y materialización de aquél monje. Es obvio que cuando tocaban a su puerta en vez de salir ella a abrir, salía el monje; era visto físicamente, tal era el poder con que lo había materializado. Después de cierto tiempo, aquella figura, aquella representación intencionalmente creada por la dama, fue asumiendo características peligrosas; ya no obedecía, hacía lo que le daba la gana, comenzaba a atacar a todo el mundo aún a ella misma. Y claro, tal dama se espantó. En un Monasterio, entre todos, se dedicaron a destruir tal efigie. Estaba tan fuertemente materializada que aun siendo ellos, verdaderos expertos en el mundo de la mente, gastaron como seis meses de trabajo continuo para desintegrarla. Esa es una materialización de una efigie mental”.

“No debemos abrir nuestra mente a las representaciones negativas, porque esto es perjudicial. Solamente deberíamos abrir las puertas a las impresiones positivas. Si nosotros abrimos las puertas a las impresiones negativas, a la chismografía de alguien o ir a hablar contra alguien que cargamos aquí en la mente, pues el resultado será fatal. La efigie o representación mental que cargamos nosotros en nuestro interior de la cual se viene hablando, puede ser alterada precisamente por las impresiones negativas. Tal figura asume entonces características peligrosas, se vuelve contra nosotros y nos ataca violentamente. Eso es claro, cargamos multitud de representaciones y naturalmente cualquiera de ellas alterada, se convierte en un enemigo interior más de los ya existentes”.

“Es conveniente, Hermanos, que reflexionemos sobre esto, que aprendamos a vivir inteligentemente, sólo así marcharemos por la vía que ha de conducirnos a la liberación final. Es necesario cuidar la mente. H. P. Blavatsky dijo: “La mente que es esclava de los sentidos hace al alma tan inválida como el bote que el viento extravía sobre las aguas”. Nosotros necesitamos controlar los sentidos y la mente. Muchos pájaros mentales, pensamientos, se meten en la jaula de la mente, del entendimiento y nos perjudican, me refiero a representaciones negativas. Ahora comprenderán ustedes mejor lo que estoy diciendo, de que hay que controlar los sentidos y la mente. Van ustedes por la calle y, de pronto, encuentran en una esquina una revista pornográfica, se ponen a mirarla con algo de obscenidad. El resultado es una nueva creación, una representación mental. Esa nueva representación es un pájaro de mal agüero en la jaula de la mente, para causar daño y fortificar las emociones negativas y la lujuria”.

“Por ello, los sentidos deben ser controlados. Desgraciadamente la gente ni se acuerda de controlar los sentidos y la mente, y eso es gravísimo. En vez de leer revistas pornográficas, que a nada conducen sino a la creación de nuevas efigies mentales, vale la pena estudiar los libros de la sabiduría, las Sagradas Escrituras, etc. No hay duda que el verdadero Saber Iniciático se convierte en Fuego y por ende en un poder. Mis queridos hermanos, la verdadera Sabiduría, la sabiduría oculta como les dije, ésta sí se convierte en fuego, en Fuego Sagrado. Fuego Universal. Yo quiero que ustedes entiendan que el Fuego realmente es un elemento que nadie conoce su origen. Nosotros frotamos un cerillo y se produce fuego. Cualquiera nos diría que es el producto de la combustión. No hay tal, antes de que la tal combustión existiera, existía el fuego dentro del brazo para que pudiera moverse el mismo, eso es obvio. Y después de la combustión recibe el fuego; yo diría más bien que con el cerillo, está la sustancia que produce el fuego latente, es destruida, al destruirse el envoltorio dentro del cual está el fuego en estado latente y la llama sale a la superficie”.

“A nosotros lo que nos interesa realmente no es el fuego físico sino la Signatura Astral del Fuego, es decir el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama. Tal poder ígneo o Crístico, dijéramos, es el Logos Solar. Y eso es lo que nos interesa. Sabemos que el verdadero conocimiento se convierte en Fuego Solar, mas una cosa es el fuego aquí en el mundo físico y otra es el Fuego durante la Inmanifestación o en el mundo de las causas naturales o en el Caos. Allí nos encontramos directamente con los Señores de la Llama, que son verdaderos Fuego. Y encontramos que ese poder se halla en el Caos, ese poder creador eléctrico que induce toda vida en el Universo. Eso es lo que vemos en las esferas superiores de la Creación Cósmica. El Fuego latente es una maravilla”.

“Por toda estas y otras cosas, verán ustedes la necesidad de los estudios de esta Sabiduría o esta Ciencia Cósmica Universal, el estudio de la Gnosis. Sólo este conocimiento está relacionado con las distintas partes del Ser, puede convertirse en Fuego, en Fuego viviente y filosofal”.

“Mucho se ha hablado de los Budas. No hay duda que hay Budas de Contemplación y Budas de la Manifestación. Pero éstos, son criaturas que dominaron a la mente, que destruyeron el Ego, que no dieron en sus corazones entradas a las emociones negativas, que no se dieron el mal gusto de crearse efigies mentales en su propia mente ni en mentes ajenas. Recordemos a Soncapac, es el mismo Buda Gautama reencarnado en el Tíbet. Otra cosa es el Buda del Buda: Amitaba, su verdadero prototipo divinal. Amitaba es el Buda de contemplación y Gautama, dijéramos, el Buda terrenal o Bodhissattwa. No podemos negar que a través de ese Gautama se expresara brillantemente Amitaba. No podemos negar que más tarde Amitaba enviara directamente a Gautama, el Bodhissattwa o Buda terrenal, a una nueva reencarnación. Entonces se expresó como Soncapac. Estos son Budas de Contemplación, son Amos de la mente, criaturas que se liberaron de la mente, Señores del Fuego. Es claro, todos esos Budas adoran al Gran Buda, es decir, al Logos y le rinden culto”.

“Miradas las cosas desde este ángulo, desde este punto de vista, vamos comprendiendo cada vez más la forma de libertarnos de la mente, de aprender a vivir sabiamente, si es que queremos en realidad, de verdad, convertirnos en Budas de Contemplación. Eso es obvio. Debemos sentir la necesidad de la liberación final; de lo contrario no sería posible la liberación. En nombre de la verdad hemos de decir: en tanto nosotros seamos esclavos del Ego y de las representaciones de la mente, la Liberación final será algo más que imposible. ¿Por qué los desencarnados pierden el tiempo? Repito, por las representaciones. Estas les acompañan en el Devachán y aunque gocen de una aparente felicidad, obviamente están perdiendo el tiempo miserablemente, la humanidad pierde mucho tiempo con el Ego. Todo eso es más amargo que la hiel”.

“Actualmente hay muchos Bodhissattwa caídos en el mundo. Sucede que en las épocas pasadas de nuestro planeta Tierra, durante las Edades de Oro, Plata y Cobre, muchos entraron en los Misterios, se hicieron Adeptos. En otros términos, se convirtieron en Budas. Pero cuando vino la Edad del Kali Yuga, el Ego tomó una fuerza terrible, tomó fuerza en todos los antiguos Iniciados porque ellos no supieron vivir, sucumbieron ante las tentaciones. Si no, no hubiera resurgido en ellos el Ego. Hoy andan por la faz de la Tierra muchos Bodhissattwa caídos. Si cuidaran más la mente, desintegraran el Ego y si se propusieran no crear más efigies mentales, resurgirían victoriosos”.

“¿Qué es un Bodhissattwa? Sencillamente es un germen, una semilla. Una semilla con un organismo Etérico microscópico que puede desarrollar en sí mismo a un Ser Celestial; mas si no lo hace, tal semilla no se desarrolla, se pierde la oportunidad. Seres gloriosos que vivieron en las civilizaciones de Egipto, de Babilonia, etc., se hallan latentes ahora en estas semillas que en algunos sujetos se encuentra almacenada dentro de las glándulas sexuales endocrinas. Si esta semilla con un organismo Etérico consiguiera desarrollarlo, esos Seres quedarían en plena posesión de su cuerpo y serían una bendición para la humanidad. Mas desgraciadamente el peor enemigo que tienen todos esos seres caídos, todos esos Adeptos destronados, es la mente. Por eso he insistido tanto sobre la necesidad de no abrir las puertas de nuestra mente a las impresiones negativas que pueden alterar algunas representaciones que obstaculizarían el avance hacia adentro y hacia arriba. Por ese motivo he insistido demasiado en la necesidad de desintegrar el querido Ego. Es que el Ego y el Ser son incompatibles, eso es obvio”.

“Bueno, espero que hayan podido comprender lo que son las representaciones mentales o efigies en el mundo de la mente. Antes de terminar esta cátedra doy libertad de palabra a fin de que los que no hayan entendido pregunten y pueden hacerlo, como dije, con confianza”.

Otro punto que comencé a observar dentro de mí mismo, es la gran cantidad de energía psíquica que perdemos por nuestra continua identificación con las emociones negativas. Por eso el Trabajo nos enseña a “purificar” las emociones. Esta purificación en el sentido del Trabajo, impone la Observación de sí y la separación de ellas. Si todos, la humanidad entera, eliminara las emociones negativas, si cambiásemos, las guerras cesarían. Yo estudiaba mi Ser, y descubría que estaba gobernado “in extenso” por emociones negativas. Y mientras esto siga así, no se puede recibir ayuda de un nivel superior o celestial. La humanidad mecánica está cargada de emociones negativas que genera violencia, y así de estas resultan las guerras. Y llegué a darme cuenta que el Maestro nos proporcionaba una enseñanza para acrecentar nuestra Conciencia y darnos cuenta de este “cáncer silencioso”, como son las emociones inferiores...

Miraba dentro de mí, que los muchos errores que había cometido en la vida, tenían su génesis en la identificación, por mi parte, con mis emociones negativas. Se trata, pues, de cambiar; que todo eso que tenemos nosotros de débiles sea eliminado. Y para ello necesitamos un cambio radical, para convertirnos en criaturas diferentes, criaturas felices, criaturas dichosas, y como es obvio, tenemos derecho a la felicidad.

Veía por mí mismo, que si no nos esforzamos por cambiar, ¿cómo vamos a cambiar? Las gentes, todos nosotros, siempre en estado de sueño, pensamos que con sólo creer, que con sólo tener fe ciega, sin obras, sin cambios, ya vamos a hacer diferentes. Descubría en mí muchos “Yoes” fariseos; esos “Yoes” con el cuerpo físico fingen no cometer errores, pero veía, que en lo psicológico las cosas no cambiaban, eran las mismas; así que me propuse acabar con esa actitud absurda de creer que porque el cuerpo físico ya no bebe, o ya no fornica, o ya no roba, etc., las cosas estaban cambiando; en lo psicológico toda estaba vivito y coleando...




















Un modo práctico para despertar la Conciencia


E
n una reunión reciente de Primera Cámara, el Instructor habló sobre la fantasía y la falsa personalidad, desde el punto de vista según el cual, nada se puede modificar en uno, psicológicamente, a menos si cambiamos primero nuestra situación interior. Yo entendía esto así: Siempre se atraerá la misma vida, las mismas experiencias, los mismos desengaños, la misma sensación de frustración, el mismo aburrimiento, las mismas exigencias internamente insatisfechas, mientras prosigamos con nuestro “Yo” imaginario y los ingredientes perjudiciales que constituyen nuestra falsa personalidad, muy activos. El Instructor nos decía: “Transfórmese a sí mismo y su vida psicológica se transformará. Siga siendo el mismo en sí mismo y todo en su vida seguirá siendo lo mismo y se repetirá”. Yo tomé muy en serio esta idea, pues, era muy perceptible, que si seguimos siendo los mismos, en cuanto a nuestro Ser, nos veremos condenados a atraer las mismas cosas que hasta ahora hemos atraído.

El Evangelio Crístico nos habla de una paz que está más allá de todo entendimiento mental. ¿Han logrado ustedes esa paz interior? Pero ¿cómo puede lograrla si su centro de gravedad descansa en la fantasía y en la falsa personalidad, siendo esta última también fantasía? Fíjese usted en esto: Alguien elogia su traje, o le dice que hizo las cosas bien, o que produjo una excelente impresión, etc., esto satisface en todo a la fantasía. Le procura una sensación de paz. Ama a todo el mundo. Claro está, esa no es la verdadera paz, pero la falsa personalidad ha quedado satisfecha de la imagen que se ha forjado de sí misma.

Pero un instante más tarde, otra persona se presenta y le dice que su traje tiene un color que le sienta muy mal y que está pasado de moda, que usted no está en su mejor forma y no produce buena impresión. Luego, ¿dónde está la paz que proviene de la falsa personalidad? ¿De la vanidad satisfecha? Usted notará tal vez, que su satisfacción ha desaparecido. Ahora está lleno de sentimientos negativos. Aborrece a todo el mundo. Odia terriblemente a la persona que le sugirió todas estas cosas que lo tienen al borde de estallar violentamente, si acaso no lo ha hecho ya. En todo esto usted pierde una buena cantidad de fuerzas por segundo, la que es usada para fines que no son los de su salud o bienestar. Y, sin embargo, de eso no cabe la menor duda, piensa todavía que si tuviera otra casa, si tuviera otro modelo de coche, si estuviera casado con otra persona, sería realmente feliz. A todo esto había llegado después de reflexionar sobre lo que iba descubriendo en mi propia manera de pensar y sentir.

Mi amigo me hizo llegar un recorte de prensa donde leí una entrevista que le hicieron al Maestro, aparecía una foto donde se encontraba frente al entrevistador; y remataba anunciando, que para el día 31 de julio, a las 6 P. M., en el “Auditorio Juan José Lozada”, dictaría una conferencia pública. Muy pacientemente aguardamos esa fecha y como convenimos, el grupo de Primera Cámara, mi amigo y yo, nos presentamos a ese lugar, y esa noche el V. M. Samael Aun Weor, nos enseñó una manera práctica para despertar nuestra Conciencia, hoy en estado comatoso en los siete mil millones de terrícolas:

“Son innumerables las escuelas, por todas partes abundan escuelas y autores que se combaten mutuamente. En la catedral de Notre Dame de París, dibujado en el suelo aparece un laberinto. Recordemos al laberinto de la Isla de Creta. En el centro de aquel laberinto estaba el Minotauro Cretense. Se dice que Teseo logró orientarse en medio de ese laberinto hasta llegar a donde existía el Minotauro y enfrentándose en lucha cuerpo a cuerpo le venció. La salida de ese laberinto fue posible mediante el Hilo de Ariadna, que pudo llevarle hasta la liberación final. Resulta interesante que precisamente en el piso de la catedral de Notre Dame de París esté dibujado este laberinto maravilloso. Indudablemente todo esto es algo que nos invita a la reflexión; orientarnos no es cosa fácil, el laberinto de las teorías es más amargo que la muerte; mientras algunos autores nos dicen que los ejercicios respiratorios son magníficos, otros afirman otra cosa; cada escuela presume que tiene la Verdad, y el laberinto, es, pues, muy difícil. Si alguno consigue llegar al laberinto, tiene que vérselas en lucha cuerpo a cuerpo con el Minotauro Cretense, es decir, con su propio Ego, con el “Yo”, con el Mí Mismo, con el Sí Mismo; y sólo logra uno salir del centro del laberinto mediante el Hilo de Ariadna, que debe conducirnos hasta la luz”.

“La mayor parte de las gentes se pierden en el laberinto de tantas teorías, de tantas escuelas, y de tantas confusiones. ¿Cómo hacer para orientarnos? ¿De qué manera? Obviamente nos debe interesar el despertar de la Conciencia, sólo así podremos verdaderamente caminar con éxito dentro de aquel misterioso laberinto; pero mientras no hayamos logrado despertar, estaremos confundidos. Algunos hasta se entusiasman por estos estudios momentáneamente y luego los abandonan. Hay quienes con la cabeza rellena de teorías creen haber descubierto ya el camino secreto, aunque anden bien dormidos; parece increíble, pero hay Maestros de la Gran Logia Blanca, verdaderos Gnósticos en el sentido trascendental de la palabra, despiertos radicalmente, Auto-realizados absolutamente, en lengua alquimista diríamos: sujetos que tienen ya en su poder la Gema preciosa y, sin embargo, no saben leer ni escribir, absolutamente analfabetos, pero eso sí, Auto-realizados y despiertos. En cambio vemos en el camino de la vida, dentro de diversas escuelas, denominaciones y sectas, órdenes, sujetos con la cabeza rellena de teorías, individuos con rica erudición, pero con la conciencia completamente dormida, ignorantes ilustrados que no solamente no saben sino lo que es peor, ni siquiera saben que no saben, esos se pierden; cumplidas sus 108 existencias, ingresan en la involución sumergida de los mundos infiernos; pero ellos creen que van muy bien, eso sí, y cuando se les interroga demuestran una erudición sorprendente, mentes chispeantes, con conceptos brillantes, con proverbios luminosos, contundentes y definitivos, pero ¿de qué sirve todo eso?”

“Primero que todo necesitamos despertar para saber cómo nos vamos a orientar y, ¿de qué nos serviría tener la cabeza llena de letras si continuamos con la Conciencia dormida? Más valdría ser analfabetos pero despiertos. Incuestionablemente, mis caros Hermanos, lo primero que necesitamos es saber que estamos dormidos; desdichadamente, aunque aquí lo esté afirmando y aunque ustedes estén aceptando que están dormidos, sin embargo, no tienen Conciencia de que están dormidos, y eso es precisamente lo grave; cualquiera puede saber que dos más dos son cuatro, pero otra cosa es tener conciencia que dos más dos es cuatro; hay una suma simple que cualquiera intelectualmente la repite y cree que la sabe, cree que tiene conciencia de ella, mas no tiene conciencia de ella. Si se quiere despertar realmente, tenemos que empezar por reconocer que estamos dormidos; cuando alguien conoce que está dormido es señal completa de que ya comienza a despertar. Pero no se trata de reconocerlo intelectualmente, no, cualquiera puede decir automáticamente: “¡Sí, estoy dormido!”; otra cosa es estar consciente que está dormido, y eso es diferente. Existe una gran diferencia pues, entre el Intelecto y la Conciencia”.

“En el mundo práctico tenemos nosotros que aprender a determinar asociaciones específicas inteligentes para la vida en los mundos superiores. Durante el mal llamado estado de vigilia, estamos asociados con todos los seres humanos, ya a través del trabajo, o en el hogar, o en la calle, etc., etc., etc. Durante las horas del sueño existen también asociaciones, esas son el resultado específico de aquellas mismas que tenemos en el mundo físico. Por ejemplo, si un sujeto XX, no importa quién, vive en la cantina, obviamente sus asociaciones serán así, y en los mundos internos, durante las horas de los sueños y después de la muerte, su vida será de cantina, relacionada con cantineros, con vagabundos de toda especie; si alguien se asocia con ladrones y bandidos, en los mundos internos, durante las horas del sueño, vivirá entre bandidos y ladrones. Así pues, nosotros tenemos que determinar aquí y ahora, en el mundo físico, el tipo de asociaciones que queremos durante el sueño y después de la muerte. El estar reunidos aquí nos conviene, porque el resultado será que nos asociemos también durante las horas del sueño y después de la muerte. Muy bonito es estar asociados durante las horas del sueño aquí, estudiando los Misterios de la vida y de la muerte; muy bonito es estar confiados nosotros en dedicarnos al estudio después de la muerte, pero eso solamente es posible si nos reunimos frecuentemente”.

“Así pues, nosotros mismos debemos provocar el tipo de asociaciones que deseemos, nosotros mismos debemos provocar el tipo de asociaciones que queramos tener durante el sueño y después de la muerte. Comprendido eso, estableceremos bases muy fuertes para el despertar de la Conciencia; necesitamos aprender a vivir mis caros Hermanos, porque sucede que los seres humanos no sabemos vivir, eso es muy grave, no medimos el tiempo, nos creemos que este vehículo físico nos va a durar una eternidad, cuando realmente no dura casi nada, se vuelve polvo”.

“El teatro, el cine, es algo que causa daños muy graves al ser humano. En otros tiempos, por ejemplo, en la Babilonia, el teatro era completamente Objetivo, tenía como única finalidad el estudio del Karma, y la ilustración que debía dar a los asistentes; los actores no se aprendían de memoria ningún papel. Aparecía alguien en escena sin haber estudiado ningún papel; sinceramente se auto-exploraba a sí mismo con el objetivo de saber qué era lo que más anhelaba y eso que más deseaba era lo que hablaba.”

“Supongamos que quería beber, entonces sinceramente exclamaba: “Tengo ganas de beber”. Otro, XX, que aparecía por ahí escuchaba aquella frase, se auto-exploraba a sí mismo a ver qué sentía en su interior, lo que sentía respondía: “Yo no quiero beber”, por el alcohol fui a la cárcel, por el alcohol estoy en la miseria”. Si eso era lo que le había sucedido, pues no iba a afirmar algo falso. Cualquier persona, porque para eso se tenía un grupo siempre de actores, aparecía de insofacto también, no iba a decir otra cosa, sino que lo que sentía en el fondo de su conciencia, algo que él había vivido, que se relacionaba con lo que esos dos estaban diciendo; y otro podía expresar: “Tuve dinero, mucho, un hogar, reposo, una mujer, unos hijos, pero por estar bebiendo vino, vean cómo quedé, señores”. Más allá aparecía una pobre mujer, otra artista y también decía: “Cuando bebía perdí mi hijo, por ese maldito licor”; y así comenzaba a desarrollarse un drama, una escena improvisada, muchas veces podía terminar en la forma más dramática”.
“Los notarios rigurosamente estudiaban, no solamente el desarrollo del drama en sí mismo, sino hasta los resultados finales, seleccionaban después, todavía, de tal pieza lo mejor y en esa forma venían a conocer los resultados kármicos de tal o cual escena; existían muchas escenas, escenas de amor, escenas de guerra, pero en todas surgía siempre lo espontáneo, lo natural, no algo que artificialmente el intelecto inventaba, no, lo que surgía era aquello que cada cual, cada uno de los actores había vivido; ese es el Arte Objetivo de Babilonia”.

“Entonces, realmente, mis caros hermanos, los actores eran muy diferentes. La música que se usaba instruía debidamente al cerebro emocional, esa era una música especial, ellos sabían perfectamente que en el organismo humano existen, dijéramos, ciertos ganglios que se han formado con los sonidos del Universo y sabían manejar todos esos ganglios, todas esas partes del Ser mediante las diferentes combinaciones musicales, así instruían por medio de la música al cerebro emocional. Ustedes saben que con una marcha guerrera le dan a uno ganas de marchar, que una música fúnebre lo pone a uno a meditar, que una música romántica le trae recuerdos de los tiempos idos, esas noches de amor, etc.; ellos combinaban inteligentemente los sonidos para instruir también sabiamente al cerebro emocional, vean ustedes qué interesante”.

“El centro del movimiento solía también recibir enseñanza mediante danzas sagradas, esas danzas eran importantísimas en Babilonia, cada movimiento equivalía a una letra, el conjunto de letras contenían determinadas oraciones, determinadas tesis, determinadas antítesis, determinadas instrucciones, así todo el auditorio recibía una cultura riquísima. Era otro tipo de teatro, los artistas no se llamaban artistas, sino orfeístas, que interpretadamente significa: “Sujetos que sienten con entera precisión las actividades de la Esencia, de la Conciencia”, pero después de la cultura Greco-romana, el teatro se degeneró y ya los artistas, los orfeistas desaparecieron, surgieron entonces los llamados artistas, los cómicos, los actores”.

“Recuerdo muy bien que todavía hace unos 50 años, poco más o menos, a los actores se les llamaba vulgarmente comediantes y se les miraba con mucho desprecio. Por la Edad Media había una ley promulgada que obligaba a los actores a rasurarse, quitarse todos los signos de la masculinidad. ¿Con qué objeto? En primer lugar debían ellos, claro está, maquillarse según el drama que tuviesen que ejecutar; segundo, se quería, ante todo, hacérseles diferenciar del resto de las personas, sabían que esos actores modernos tienen una radiación peligrosa, infecciosa, altamente hanasmussiana, y rasurándose, quitándose los signos de masculinidad, cada cual podía evitar pasar cerca de ellos, o darles la mano.”

“Si ustedes observan cuidadosamente la vida de los llamados artistas, en los teatros, sentirán y, si son un poquito sensitivos, podrá captar este tipo de radiaciones hanasmussianas que ellos emiten y que infectan la mente de las gentes. Hoy ya pasó esa costumbre, ya no hay ninguna ley promulgada en ese sentido contra ellos, ya se les da la mano, ya se les trata de igual a igual, y hasta se les quiere imitar. Así ellos pueden destilar perniciosamente sus ondulaciones de hanasmussen en las mentes de todas las personas. Duele un poquito tener que decir esto porque hay muchas gentes que viven del drama, de la escena, que son actores, pero nosotros tenemos que colocarnos en el plano de las realidades concretas.”

“Ya las personas que han pasado de los 50 años recordarán, precisamente que hace medio siglo todavía se les miraba con desdén, como simples cómicos o comediantes, etc., etc.; claro, ellos se abrieron paso y ahora se les considera de igual a igual, pero no por eso dejan de emitir sus ondulaciones que son terriblemente peligrosas. Naturalmente que ellos aprenden papeles de memoria, absolutamente subjetivos, de cosas que existieron o no han existido nunca, comedias, dramas que pueden tener o no tener ninguna realidad, que son producciones de sus mentes, y el honorable público ante las tablas del escenario “duermen”, lo pongo entre comillas; quiero pues, afirmar en forma enfática, que la Conciencia de los que allí asisten entra en el sopor más profundo. Incuestionablemente este tipo de Arte Subjetivo realmente viene a acabar con la facultad de las percepciones reales”.

“¿Qué es un Turiya? Un Turiya es un hombre que puede hablar con su Dios interno cara a cara; pues bien, este arte de tipo subjetivo realmente nos impide llegar al estado de Turiya; por eso resulta pernicioso. En nombre de la verdad, les digo a ustedes que, en lo personal, no me agrada el cine y la televisión, y cuando he visto televisión, después he tenido remordimientos de conciencia espantoso, he tenido que proceder a limpiar todos los elementarlos que se formaron en mi aura, no me vuelvo a quedar tranquilo hasta que desintegro el último de ellos. Lo que sucede es que al ver esas escenas, uno con la mente, repite, automáticamente lo que está viendo y entonces la esencia de la mente toma forma; con la esencia de la mente, como dijera cierto señor, se forman elementarlos iguales a lo que uno ha visto en la pantalla que se roban parte de la conciencia de uno, vienen a vampirizarle a uno su propia conciencia. Esos ya están metidos en la mente causando mucho daño; se roban, repito, una parte de conciencia, se convierten en criaturas vivientes dentro de uno. Cuando he estado mirando, repito, televisión, un cine, después he tenido que sufrir mucho desintegrando los elementarlos que se forjaron en mi mente y luego por fin desintegrarlo con trabajos conscientes y padecimientos voluntarios”.

“Por tal motivo renuncié a la televisión, al cine, y a todo eso. Les explico para que ustedes sepan orientarse, porque si uno quiere realmente llegar a despertar tiene que saber vivir. Si uno quiere desenvolverse conscientemente en los mundos internos, convertirse en un investigador competente de la vida en los mundos superiores, obviamente tiene que promover sus propias asociaciones, asociaciones como la que ahora tenemos: estamos platicando sobre el despertar de la Conciencia, eso es magnífico; estamos promoviendo asociaciones extraordinarias en los mundos superiores. Al ir ustedes a sus casas, al caer sus cuerpos dormidos en sus respectivos lechos, obviamente saldrán del cuerpo y, al salir del cuerpo, es claro que vendrán a reunirse nuevamente en la forma en que están reunidos esta noche aquí en el físico; allí se reunirán también en el Astral para lo mismo, para el estudio del despertar y es claro que recibirán las ayuda de los Maestro de la Fraternidad Oculta. Están promoviendo, pues, asociaciones extraordinarias para los mundos superiores. Pero si ustedes no estuvieran aquí sino en una cantina, en una casa de juegos, en un cabaret, al dormir sus cuerpos esta noche, la esencia de cada uno de ustedes afuera, es decir, sus valores internos ya afuera, se encontrarían nuevamente, se asociarían, pero ya no para estudiar el despertar”.

“Una vez despierta la Conciencia estaremos lo suficientemente preparados como para ver el camino por sí mismos, el camino que ha de conducirnos realmente a la Liberación Final pero, ¿cómo podríamos ver por sí mismos el camino si no nos esforzamos en despertar? ¿Pueden acaso los dormidos ver el camino? Entonces necesitamos despertar. Cuando uno despierta comprende lo que es, hace uno un inventario de lo que tiene, de lo que le sobra y lo que le falta; muchas facultades que uno cree que tiene, no las tiene, y mucho que no sabe que tiene realmente tiene. Pero uno solamente puede venir a hacer un inventario de sí mismo cuando está despierto, pues un dormido ¿cómo va a hacer un inventario de sí mismo? ¿Qué sabe de sí mismo el dormido? Así pues, despertar es fundamental, vital, pero para despertar hay que saber vivir.”

“Escrito está que quien con lobos anda, a aullar aprende; tenemos que saber con quiénes andamos, cuál es el tipo de asociaciones que vamos a crear en la vida práctica, debemos saber seleccionar nuestras amistades porque es definitivo. Cuando nos esmeramos en vivir inteligentemente, la conciencia se va haciendo cada vez más despierta, hasta que al fin podrá algún día despertar; al despertar podremos darnos cuenta del estado lamentable en que nos encontramos, porque un ser humano tiene tan solo el cuerpo planetario. ¿Cuál es el cuerpo planetario? El cuerpo físico con su asiento vital. Más allá del cuerpo físico lo único que hay es una suma de agregados psíquicos inhumanos. Nuestros defectos psicológicos asumiendo formas alegóricas: ira, codicia, lujuria, envidia, pereza, orgullo, etc.”.

“¿Qué es lo que continúa después de la muerte? Una suma de agregados psicológicos. Si decimos que después de la muerte continúa un montón de diablos, no estamos exagerando, es verdad; llamémoslo ira, codicia, envidia, lujuria, etc., pero eso es lo que continúa. No poseemos ciertamente un centro permanente de conciencia. Desdichadamente la conciencia está enfrascada entre todos esos agregados inhumanos. No hay, pues, una individualidad permanente en el ser humano; la individualidad es algo que hay que lograr. Si queremos individualizarnos, debemos desegoistizarnos. Sólo mediante la desegoistización es posible la individualización.”

“¿En qué forma podríamos desegoistizarnos? Eliminando los elementos inhumanos que llevamos dentro. ¿Cómo podríamos eliminarlos? Sólo después de haberlos comprendido. Nosotros podemos, por ejemplo, saber que tenemos ira, pero no tenemos conciencia de que tenemos ira, eso es diferente; necesitamos hacernos conscientes del proceso de la ira. La ira tiene muchas metamorfosis y muchas raíces hay ira por el ánimo, hay ira por la mente, hay ira por la lengua, son distintas formas de ira; hay formas de ira que se deben al amor propio, si alguien nos hiere el amor propio sentimos ira; hay ira por los celos, existen ataques de ira provocados por el odio, etc.”

“Hay que investigar todos los aspectos de la ira, no desde un punto de vista meramente intelectivo, no se trata de investigar la ira en forma abstracta, sino nuestra ira particular, que es diferente. Si vamos por la calle, por ejemplo, y de pronto alguien nos insulta sin motivo alguno y reaccionamos furibundos, es obvio que al llegar a casa debemos reflexionar: ¿Por qué reaccioné en esta forma? ¿Cuál fue la causa causorum de haber reaccionado? Hacernos conscientes en ese aspecto de la ira. Otro día cualquiera se tiene un ataque de ira por celos, habrá que reflexionar sobre los celos ¿Por qué se provocaron esos celos? Y así conocer cada faceta de la ira. Lo mismo debe llevarse a cabo para todos los otros defectos que llevamos dentro”.

“La eliminación solamente es posible con la ayuda de la Divina Madre Kundalini. Alguien puede comprender que tiene un error, un defecto psicológico y, sin embargo, continuar con él. La eliminación es distinta, sólo es posible eliminar con la ayuda de nuestra Divina Madre Particular. El mayor grado de poder de Devi Kundalini se halla en el sexo; no quiere decir esto que por el motivo de no tener un individuo mujer, o una mujer no tener varón no vayan a eliminar sus errores, claro, siempre contarán con la ayuda de la Madre Kundalini; lo que quiero decir es que la fuerza principal de Devi Kundalini está en el sexo; que si alguien tiene la suerte de tener una esposa, o una mujer que tenga su marido bien puede trabajar en la forja de los cíclopes y solicitar a Devi Kundalini en pleno trabajo, que elimine tal o cual defecto psicológico que ya se ha comprendido debidamente. Así es como vamos muriendo de instante en instante, de momento en momento”.

“Ante todo es necesario hacernos consciente de lo que significa la muerte del “Yo”; la base, el fundamento de cualquier progreso estriba en la muerte del “Yo”; porque sólo con la muerte adviene lo nuevo; si el germen no muere, la planta no nace. Sucede que la mayor parte de los estudiantes esoteristas se olvidan de la muerte, sólo piensan en adquirir poderes y en lo que sea, pero olvidados de la muerte. Si uno va al cine, quiere decir que se olvidó de la muerte. Porque cuando uno quiere morir en sí mismo, no va al cine, ya no le interesa el cine, porque yo no he visto que a un muerto a un cadáver metido entre un ataúd, le interese el cine. Si uno se está distrayendo muy bonito con la televisión, está demostrando hasta la saciedad que se olvidó de la muerte, porque ningún cadáver se va a sentar a ver televisión. Esto de la auto-realización es algo muy serio, si es la auto-realización lo que queremos, la base es la muerte”.

“En la Iglesia Gnóstica vemos nosotros que no falta un gran ataúd, precisamente una de las cámaras de la Iglesia Gnóstica es mortuoria, allí ve uno un hermoso y bellísimo ataúd; en las logias masónicas también nunca falta un ataúd. Es lamentable que aquí no tengamos un ataúd, cuando aquí debería haberlo. En todo caso, el ataúd, aunque sea pequeño, es un símbolo viviente de que estamos dispuestos a morir, de que es necesario morir para ser, no olvidar la muerte. Con justa razón los monjes de la Cartuja, en España tienen un saludo muy especial: “¡Hermano, que morir tenemos!” contesta el otro monje “¡Hermano, eso ya lo sabemos!” Eso es un saludo, que lo hacen cada vez que se encuentran.”

“A nosotros no nos interesa la muerte del cuerpo físico, porque lo podemos perder al salir de la casa, en cualquier momento, en la misma cama, podemos caernos de la cama, etc. Lo que nos interesa es la muerte del “Yo”, de ese “Yo” que tenemos dentro y que nos hace horribles. Si ustedes estuvieran despiertos podrían evidenciar lo que les estoy diciendo, las radiaciones que carga toda persona que tiene un “Yo” son muy semejantes a la del conde Drácula, siniestra. Cuando yo estoy meditando, por ejemplo, sólo, y viene alguien por ahí que tenga el “Yo”, desde lejos siento sus vibraciones que son siniestras, son las mismas del conde Drácula, son desagradables, izquierdas; el “Yo” nos hace a nosotros verdaderamente inmundos en el sentido más completo de la palabra. Así pues, uno cuando ya consigue eliminar el “Yo”, desintegrar todos los elementos inhumanos que lleva dentro queda radicalmente despierto en un ciento por ciento eso es obvio”.

“También es necesario vestirnos con los cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Me viene a la memoria cierta instrucción recibida en noches pasadas. Allí en el Mundo Astral me tocó vivir una escena muy interesante, se me hizo sentir como perseguido, aunque estaba consciente, pero unos Venerables provocaron una escena de persecución. De pronto, encerrado en cierta casa, fui visitado y todos ellos, los Venerables de la Fraternidad Oculta, cantando me instruyeron en forma deliciosa. Me dijeron que la persecución de la Ley (no refiriéndose a estas Leyes terrenales, sino a las Leyes del Karma) solamente viene a pasar cuando uno no anda bien vestido y en un rico carro; pues si andan ustedes, bien vestidos, con un magnífico carro y con buen dinero en la bolsa ya se acabaron las persecuciones. Estoy hablando en una lengua que ustedes deben saber entender. ¿A qué carro se refieren los Venerables? Al carro compuesto por los cuatro Cuerpos: Físico, Astral, Mental y Causal, este es el carro. Cuando ustedes, en Cábala oigan hablar del Carro de Mercabah, se refiere a los cuatro Cuerpos. ¿Bien vestidos? ¿Qué se entiende por un personaje bien vestido, con un rico carro en Cábala?”

“Aquel que ha fabricado los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y que, aún más, los ha Cristificado, ese es el sujeto bien vestido. Y si tiene dinero entre la bolsa se está afirmando que tiene Capital Cósmico; tal Capital se consigue haciendo buenas obras, trabajando por la Humanidad, es obvio, a un Maestro como el Conde San Germain nadie lo va a perseguir, ¿cómo lo van a perseguir los señores del Karma? ¿Quién va a perseguir a Jesús de Nazaret? ¿Cómo lo van a perseguir los Señores del Karma? ¿Quién va mal vestido, a pie, todo amolado y sin dinero? ¿Cuál es el infeliz, el indigente mal vestido, el pordiosero? ¿Cuál será? El que no ha fabricado los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, Villegas y todo el que llega, Vicente y toda la gente, don Raimundo y todo el mundo, esos son víctimas de la Ley, ¿no lo ven ustedes? van de aquí para allá, siempre en la desgracia, nacen sin saber cómo y mueren sin saber por qué, siempre con una venda en los ojos, desde la cuna hasta el sepulcro. Se casan, se llenan de hijos, viven en la pobreza más desgraciada, siempre perseguidos”.

“Cuando uno se vistió bien y tiene un bonito carro y con buen dinero entre la bolsa, se acabó la persecución. ¿Quién perseguiría al Conde Cagliostro?, ni siquiera pueden contra él. El famoso Luis XV lo encerró en la Bastilla pero, ¿ustedes, creen que el Conde Cagliostro iba a permanecer ahí, en la Bastilla, un hombre que manejaba los estados de Jinas? A ratos estaría allí y a ratos estaría por París, por Londres, por Roma, por todas partes menos en la Bastilla. Cuando salió de la Bastilla, dos meses después, salió regiamente, espléndidamente vestido, lleno de oro y de diamantes por doquiera, sonriendo, alegre ante las multitudes. Diez mil personas lo llevaron sobre sus hombros, fue un triunfador, ¿verdad? Dicen que lo metieron en la cárcel y que murió en la cárcel, eso es falso, nadie sabe qué se hizo del Conde Cagliostro.”

“¿Y qué diremos del Conde San Germán de Altotas, el gran Iniciado? Todavía vive, siempre combatido, jamás vencido. De manera que, entonces hermanos vistámonos bien y todo nos cambiará, tengamos un bonito carro y verán ustedes, una vida mejor. Obviamente, tendremos que fabricar ese carro; empezaremos por el Cuerpo Astral, eso es necesario, para eso hay que utilizar el esperma sagrado; desdichadamente las gentes comunes y corrientes no saben valorar el esperma sagrado; lo gastan, lo extraen del organismo miserablemente, ahí es donde está todo el poder con el que puede cambiar la totalidad de su vida y convertirse en Dioses, lo tiran como si fuera nada. Ellos mismos se arruinan, a sí mismos se condenan a la desgracia, mas, si se transforma ese esperma, si se convierte en energía, las cosas cambian porque es con esa energía sutilísima del sexo con la que vamos a elaborar el cuerpo Astral. Una vez forjado ese cuerpo podemos viajar con él consciente y positivamente”.

“Uno sabe que tiene un órgano cuando lo usa; sabemos que tenemos manos y brazos porque los movemos, sabemos que tenemos pies porque caminamos con ellos, eso es obvio; así también, cuando uno se da el lujo de fabricar el Cuerpo Astral, sabe que lo tiene porque puede usarlo, porque puede moverse con ese cuerpo en forma positiva, dinámica. Otro tanto ocurre con el Mental, hay que fabricarlo mediante la transmutación del esperma en energía. Las gentes no tienen una mente propia, nosotros necesitamos crearnos una mente individual, propia; solamente se puede crear mediante la transmutación de la energía y, por último, fabricar el Cuerpo de la Voluntad Consciente para manejar todas las circunstancias; quien es víctima de las circunstancias no posee el cuerpo de la Voluntad Consciente. Uno tiene que aprender a determinar las circunstancias, no que las circunstancias lo determinen a uno; aquel que todavía es determinado por las circunstancias es como un leño arrojado entre las embravecidas aguas del océano, es una víctima de todas las calamidades. Uno debe aprender a determinar sus circunstancias y eso sólo es posible creando el Cuerpo de la Voluntad Consciente; tal cuerpo se crea mediante la transformación del esperma en energía, es con esa energía sutilísima del sexo con la que se va a crear el cuerpo de la Voluntad Consciente.”

“Esos cuatro cuerpos: Físico, Astral, Mental, Causal, constituyen el carro; ya con el carro creado sólo queda que penetre en ese carro el conductor; ¿quién es el conductor del carro? Nuestro propio Ser. Pero el Ser no va a entrar en un carro que no exista, hay que crear el carro; cuando recibimos al Ser, él queda como señor en su carro”.

“Un señor bien vestido y con un magnífico carro, bien vestido con los Cuerpos Existenciales del Ser, con las vestiduras sagradas y con un carruaje precioso, ya no es víctima de las circunstancias. Quien llegue a tener esos cuerpos debe aspirar un a poco más, debe llegar a Cristificarlos. Muchas obras se han escrito sobre Cristificación. Los Cuerpos Cristificados son extraordinarios, cualquier sujeto Cristificado de hecho es un gran señor que puede decirse, está bien vestido. Ya deja de ser víctima de las circunstancias, deja de ser perseguido por la Ley del Karma, se convierte en señor, señor en el sentido más completo de la palabra”.

“En otros tiempos la humanidad vivía de acuerdo con cierto principio que le permitía conservar su cuerpo hasta que fabricara los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, pero es que en esa época la humanidad cumplía con el deber Cósmico; ¿cuál es el deber Cósmico? Vivir siempre despierto.”

“Un individuo que se lee un libro a 500 km/h y dice: “Ya me lo se”, está arruinando el cerebro intelectual, no está cumpliendo con el Deber Cósmico. En nombre de la verdad yo les digo a ustedes, esto: yo, cuando estudio una obra, reflexiono profundamente el párrafo que estoy estudiando, medito ese párrafo, no paso al párrafo siguiente sin haberle comprendido porque es absurdo seguir; así pues, uno debe hacerse consciente de lo que hace, eso es parte del Deber Cósmico.”

“Seguimos con el centro emocional. Dejarnos llevar por las emociones violentas es absurdo. En las plazas de toros se ven escenas escandalosas; mujeres que en el desenfreno de sus pasiones se quitan la ropa interior y se la arrojan a los toreros, y los zapatos; quedan perfectamente locas, haciendo barbaridades; por último, sacando al torero en hombros como a un gran señor cuando no es más que un pobre tonto. En las partidas de fútbol se ven cosas horribles, muchas veces los futbolistas terminan en una batalla campal, ¿por qué?; si examinan el motivo encontrarán que es imbécil, absurdo.”

“Hay quienes justifican el fútbol y quienes dicen que el fútbol se lo debemos a los antepasados, que los aztecas lo jugaban, hay quienes dicen que también tenían taquillas donde vendían los boletos, eso es falso; la bola de fútbol representa entre los aztecas al Sol, y cuando ellos tenían su juego ese representaban la lucha de la luz contra las tinieblas; era un movimiento ritual previamente estudiado; el juego de pelota entre los aztecas era una Liturgia; previamente estudiado cada movimiento correspondía a la Liturgia, no había movimientos a la loca, todos estaban previamente trazados. Con todos esos movimientos se alegorizaba la lucha entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas”.

“Un juego similar estuvo establecido en las Catedrales Góticas de la Edad Media en Europa, tal juego se realizaba exactamente dentro de las catedrales, era parte de la Liturgia dirigida por el cura para simbolizar la lucha de la Luz con las Tinieblas. Pero ese jueguito tonto de los futbolistas no tiene tradición ninguna, excepto la de un pobre tonto en Inglaterra que un día se le ocurrió llenar de aire una vejiga de una res, de hule, forrarle con trozo de cuero, la cosió y se puso a darle patadas. A los pocos días, en Londres, la prensa protestaba porque a muchas señoras les tumbaban los sombreros con las tales bolas esas, los vidrios de las casas se volvían pedazos, pero, a pesar de intervenir la policía, no se logró acabar con ese vicio que se propagó mundialmente. Hay que volverlo serio, y lo volvieron serio. Volver seria esa tontería de un vagabundo que no tenía trabajo en Londres es de lo más estúpido”.

“¿Con qué elementos se van a formar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser? Con el Mercurio. Sólo serviría para la formación de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser si el Mercurio antes ha sido fecundado por el Azufre. Se necesita que el Mercurio sea fecundado por el Azufre. Eso es todo.”

Esta conferencia me dejó un sabor muy particular, pues me había respondido que sí hay una manera de no soñar, de modo que durante el tiempo en que el cuerpo físico descansa en su lecho, y que la mente también disfrute de un completo descanso, nosotros, el Ser, se mueva fuera del vehículo denso con cualidades extraordinarias, completamente desconocidas para nuestro pobre y miserable razonamiento. Esto es un hecho, y no una suposición, teoría, invención o esperanza, que eso es posible sólo cuando uno está completamente despierto especificando asociaciones, observando toda actividad del pensamiento, del sentir; despierto a cada motivación, a cada sugestión, a cada insinuación de lo que está muy adentro, profundamente; despierto cuando se habla, camina, escucha a alguien, cuando observamos nuestra ambición, nuestros celos, cuando observamos cómo respondemos a nuestro nacionalismo, cuando leemos un libro que dice: “sus creencias religiosas son tonterías”, cuando observamos para ver lo que está implicado en la creencia.

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